11 años sin 'Aquí hay tomate': así fue su despedida de Telecinco

Para muchos ha pasado una eternidad, mientras que para otros parece que fue ayer. Ni más ni menos que once años se han cumplido en este mes de febrero desde la última entrega de 'Aquí hay tomate', el rompedor formato de Telecinco que cambió, sin duda, la forma de abordar la prensa del corazón y, sobre todo, de ofrecérsela al espectador.

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En febrero de 2008, el dibujo de un tomate rojo chillón tomó vida para procesionar cabizbajo por las pantallas de más de 3 millones de telespectadores. Fue un entierro en toda regla. Y su esquela, sencilla y visveral: "El más querido, el más odiado... 'El tomate'. Hasta siempre".

Fue maestro de la prensa del corazón y doctor del conocido cebo informativo

Una inesperada muerte que 'sobrecogió' a medio país. Telecinco decidió por sorpresa cancelar 'Aquí hay tomate', a falta de un mes para su quinto aniversario. La prensa escrita y especialmente la digital se colapsaron de artículos con la que, sin duda, fue la noticia del año en televisión. El programa, presentado por Jorge Javier Vázquez y Carmen Alcayde, echó el cierre siendo todavía la oferta más vista en su franja de emisión.

Telecinco vistió a los presentadores de 'Aquí hay tomate' de riguroso luto mientras un cronómetro en pantalla restaba los segundos de vida que le quedaba al espacio, calificado por muchos como "programa telebasura". Nacido en 2003, y con más de 1.200 programas a sus espaldas, 'El tomate' fue 'triturado' y retirado de la parrilla en un momento en el que las demandas empezaron a intensificarse y a convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para Telecinco y La Fábrica de la Tele.

Paolo Vasile, consejero Delegado de Mediaset España, siempre negó ese extremo: "Aquí hay tomate' no se cerró por las demandas. No se hace un programa para que te denuncien, ni se deja de hacerlo porque te pueden denunciar. Si vas al límite de velocidad, te mandan la multa y la pagas".

Un tomate duro de morder

Buena parte de los españoles se quedaron huérfanos a la hora de la siesta. 'Aquí hay tomate' moría siendo líder en la franja de la sobremesa, con una media del 23,2% de share y 2.736.000 de telespectadores. A su entierro asistieron más de 3 millones de fieles seguidores y arrasó con un flamante 25,1% de cuota de pantalla, el récord de esa temporada.

Pocos llegaron a entenderlo. Telecinco optó por matar un programa imbatible, al que tan solo le hizo sombra la telenovela 'Pasión de gavilanes' (Antena 3). El programa rosa de Jorge Javier Vázquez y Carmen Alcayde aplastó en sus enfrentamientos a espacios como 'Amar en tiempos revueltos' o 'Amarte así, Frijolito', en La 1; el resumen de 'La selva de los famosos', 'Sabor a ti', 'La sopa boba', 'La fea más bella' o 'CLA, no somos ángeles', en Antena 3; 'Sé lo que hicisteis...', en La Sexta; o '¡Fama, a bailar!' en Cuatro.

El programa de 'los tomateros' fue odiado y querido al mismo tiempo. Su hilo conductor era la sátira picante y visceral, que ahora muchos formatos televisivos se empeñan en imitar. Fue maestro de la prensa del corazón y doctor del conocido cebo informativo, ese adelanto intermitente de una información impactante que busca atrapar al espectador para que no abandone el programa ni cambie de canal.

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Una mesa con dos presentadores ante la cámara para cotillear junto a toda España lo que sucedía en las vidas de las celebridades del país y parte del extranjero. No solo Jorge Javier y Carmen fueron los capitanes del 'Tomate': Idoia Bilbao, Francine Gálvez, Cristina Sala,e inclusive,Víctor Sandoval llegaron a conducir el espacio más temido por los famosos, antes de la aparición de 'Sálvame'.

Un tomate triturado a denuncias

Lo cierto es que 'Aquí hay tomate' desapareció carcomido por innumerables demandas y multas interpuestas por los famosos, y que el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional continuaron abordando hasta no hace muchos años. Sin embargo, la versión oficial aseguraba que el programa desaparecía para reinventar las tardes y porque -decían- no querían quemar un programa líder de audiencia, según palabras del consejero Delegado de Mediaset España, Paolo Vasile.

No se hace un programa para que te denuncien, ni se deja de hacerlo porque te pueden denunciar. (Paolo Vasile)

Pero lo cierto es que un sinfín de personajes públicos llevaron al programa de La Fábrica de la Tele ('Sálvame') al banquillo y ganaron. Los casos más sonados fueron el de Norma Duval, indemnizada con 140.000 euros, por mentir sobre la presunta relación que mantuvo con Fernando Esteso; el de Enrique Iglesias, indemnizado con 336.000 euros, por dañar su imagen y la de la modelo Anna Kournikova; el de Gonzalo Miró, indemnizado con 200.000 euros; el de Jose María Aznar y Ana Botella, indemnizados con 180.000 euros, por publicar que presuntamente se habían separado; el de los herederos de Félix Rodríguez de la Fuente, indemnizados con 100.000 euros, por dañar su honor; además de otros como el de Farruquito (170.000 euros) o el de Pepe Navarro (270.000 euros).

Un tomate imitado

Sin embargo, el programa de Telecinco ha sido el germen de la televisión rosa actual. Su sucesor, 'Sálvame', así como 'Socialité', 'Cazamariposas' o su resurrección en Telemadrid ('Aquí hay madroño') son formatos que continúan bebiendo de la esencia que creó 'Aquí hay tomate'. La persecución a los famosos, las exclusivas sin apenas contenido fresco o los continuos 'bombazos' sobre los famosos son algunas de las enseñanzas que nos dejó 'El Tomate'.

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La televisión actual revive la estrategia que 'Aquí hay tomate' utilizaba diariamente en sus pomposos contenidos; unos contenidos que los creadores de 'Aquí hay tomate' han sabido exprimir descaradamente con 'Sálvame', aunque este último formato ha sabido buscar su propia identidad, dando forma a un nuevo género televisivo, donde sus colaboradores han pasado a ser protagonistas indiscutibles de las informaciones del programa. Reiventarse o morir, dicen.