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EEUU crea una nueva arma nuclear para su nuevo bombardero invisible B-21 Raider
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360 kilotones

EEUU crea una nueva arma nuclear para su nuevo bombardero invisible B-21 Raider

El Pentágono está preparando una nueva bomba nuclear de 360 kilotones, 24 veces más potente que la bomba atómica que lanzaron sobre Hiroshima

Foto: El B-21 en sus pruebas de taxi. (USAF)
El B-21 en sus pruebas de taxi. (USAF)

El Departamento de Defensa de los EEUU ha anunciado la construcción de una nueva bomba nuclear de gran potencia que sustituirá a las antiguas B61-7, las principales armas termonucleares del arsenal estadounidense tras la Guerra Fría.

EEUU cuenta ahora con más de 3.700 cabezas nucleares, un número que le sitúa como la segunda potencia nuclear detrás de Rusia, con 5,997. A pesar de que el número de unidades de este tipo de bombas ha descendido sustancialmente desde la Guerra Fría, los políticos estadounidenses todavía creen en su capacidad de disuasión, sobre todo teniendo en cuenta el actual contexto de inestabilidad geopolítica.

"El anuncio de hoy refleja un entorno de seguridad cambiante y las crecientes amenazas de adversarios potenciales", declaró el Subsecretario de Defensa para Política Espacial, John Plumb, en un comunicado. "Estados Unidos tiene la responsabilidad de seguir evaluando y desplegando las capacidades que necesitamos para disuadir de forma creíble y, en caso necesario, responder a ataques estratégicos y dar seguridad a nuestros aliados".

Cómo es nueva bomba nuclear de EEUU

El programa de bombas nucleares inertes B61 arrancó en la década de los 60 en el famoso Laboratorio Nacional de los Álamos, en Nuevo México. Desde entonces se han fabricado varias versiones de este modelo que han ido creciendo de potencia hasta alcanzar los 360 kilotones que tendrá B61-13. Esto hará que la nueva bomba nuclear estadounidense sea 24 veces más potente que la bomba atómica que lanzaron sobre Hiroshima y 14 veces más que la que arrasó Nagasaki.

Foto: (NASA)

Hans Kristensen, experto en armas nucleares de la Federación de Científicos Estadounidenses, que fue informado por el Pentágono sobre la bomba a principios de esta semana, declaró al medio especializado Defense News que el arma incorporará las mismas cabezas nucleares de las B61-7 de los años ochenta y noventa. Mientras que mantendrá el estilo de carcasa y el kit de cola de la B61-12, el último modelo de este tipo de bomba desarrollado hasta la fecha.

Según el Departamento de Defensa de los EEUU, la nueva bomba incluirá características de diseño del B61-12, como mejores sistemas de seguridad y protección y un sistema de guiado montado en la cola para una mayor precisión. Aunque será distinto en su potencia y se parecerá más a la B61-7, con 360 kilotones, que a la B61-12 con sus 50 kilotones.

placeholder La nueva bomba tendrá unos 360 kilotones (Fuerza Aérea de EEUU)
La nueva bomba tendrá unos 360 kilotones (Fuerza Aérea de EEUU)

El ejército estadounidense dice que la B61-13 se podrá lanzar desde los aviones modernos, incluído el B-21 Raider, el nuevo bombardero invisible más avanzado del mundo que están desarrollando con Northrop Grumman y que está a punto de despegar.

Un arma más política que de guerra

El Pentágono asegura que la creación de esta bomba no supondrá un aumento del tamaño de su arsenal nuclear. Sino que tienen previsto reducir el número de B61-12 y producir B61-13 para sustituirlas, manteniendo el número total entre 400 y 500. Estas bombas de alta potencia en su arsenal les permitirán contrarrestar objetivos más grandes y dar al Presidente más opciones en la planificación de misiones.

placeholder Lanzamiento de una bomba B61-12 inerte desde un F-35A (USAF)
Lanzamiento de una bomba B61-12 inerte desde un F-35A (USAF)

Sin embargo, fabricar más bombas nucleares de gran potencia, dice Kristensen, no se debe a las necesidades de la guerra moderna, que favorece las ojivas de menor potencia, sino que su fabricación se debe a la actual situación política que se vive en EEUU. El Presidente estadounidense, Joe Biden, ha empezado a deshacerse de este tipo de bombas, pero los legisladores republicanos se han opuesto, alegando que son necesarias para atacar objetivos de difícil acceso.

"Es lamentable que tengamos que recurrir a las armas nucleares como una especie de moneda de cambio nuclear en el Congreso", dijo Kristensen. "Probablemente no sea un fenómeno nuevo. Pero entendemos que la administración ha decidido que esto es lo que necesita para, en cierto modo, engatusar a los halcones de la defensa".

El Departamento de Defensa de los EEUU ha anunciado la construcción de una nueva bomba nuclear de gran potencia que sustituirá a las antiguas B61-7, las principales armas termonucleares del arsenal estadounidense tras la Guerra Fría.

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