El nuevo bombardero invisible más avanzado del mundo a punto de despegar

El B-21 Raider, el más reciente y avanzado bombardero ‘invisible’ de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, ya ha iniciado sus pruebas de rodaje en la pista de despegue de la gran Planta 42 de Northrop Grumman en Palmdale, California, utilizando la energía generada por sus turbinas. Este proceso de rodaje es un hito extremadamente importante en el desarrollo del B-21, ya que marca el último paso antes de su vuelo inaugural, que podría tener lugar antes de que finalice el 2023.

Un portavoz de la Fuerza Aérea confirmó a la publicación militar The War Zone que el B-21 actualmente está realizando actividades de rodaje en tierra. Este oficial de la USAF enfatizó que "las pruebas rigurosas son una fase esencial en el programa de pruebas de vuelo del B-21. Esta extensa prueba está diseñada para evaluar sistemas, componentes y funcionalidades, ayudando a reducir riesgos, refinar el diseño y mejorar la eficiencia operativa."

Primer vuelo antes de que termine 2023

Northrop Grumman, el fabricante del B-21, había anunciado previamente las primeras pruebas de los motores en tierra en septiembre. Este anuncio se produjo después de que los sistemas eléctricos del Raider se activasen por primera vez a principios de este año. Todas estas pruebas se llevaron a cabo en las instalaciones de la compañía en Palmdale, California.

Ahora mismo hay cinco B-21 adicionales en diferentes etapas de producción en la misma fábrica y se espera que estas seis aeronaves de preproducción formen el núcleo de una fuerza de prueba en la Base de la Fuerza Aérea Edwards en California.

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Jesús Díaz

El primer vuelo del B-21 ha experimentado varios retrasos a lo largo de los años debido a diversos retos, incluido el impacto de la pandemia de COVID-19 en el diseño y fabricación de la aeronave. Sin embargo, el objetivo actual de la Fuerza Aérea es que el Raider realice su primer vuelo antes de fin de año. Según el Secretario de la Fuerza Aérea Frank Kendall, es muy posible que el primer vuelo suceda antes de que acabe este año, aunque no quiso comprometerse de forma definitiva.

Largo historial de aviones invisibles

Desde los primeros días de la aviación militar, la capacidad de evadir al enemigo ha sido una prioridad para todas las fuerzas aéreas del mundo, pero sólo Estados Unidos ha logrado este ‘Santo Grial” militar, desarrollando tecnologías y aeronaves que hoy pueden en teoría operar sin ser detectadas.

Todo comenzó en la década de 1970, cuando el avance de los sistemas de radar enemigos obligó a que Estados Unidos iniciara un programa ultrasecreto llamado "Have Blue". Este programa experimental sentó las bases para el F-117 Nighthawk, que se convirtió en el primer avión de combate furtivo operativo del mundo en 1981 y en objeto de leyendas urbanas. De hecho, las pruebas del F-117 en el Área 51 dieron lugar a innumerables denuncias sobre vuelos de ovnis sobre el desierto de Nevada. Con su diseño angular, el F-117 demostró que un avión podía evadir eficazmente las defensas enemigas, cambiando para siempre el panorama de la guerra aérea. El cazabombardero se usó en la primera guerra del Golfo con un éxito demoledor.

Luego llegaría el B-2 Spirit, introducido a finales de la década de 1990, que llevó la tecnología furtiva a un nuevo nivel. Con su diseño de ala volante y su capacidad para transportar un arsenal nuclear, el B-2 combinó potencia y alcance con sigilo. El B-2 puede operar en territorio enemigo sin ser detectado, afirman, lo que la convirtió en una herramienta estratégica esencial para Estados Unidos.

Con el tiempo, esta tecnología furtiva también llegó a otros aviones de combate: el F-22 Raptor y el F-35 Lightning II están diseñados para roles de intercepción y cazabombardero, incorporaron avances en materiales y diseño de los B-2.

