China ensaya ataques contra portaaviones de EEUU en el desierto

China está preparándose para un potencial conflicto con la armada de los Estados Unidos en el Pacífico. No sólo está desarrollando armas asesinas de portaaviones — como misiles crucero hipersónicos — sino que además está realizando prácticas de tiro contra naves americanas realizadas a escala real.

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Omar Kardoudi

El descubrimiento del enorme polígono de tiro en el desierto chino de Taklamamkán — que ha salido a la luz gracias a los satélites de Maxar Technologies y el análisis de Instituto Navel de los Estados Unidos (USNI) — no deja lugar a dudas.

Los militares chinos se están preparando para una potencial guerra futura después de que el Presidente chino aumentase la presión sobre Taiwán declararando la isla como objetivo principal de la política anexionista del país asiático. Otro de sus objetivos es aumentar sus aguas jurisdiccionales con islas artificiales e instalando bases en otras ya existentes.

Qué están haciendo

No es la primera vez que China realiza ensayos militares a gran escala en el desierto. Cada cierto tiempo hemos visto fotografías de satélite de retículas de tiro y escenarios de guerra gigantescos. Pero sí es la primera vez que lo hacen contra objetivos tan concretos.

Según dice USNI, se ha detectado un objetivo con la forma de un super-portaaviones de la clase Ford y “por lo menos dos destructores de la clase Arleigh Burke” cerca del polígono de tiro donde China probó su misil balístico anti-barco DF-21D, conocido como un “asesino de portaaviones”.

Aparte de detectar estos modelos y objetivos a escala real, USNI afirma que hay evidencia de que China ha instalado instrumentos de alta precisión para medir la efectividad de sus ataques, desde cámaras de alta velocidad a sensores de alta velocidad y reflectores de radar.

Uno de los modelos — que parece un portaviones de la fuerza de Marines de los EEUU — está colocado sobre raíles y es móvil.

Tambores de guerra

El análisis de USNI afirma que las reproducciones de barcos americanos no tienen otro sentido que servir de objetivos para las prácticas de las fuerzas militares chinas y su nuevas armas de combate naval.

Lógicamente, la intención también es amedrentar tanto a Taiwan como a Estados Unidos y sus aliados en el Pacífico oriental. Y la realidad es que quizás lo estén consiguiendo porque el Pentágono y los comités de defensa del congreso y senado norteamericanos han declarado que China es ya su peor enemigo y que su progreso tecnológico es sorprendente y creciente. Hace sólo unas semanas sorprendían con la prueba de un misil hipersónico capaz de destruir una ciudad con una cabeza nuclear y sin posibilidad de defensa alguna.

China, afirman, se puede estar preparando para dar un golpe en la mesa con Taiwán y ejecutar el mayor cambio geopolítico desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.