Las lágrimas de Pablo Motos y Miguel Ángel Revilla en 'El hormiguero' por la salud de su mujer

El último paso de Miguel Ángel Revilla por El hormiguero para celebrar su 80 cumpleaños prometía grandes emociones para los espectadores de Antena 3, pero lo que nadie podía imaginar es que tanto Pablo Motos como el invitado terminaran la noche a lágrima viva por la conmovedora confesión del presidente cántabro: acudía al espacio para sorprender y homenajear a su mujer, quien en la actualidad se enfrenta, mediante quimioterapia, a un cáncer de colon.

Al final de la entrevista, el político daba un paso al frente para agradecer públicamente a Motos cuánto le apoyó durante su anterior visita al programa, ya que se encontraba atravesando uno de los tragos más complicados de su vida: "Te tengo que agradecer por aquel día del Pilar, porque yo venía muy tocado porque operaban a mi mujer de un cáncer al día siguiente. Te llamé y te dije 'No sé si voy a poder ir'. Ella me dijo 'tienes que ir' y pacté contigo que íbamos a llevarlo de una manera que no se notara que yo estaba muy afectado. La operaron y ahora está con la quimio, pero con mucha 'raza'. Y ha venido aquí", comenzaba explicando el cántabro.

Tras una breve pausa para que los dos recuperasen el aliento, Revilla continuaba: "¿Que por qué es el amor de mi vida? Es una cosa increíble lo que te voy a contar de esta mujer. La saco 17 años. Yo no soy Tom Cruise ni Bertín Osborne, es lo que hay. Cierto que ella era muy partidaria de mí porque estaba afiliada al partido y yo era el líder. Pero llega un momento en un programa de La noria en que alguien debió de intuir que yo necesitaba un trasplante de riñón y sorprendentemente me llegan seis personas, dos de Cantabria y cuatro de fuera, que se ofrecen para donarme un riñón. No eran ni familiares ni nada. Lo primero que hice fue preguntarles quiénes eran y por qué lo hacían. Una de esas seis personas es Aurora Díaz, mi mujer", desvelaba Miguel Ángel.

"Ojo, en aquel momento yo no era presidente ni era nada. Era un tío al que insultaban por la calle por no haber tragado y por no haber hecho un pacto, que me pudiera haber hecho rico. No era nadie, era un piltrafa", aclaraba acto seguido, dejando patente el acto de amor realizado por la que es ahora su mujer.

Motos tomaba la palabra para contar su versión de esa misma historia: "Me llamas para decirme que tu mujer tenía un cáncer, que estabas muy tocado. Venías del desfile de la Hispanidad, y el rey te había preguntado qué te pasaba. No se lo dijiste, pero estabas hecho polvo. Esa noche viniste a El hormiguero destrozado. Hiciste un Hormiguero acojonantemente bueno", le reconocía el presentador.

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N. Costas

Revilla se venía abajo, entrecortándosele la voz al reconocer que, durante aquella charla, ya hizo algún guillo a su situación. Era entonces cuando destapaba que le había pedido volver por su cumpleaños, para poder traer con él a Aurora, que se levantaba entre aplausos del público. Pablo ya no podía contener más las lágrimas, derrumbándose de emoción: "Aurora está aquí porque es una 'crack'. Ha tenido una operación de colon y después la quimio ha sido... Y es dura. Aurora ha sacado fuerzas... Joder...", acertaba a decir el comunicador.

"¡Cómo se nota que eres amigo mío!", le reconocía Miguel Ángel, también con los ojos llenos de lágrimas. Tras recomponerse un poco, Pablo Motos le invitaba a cantarle la primera ranchera que le dedicó cuando eran novios, algo a lo que él accedía como broche final al programa. Tras la canción, Aurora no dudaba en hablar un poco de cómo había estado sobrellevando los últimos meses, enviando a los espectadores un mensaje de esperanza con el que finalizar la entrega de este lunes, 23 de enero.