La “máquina más avanzada de la Tierra”

En la nota de prensa que acompañó a la presentación original, Northrop Grumman dijo que el B-21 Raider se beneficia de esas más de tres décadas de su tecnología furtiva. Ha sido desarrollado, dicen, “con la próxima generación de tecnología sigilosa, capacidades avanzadas de red y una arquitectura de sistemas abiertos [...] empleando nuevas técnicas y materiales de fabricación para garantizar que el B-21 derrote los sistemas de defensa enemigos.

Durante su presentación, el secretario de Defensa de los EEUU Lloyd Austin dijo que aunque "el B-21 parece imponente por fuera, lo que hay debajo del fuselaje y sus recubrimientos de era espacial es aún más impresionante. Incluso los sistemas de defensa aérea más sofisticados tendrán dificultades para detectar el B-21 en el cielo".

Austin también dio a entender que tendrá más alcance que los bombarderos B-2 Spirit, B-1 Lancer y B-52 Stratofortress actuales: "Ningún otro bombardero de largo alcance puede igualar su eficiencia. No tendrá que estar basado cerca del teatro [de operaciones] y no necesitará apoyo logístico para atacar a ningún objetivo de riesgo [refiriéndose a aviones nodriza]".

Según la CEO de Northrop Grumman, el B-21 Raider está diseñado para superar a todos sus predecesores y neutralizar los avances enemigos en tecnología de radar. El B-21 no sólo será el avión furtivo más avanzado jamás construido en la Tierra sino que es sencillamente la máquina más avanzada jamás fabricada en el planeta, punto.

Nueva flota de bombarderos

Este avión ahora en la pista de despegue es el primero de la serie, marcado con el número de serie 0001 de una flota de 100 aeronaves iniciales destinadas a ser la principal fuerza de ataque estratégico de la superpotencia nuclear.

En teoría serán capaces de bombardear Moscú o Pekín con armas convencionales o atómicas sin ser detectadas, por lo que es una aeronave muy esperada en la flota de bombarderos de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos. Desarrollado por la misma compañía que también creó el icónico B-2 Spirit, el Raider está diseñado para ser un avión furtivo capaz de llevar a cabo una gran variedad de misiones, incluyendo ataques secretos de largo alcance pero también de vigilancia.

Diseñado y fabricado con gemelo digital por primera vez

También será el primer bombardero que cuente con un gemelo digital. Este duplicado tridimensional se comporta exactamente como el modelo físico y servirá para apoyar las labores de mantenimiento en tierra y prevenir posibles puntos críticos antes de que ocurran. Según la compañía, “esta infraestructura digital en la nube dará como resultado una aeronave más fácil de mantener y sostenible, con una infraestructura de menor coste”.

Según Northrop, el B-21 también ha sido diseñado desde el primer día para actualizarse rápidamente: “A diferencia de los aviones de generación anterior, el B-21 no se someterá a actualizaciones de bloque [que son las habituales en el mundo de la aviación militar]”.

Gracias a su arquitectura, aseguran, “la nueva tecnología, sus capacidades técnicas y las armas se incorporarán a la perfección a través de actualizaciones de software ágiles y la flexibilidad de hardware integrada”. La compañía dice que esto garantizará que el B-21 Raider pueda hacer frente a nuevas amenazas a medida que estas vayan apareciendo.

203.000 millones de inversión hasta 2050

Al final, los Raiders — nombrados así en honor de los Doolittle Raiders, el mote de los participantes del primer ataque aéreo sobre suelo japonés el 18 de abril de 1942 — son la versión 2.0 de los B-2 Spirit, el famoso bombardero estratégico invisible al radar que entró en servicio en 1997 y costó 2.200 millones de dólares por unidad contando el coste del desarrollo. Sólo se construyeron 21 unidades de las que sólo quedan 16 en servicio.

El coste total del programa B-21, incluyendo su operación hasta la x, está estimado en 203.000 millones de dólares.

La USAF afirma que considera el B-21 Raider como la nueva columna vertebral de su capacidad ofensiva aérea y una parte fundamental de su tríada nuclear junto a sus misiles balísticos intercontinentales y sus submarinos atómicos.

