Crítica 'Sálvese quien pueda' (Netflix): lo mejor de 'Sálvame', pero sin arriesgar

Esta noche, a las 21:00 horas, llega a Netflix la esperada revolución de Sálvame, el irreverente programa que durante 14 años ocupó las tardes de Telecinco con Jorge Javier Vázquez como presentador. Ante el cambio de modelo de Mediaset España, el show de La Fábrica de la Tele fue cancelado este pasado verano, generando uno de los acontecimientos televisivos más inesperados de la última década.

Poco antes de su cierre, saltaba la noticia de su salto a Netflix, dando como resultado Sálvese quien pueda, un especial de seis entregas en las que Belén Esteban, Kiko Matamoros, Lydia Lozano, Terelu Campos, María Patiño, Víctor Sandoval, Chelo García Cortés y Kiko Hernández se marchan a Miami y México para 'buscar trabajo' en otras cadenas. Hoy llegan los tres primeros programas, dejando los tres siguientes para el año que viene. El Confidencial ha tenido la ocasión de ver esta primera parte y a continuación tienes nuestra crítica, sin spoilers.

De menos a más

Tal y como se ha visto en las promociones lanzadas por la plataforma, la aventura comienza con los colaboradores dejando atrás España para intentar reflotar su carrera profesional, un objetivo al que cuesta entrar quizá por el gran cambio que supone dejar atrás un plató de televisión y abrirse al estilo docureality donde todo cuenta. La primera entrega resulta algo tediosa por la falta de momentos surrealistas y divertidos, pero el final deja con ganas de más y en las dos siguientes remonta hasta ofrecer lo que se espera de los colaboradores: salseo.

A lo 'Gandía shore'

Los ocho de Sálvese quien pueda podrían ser perfectamente el nuevo elenco de un Gandia shore senior al tener cada uno de ellos un rol diferente, siendo en su conjunto la unión perfecta. Al final lo que se muestra es su día a día en unas vacaciones: van a la playa, de compras, de paseo, de fiesta... con el extra del show business televisivo. Y como en todo buen reality, las peleas, los llantos, las decepciones o las risas, son los ingredientes en los que se mantiene.

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La gran diferencia con 'Sálvame'

Lo mejor de este giro de Sálvame es que todo gira en torno a ellos, y sus circunstancias, de forma más o menos sana. Atrás queda el lastre por el que seguramente la audiencia dejó de ver el programa de la tele: machacar sin piedad a propios y extraños. Ahora el mundo del corazón y sus rostros quedan a un lado y el juego reside por completo en ellos. Apuestan por lo que les hizo grandes, la fórmula de ser una familia con sus cosas buenas y cosas malas. Siguen dándose caña y diciéndose las verdades a la cara, sin filtros, pero se quieren, se cuidan y se protegen, afrontando los problemas típicos de la convivencia.

Belén Esteban y Lydia Lozano, las protagonistas

Belén Esteban y Lydia Lozano son las indiscutibles protagonistas. Tienen ganas de entretener y seguir haciendo televisión, algo que se nota. Saben de qué va esto y basándose en los personajes que han creado gracias a llevar su personalidad al límite, juegan y se dejan llevar. Se ponen a prueba en este nuevo formato y ganan. Terelu, María y Víctor, aunque la trama de Nacho Polo esté más que explotada y quizá ya no interesa demasiado, también suman considerablemente al espectáculo.

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La decepción de los Kikos

En la otra cara de la moneda están Kiko Hernández y Kiko Matamoros, sin ninguna duda la gran decepción. El primero está en segundo plano al nivel de Chelo García Cortés, que tampoco destaca demasiado. El exconcursante de Gran hermano no llega a brillar por sí mismo, convirtiéndose en un elemento prescindible y dejando pasar algunas oportunidades que tiene para lucirse. Matamoros sí da algo más de juego al agitar la aventura, pero tampoco ofrece grandes momentos ni se le ve del todo involucrado en la esencia de este nuevo producto para televisión.

Les ha faltado ir a por todas

En general, el programa está bien, se deja ver y se sustenta gracias al histrionismo de los polemistas y el factor nostalgia tras todos los años que han estado presente en los hogares españoles, pero les ha faltado innovar, arriesgar e ir un paso más allá. El entretenimiento hoy en día no tiene límites y la oferta es prácticamente infinita, por eso se esperaba algo más rompedor. Justo aquello que fueron en su llegada a la pequeña pantalla. Hay buenos giros y las situaciones a las que se enfrentan no están mal, pero han pecado de prudentes, al menos en estos tres primeros episodios. Toca esperar para ver la segunda parte y desear que se desmelenen realmente en la comentada e hipotética segunda temporada. Ojalá pierdan el miedo que demostraron no tener en la televisión lineal.