Gonzalo Miró "se venga" del director de 'Espejo público', animado por Susanna Griso: "Nos hace pasar malos ratos"

Desde la llegada de Alberto Díaz, antiguo director de Sálvame, a la sección Más espejo de Espejo público, el cambio ha sido más que notable, tanto en forma y como en fondo. Varios colaboradores del extinto magacín de Telecinco han aterrizado de su mano en el programa, pero más allá de eso el tono de la sección, los temas a abordar y hasta las liturgias han cambiado. Se nota mucho en los cebos, pero también en la forma en la que ahora se ve la trastienda del programa. Un claro ejemplo de ello se vivió el pasado viernes, cuando presentadores y colaboradores llegaban al plató procesionando detrás de dos gaiteros con motivo de los premios Princesa de Asturias.

Una vez sentados todos en el sofá, Gonzalo Miró no dudaba en tirar de sorna para quejarse de esta peculiar entrada al plató: "A mí me ha faltado un Cristo y un capirote". "Pensaba que ibais a bailar como Meryl Streep", le respondía Susanna Griso, siguiéndole la broma. "Lo que no sé es por qué el sinvergüenza del director, que se le ocurren estas cosas, no ha venido con nosotros en procesión, ¿no? ¡Alberto no te escondas!", le recriminaba a su jefe, que optaba por esquivar las cámaras, dada su timidez.

Aprovechando el regreso de Miró al programa este martes, 24 de octubre, Griso ponía sobre la mesa el revuelo que ese "sinvergüenza" había causado entre los medios de comunicación, palabras que este aprovechaba para devolvérsela a Díaz. Ni corto ni perezoso, este se levantaba del sillón para ir al puesto de la dirección del programa: "No era ninguna broma. Que me siga una cámara. A ver, Albertito, que se supone que yo pienso que este señor es un sinvergüenza. ¿Tienes algo que decirme? ¿Me quieres devolver el piropo?", le interpelaba.

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N. Costas

El director, poco amigo de salir delante de las cámaras, daba muestra de su incomodidad, tratando de escabullirse del colaborador entre risas. No tardaba en conseguirlo, ya que Gonzalo era consciente del mal rato que le estaba haciendo pasar: "¿Reconoces que eres un sinvergüenza por el desfile que nos hiciste hacer el otro día? ¡Si se lo dice él mismo!".

Las palabras de Alberto no se escuchaban, pero era la propia Griso quien trasladaba a los espectadores su sentir: "Me está diciendo 'qué mal rato". Lo mismo confirmaba Miquel Valls, quien también lleva pinganillo: "Qué mal rato. Qué mal rato ha pasado Alberto, el pobre". "Te has puesto un poquito colorado, eh", ponía de relieve Miró, con Susanna aplaudiéndole la "encerrona": "Se lo tienes que hacer más a menudo. Después de los malos ratos que nos hace pasar al resto, me parece muy bien que te vengues".