Más capacidad ofensiva que el B-2

También se espera que el B-21 tenga una capacidad ofensiva aún más potente que el B-2, con bahías de armar capaces de llevar una mayor variedad y cantidad de armas, incluyendo más misiles aire-tierra y bombas guiadas de precisión, misiles crucero y armas nucleares. También es probable que esté equipado con nuevos sistemas avanzados de puntería y navegación, lo que le permitirá atacar objetivos con un alto grado de precisión.

Otra de sus funciones es su capacidad avanzada de guerra electrónica, que le permitirán interferir las comunicaciones del enemigo y confundir aún más a sus defensas aéreas, lo que dificultará aún más cualquier posible intercepción.

100 bombarderos en ciernes

Seis B-21 de prueba están ahora en construcción en las instalaciones de Northrop Grumman cercanas a la base de Edwards pero el Pentágono tiene programado comprar 100 de estos aviones para sustituir a toda su flota de bombarderos estratégicos.

Hasta ahora, el B-2 — con sus 11.000 kilómetros de autonomía y envergadura de 52 metros — seguirá siendo la gran bestia de la fuerza aérea estadounidense. Los Spirit debutaron en la guerra de Kosovo, donde destruyeron el 33% de todos los blancos terrestres eliminados durante las primeras ocho semanas de intervención de la OTAN para parar la carnicería serbia. También participaron en Afganistán en los meses posteriores al ataque terrorista del 9 de septiembre y en la segunda guerra de Iraq.

Anunciado el año pasado, el B-21 tiene un diseño mejorado en el que se han utilizado nuevas técnicas y materiales desarrollados a partir de la experiencia con el B-2. En teoría, esto lo hará mucho más barato no sólo en su construcción sino durante toda su vida operativa. Según Tom Jones, presidente de Sistemas Aeronáuticos de Northrop Grumman, estos aviones, es en estas pruebas finales cuando se demostrará aún más que el nuevo diseño es el adecuado.

Detectable sólo cuando abre sus compuertas

Como el el B-2, el B-21 sólo será ligeramente detectable cuando abre las compuertas para el bombardeo: éstas rompen la superficie plana cubierta de material que absorbe las ondas de radar, creando un perfil que puede ser usado para disparar un misil tierra-aire contra el avión. Y, en el momento en que abandonasen el B-2, las bombas o misiles de crucero serían detectadas inmediatamente, apareciendo de la nada.

En ese momento los rusos o chinos podrían concluir que los americanos estarían atacándoles y, con total seguridad, lanzarían un ataque nuclear con sus misiles balísticos intercontinentales. Todavía no sabemos es si los nuevos materiales y diseño del B-21 Raider lo harían inmune a los radares en vuelo, pero sus ataques seguirían siendo detectables como con el B-2.

China y Rusia no pueden competir

Ni China ni Rusia tienen nada que se parezca ni al B-2 ni al B-21, aunque China avanza rápidamente en su propio bombardero furtivo, del que ya hemos hablado en estas páginas: el H-20. Todavía no se saben todos los detalles técnicos del avión ‘invisible’ chino pero los expertos afirman que puede ser comparable al icónico B-2 Spirit norteamericano.

Con esta nueva máquina, los chinos afirman que igualarán por primera vez todas las capacidades de la tríada nuclear americana. Según los analistas, el H-20 representa una amenaza muy seria para la seguridad de los EEUU y sus aliados, pero todavía no se sabe con certeza cuánto hay de realidad y cuánto de ficción en esta nueva máquina.

Los chinos también afirman tener un “radar cuántico” capaz de detectar los B-2 norteamericanos. Los rusos también dicen que sus radares son capaces de detectar los B-2 en vuelo, pero nada de esto ha sido probado y, conociendo la capacidad tecnológica rusa demostrada en la invasión de Ucrania, es difícil creer cualquier afirmación de las fuerzas de Putin.