Pablo Díaz, preocupado ante el 'huracán Javier Dávila' en 'Pasapalabra': "Me da miedo"

Tras la marcha de Marta Terrasa el pasado viernes, 12 de marzo, varios han sido los concursantes que han ido desfilando por el plató de 'Pasapalabra' frente a Pablo Díaz, pero ninguno ha sido capaz de mantenerse en el concurso de Antena 3... hasta ayer, cuando Javier Dávila se reincorporaba a la competición dando un auténtico puñetazo sobre la mesa en 'El rosco': 24 aciertos y victoria frente a su todopoderoso rival.

El programa arrancaba con Dávila imponiéndose en la 'Silla azul' a Fernando, ganándose así su plaza como concursante oficial nuevamente. Y decimos nuevamente porque el salmantino es un viejo conocido de los espectadores de este tipo de formatos, ya que no solo se convirtió en el tercer participante en lograr 100 programas en 'Saber y ganar', sino que también concursó en la época de 'Pasapalabra' en Telecinco, así como en los especiales 'Supercopa de Pasapalabra' y 'Pasapalabra en familia'.

Con estos antecedentes no es de extrañar que Pablo se mostrase temeroso ante su nuevo adversario, como él mismo reconocía nada más sentarse frente a frente con él en el plató de Atresmedia. Nada más actualizar su cuenta en el concurso (185 programas y 151.800 euros), Díaz optó por sincerarse tanto con Roberto Leal como con la audiencia: "Estoy encantado y muy contento de poder estar aquí un día más. Le mandamos un saludo a Fernando que ha jugado muy bien", arrancó diciendo el joven, dejando así claro su respeto y cariño hacia el participante recién eliminado por Dávila.

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"Tengo bastante, bastante miedo de Javier, pero bueno, a ver qué nos deparan estas tardes", agregó después, dejando así patente su inquietud frente al veterano participante. Y no era para menos, ya que minutos más tarde estaba a punto de presenciar, y padecer, el 'huracán Dávila'.

Un rosco de infarto: "Ay, respiro"

Javier Dávila hizo muestra de su temple, una de sus mayores virtudes ante este tipo de formatos, como él mismo ha reconocido en anteriores ocasiones, para protagonizar un rosco de sobresaliente. Este abogado sindicalista y profesor universitario encaró la prueba con seguridad y confianza, yendo siempre por delante de Pablo en número de aciertos, algo que obligó a Díaz a tirar de estrategia: en lugar de compartir con el presentador cuántas palabras sabía y dónde podía arriesgar, el joven apostó en este lugar por el secretismo, tratando así de no dar ninguna pista a su contrincante.

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Javier se encontraba a solo dos aciertos de los más de 1,4 millones de euros que acumula ya el preciado bote, por lo que Pablo metió la directa y logró el empate, dejando correr el tiempo para situar la pelota en el tejado de Dávila. Pero este no se arrugó: tenía opciones para ambas respuestas, por lo que la tensión en el plató se disparaba.

El participante probaba primero suerte con la letra 'F', pero erraba, por lo que si quería evitar 'La silla azul' estaba obligado a arriesgar también en la letra restante, la 'S'. Así lo hacía y, para su alivio, acertaba. 24 aciertos y un solo fallo en su primer programa en esta nueva etapa, toda una hazaña tras la que resoplaba, "ay, respiro", dando muestras de la presión existente. "¡Qué barbaridad!", exclamaba Leal mientras que Pablo se acercaba a felicitarle por su desempeño, un gran papel que dejaba su continuidad en el aire hasta el próximo programa. A la vista del resultado, el temor manifiesto de Díaz no estaba, ni mucho menos, infundado.