La NASA alerta de un problema serio en la estación espacial
Dos astronautas tuvieron que abortar su paseo espacial por una gran fuga de líquido refrigerante de una nave Soyuz atracada en la ISS, otro ejemplo del desastre de la agencia espacial rusa
El desastre tecnológico e industrial ruso continúa en picado: dos cosmonautas tuvieron que cancelar su paseo espacial esta madrugada debido a un gran derrame incontrolado de refrigerante procedente de una de las naves Soyuz atracadas en la Estación Espacial Internacional.
Según la agencia espacial norteamericana, los cosmonautas Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin estaban ya en sus trajes dentro de la esclusa de aire despresurizada y listos para salir al espacio cuando el control de tierra les informó que debían detenerse mientras investigaban una fuga de líquido desconocido. El gran chorro — como lo calificó en directo el comentarista de NASA TV, que iba a retransmitir el paseo de los cosmonautas — apareció de repente en la cámara que enfocaba a la nave Soyuz MS-22.
Poco después determinaron que se trataba de una fuga incontrolada de líquido refrigerante — amoniaco — y cancelaron el paseo sobre las 4:00 hora española (3:00 hora universal coordinada), como se puede ver en este vídeo:
Situación delicada
Todavía se desconoce el origen exacto del problema o los efectos que podría tener en la operatividad de la nave Soyuz pero, según la NASA, las vidas de los astronautas en la ISS no corrieron peligro.
Pero que la fuga no fuera motivo de preocupación para la supervivencia inmediata de los astronautas no quiere decir que no sea un gran peligro para la seguridad de los tripulantes de la ISS.
Primero, no sabemos todavía el efecto que el amoniaco puede tener en la estructura de la estación, futuros paseos espaciales y la operatividad de otras naves que intenten atracar con la ISS. Los ingenieros de la NASA se encuentran en estos momentos evaluando esos posibles efectos dada la gran cantidad de líquido que ha salido durante más de tres horas.
Pero la situación para los astronautas es aún más delicada porque es probable que la Soyuz haya quedado inutilizada. Los ingenieros todavía no han emitido un dictamen al respecto pero, en estos momentos, la ISS no contaría con las naves necesarias para evacuar a los tripulantes de la ISS en caso de emergencia, como una posible colisión con basura espacial o una tormenta solar severa, como describe este vídeo:
Ahora mismo sólo hay disponible una nave Dragon con espacio para cuatro tripulantes. En la ISS hay siete en estos momentos.
Este escape es el enésimo ejemplo que muestra cómo la agencia y el programa espacial ruso se están desmoronando, poniendo en peligro al resto de países. El programa ruso mantuvo un aura de invencibilidad durante sus primeras décadas, una imagen que en realidad es falsa si observamos las estadísticas, como cuenta el experto de la academia naval americana David Burbach: ”tienen el peor historial de todas las potencias espaciales”. Ahora van de mal en peor.
El programa espacial ruso se desmorona
Según la Planetary Society —una organización no gubernamental dedicada al seguimiento y fomento de la exploración espacial con fines científicos—, los rusos tuvieron 15 problemas graves en sus cohetes que acabaron en la destrucción o inutilización de satélites y naves de carga de 2011 a 2016.
El 28 de noviembre de 2017 hubo otra gran pifia en la que los rusos perdieron uno de sus satélites para la observación atmosférica y 20 microsatélites más por “un fallo humano”. En mes siguiente, en otro lanzamiento, también perdieron la conexión con un satélite de comunicaciones que habían construido para Angola, el primero de este país.
El 29 de agosto de 2018, la ISS comenzó a perder oxígeno por un agujero en la nave Soyuz MS-09 conectada a la estación. Inicialmente, según la agencia rusa de noticias RIA Novosti, fue causado por un trabajador de RSC Energia, el fabricante de las Soyuz. Después de un año, el jefe Roscosmos en ese momento negó que esa fuera la razón y dijo que la mantendría en secreto por motivos que no se ha molestado en desvelar pero que huelen a excusa para tapar la crisis de su organización.
El 11 de octubre de 2018, la Soyuz MS-10 tuvo que abortar el lanzamiento dos minutos después de la ignición. El sistema de emergencia se activó, separando la nave tripulada por el astronauta Nick Hague y el cosmonauta Alexy Ovchinin, que cayeron a casi 500 kilómetros de la plataforma de despegue después de soportar aceleraciones de 7G.
Después estuvo el caso de Nauka, un módulo de por sí anticuado que tenía que haber llegado a la ISS en el 2007 pero que no lo hizo por múltiples fallos detectados en su construcción. 14 años de parches más tarde y con la garantía de sus motores y otros componentes caducada, un cohete Protón lo puso en órbita el 29 de julio de este año. Su gran problema surgió cuando el módulo empezó a disparar sus retrocohetes a lo loco — los de la garantía caducada — y lanzó a la estación espacial en un giro descontrolado. Las alarmas saltaron en Houston y Moscú, pero Roscosmos no pudo intervenir porque la ISS estaba fuera de su radio de control en esos momentos y ellos eran los únicos que podrían desconectar los motores.
'Sabotaje' de los militares rusos
A todo esto hay que añadir la insensatez de los dirigentes rusos, que han amenazado con hasta dejar caer la estación en varias ocasiones y hasta sugirieron que podría haber violencia en la ISS en respuesta a las represalias occidentales contra la invasión ilegal rusa de Ucrania.
El Ejército de Vladimir Putin tambié ha puesto en peligro a la ISS en varias ocasiones, gracias a sus pruebas con misiles antisatélite. En junio de este año, la Estación Espacial Internacional tuvo que realizar una maniobra evasiva para evitar la posibilidad de colisión con metralla producto de la explosión de un satélite ruso. Según el comunicado de la NASA en aquel momento: “los propulsores Progress 81 de la Estación Espacial Internacional dispararon durante 4 minutos, 34 segundos en una Maniobra de Evitación de Desechos Predeterminada para proporcionar una compleja y adicional de medida de distancia lejos de la trayectoria prevista del fragmento de basura espacial rusa Cosmos 1408”. Aquella fue la tercera vez que la ISS tuvo que maniobrar en una emergencia mientras los tripulantes corrían a refugiarse en las naves para evacuar en caso de que algo saliera mal. No fue la última: tuvieron que repetir la maniobra en octubre.
Ahora, si volviera a pasar, tres cosmonautas no tendrían nave para escaparse.
El desastre tecnológico e industrial ruso continúa en picado: dos cosmonautas tuvieron que cancelar su paseo espacial esta madrugada debido a un gran derrame incontrolado de refrigerante procedente de una de las naves Soyuz atracadas en la Estación Espacial Internacional.