Las nueve cosas que esperamos de la 'rentrée' de Rosa Benito en 'Sálvame Deluxe'

Rosa Benito, como predijo todo hijo de vecino, vuelve a 'Sálvame Deluxe' este viernes. Ni el próximo ni el anterior. ¡Este! ¡Qué ilu! Confiamos en que se deje la piel en el camino junto a los colaboradores habituales del programa para que podamos volver a ilusionarnos con una serie disparatada de noches de viernes llenas de teatro, surrealismo, esperpento valleinclanesco y mucha mecha rubia. Soñamos con un culebrón loco que nos saque del letargo al que en los últimos meses nos ha acostumbrado la versión golfa del programa presentado por Jorge Javier Vázquez. 

• Nos interesa muy mucho lo que ha hecho este tiempito que ha estado fuera; qué ha desayunado, si ha llevado a cabo algún tipo de dieta… También queremos que nos reproduzca un concierto (pero chiquitito), o sea que dé el cante, pero sin Ro-Chayo, que se pone muy pesada cuando le sale la vena monologuista.

• Queremos que comience el programa bajando las escaleras con sus dos piernecitas (y eso que prometió que solo lo haría con ellas arrancadas) como Paca la Piraña 'afinando' algo de su 'cuñá', Rocío Jurado, que en paz descanse.

A la Piraña se la conoce con este sobrenombre por su dentadura y Rosa pescó una barracuda en 'Supervivientes'. Todo encaja. 

• A continuación, soñamos con que desfile por delante de sus excompañeros con la cabeza muy alta, como la enseñó Raquel Revuelta para la Sálvame Fashion Week (ya a la altura de Cibeles), como si llevase 'El libro gordo de Petete' sobre ella, y alcance su sillita de invitada sin saludar a nadie ni tropezarse.

• Antes de sentarse, fantaseamos con que nos enseñe las bragas desmintiendo así que no tiene ni para comprarse un par de este artículo de primera necesidad e higiene. Sí, Aída (Nízar), la gente limpia lleva bragas.

• Cuando se acomode en su butaquita nos apetece que se abanique 'el pepe', como queriéndonos decir que con escote y desparpajo a ella nunca le faltará trabajo, y que está ahí porque le apetece y no porque le ahoguen los problemas económicos, como en el pasado. 

• Alcanzaremos el éxtasis cuando entre al trapo, se sienta atacada y se defienda, cuando poseída por el espíritu del Cid Campeador de Burgos (fantástica tierra para comer morcillas) arrastre a su ahora archienemiga Mila Ximénez de Cisneros [quien ha sido despedida y readmitida de 'Sálvame' en cuestión de horas] a la piscina de barro que los de producción, previsores, habrán colocado donde Karmele se come por las tardes los yogures hasta que solo el orgullo de una salga con vida. 

• No nos imaginamos a una Rosa sin llorar, por lo que fantaseamos con grandes cascadas de lágrimas que acaben con la sequía (la de donde sea que la haya) mientras se abraza a su amiga del medievo, Belén Esteban, que loca de celos por no ser la protagonista de la velada se aferrará a ese cuerpecito residente en Torrejón para chupar cámara.

• Nos defraudaría si no se dirige a Amador Mohedano Jurado, su exmarido, en un tono amargo y resentido. A él y a todas las muchachas con las que ha estado él, antes, durante y después de ella. Porque Amador es mío, digo suyo.

• Y confiamos en que, por último, Lady Rosita se arrastre por el plató para volver a él cada tarde y así nos pueda seguir deleitando con sus cosas de madre, de peluquera, de exmujer de representante de... de rubia, sí, con sus cosas de rubia corriente.

 

 

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