Científicos españoles encuentran un adelganzante natural sin efectos secundarios

Un grupo de investigadores español asegura haber encontrado una fórmula de origen natural que puede proporcionar los mismos resultados que el famoso fármaco adelgazante Ozempic. Los compuestos, que todavía se mantienen en secreto, han sido seleccionados gracias a una inteligencia artificial a partir de plantas de origen común. El equipo asegura que podrían tener menos efectos secundarios que los medicamentos sintetizados en el laboratorio, aunque todavía hay que esperar a los ensayos clínicos para probar su efectividad.

Los investigadores están esperando al próximo Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO 2024, que se celebrará en Venecia entre el 12 y el 15 de mayo) para dar a conocer sus compuestos adelgazantes que por el momento llevan el nombre de Compuesto A y Compuesto B. También están pendientes de conseguir una patente que les permita controlar su futura comercialización.

Un Ozempic natural sin efectos secundarios

Ozempic es un fármaco para la diabetes que se ha convertido en la punta de lanza de la nueva ola de medicamentos para peder kilos. Utiliza un compuesto químico conocido como agonista del GLP-1, cuyo principio activo es la semaglutida y que se comercializa bajo la marca Wegovy.

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El Ozempic, al igual que la tirzepatida —otro compuesto que se aprobó recientemente para la pérdida de peso bajo la marca Zepbound—, es un fármaco sintetizado artificialmente que está basado en hormonas segregadas por el cuerpo humano que actúan uniéndose a determinados receptores cerebrales que regulan el apetito y la sensación de saciedad después de comer. Sin embargo, en ocasiones también provocan reacciones adversas.

"Aunque se ha demostrado la eficacia de los actuales agonistas del GLP-1, existen algunos efectos secundarios asociados a su uso: problemas gastrointestinales como náuseas, vómitos y cambios en la salud mental como ansiedad e irritabilidad. Datos recientes también han confirmado que cuando los pacientes interrumpen el tratamiento recuperan el peso perdido”, afirma Elena Murcia, del Grupo de Investigación en Bioinformática Estructural y Computación de Alto Rendimiento (BIO-HPC) y de la Unidad de Investigación en Trastornos Alimentarios de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), en un comunicado de prensa.

Murcia asegura que la mayoría de los agonistas del GLP-1 son péptidos —cadenas cortas de aminoácidos que pueden ser degradados por las enzimas estomacales—, por lo que la administración por inyección es más recomendable que por vía oral.

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"Estos son sintéticos y nos interesaba encontrar alternativas naturales", asegura Murcia. "Los fármacos que no son péptidos pueden tener menos efectos secundarios y ser más fáciles de administrar, lo que significa que podrían administrarse en forma de píldoras en lugar de inyecciones".

La IA clave en el descubrimiento

El equipo de investigadores ha usado una inteligencia artificial para identificar una serie de compuestos naturales no peptídicos que activan el receptor GLP-1. Primero realizaron unas simulaciones que les permitieron cribar entre 10.000 compuestos para descubrir cuáles de ellos se unían al receptor de GLP-1.

Luego usaron varias IAs para identificar los compuestos naturales no peptídicos que activaban el receptor de GLP-1 y poder analizar el grado de similitud de estas uniones con las que se producen entre la hormona GLP-1 y su receptor. De este cribado salió una lista de 65 compuestos de la que obtuvieron el Compuesto A y el Compuesto B. Ambos proceden de plantas muy comunes, cuyos extractos se han asociado en el pasado con efectos beneficiosos en el metabolismo humano.

"Nos centramos en extractos de plantas y otros compuestos naturales porque pueden tener menos efectos secundarios", explica Murcia. "Los estudios informatizados como el nuestro tienen ventajas clave, como la reducción de costes y tiempo, el análisis rápido de grandes conjuntos de datos, la flexibilidad en el diseño experimental y la capacidad de identificar y mitigar cualquier riesgo ético y de seguridad antes de realizar experimentos en el laboratorio. Estas simulaciones también nos permiten aprovechar los recursos de la IA para analizar problemas complejos y aportar así una valiosa perspectiva inicial en la búsqueda de nuevos fármacos".

Los dos compuestos se están sometiendo en estos momentos a pruebas de laboratorio. "Estamos en las primeras fases del desarrollo de nuevos agonistas del GLP-1 derivados de fuentes naturales. Si nuestros cálculos basados en IA se confirman in vitro y luego en ensayos clínicos, tendremos otras opciones terapéuticas para controlar la obesidad", asegura Murcia.