¿Qué es la misteriosa onda de radio del espacio que repite su patrón cada 157 días?
Un equipo de investigadores ha hallado, por segunda vez en la historia, una señal que actúa cíclicamente en un espacio de tiempo y, después de silencia, a 3.000 millones de años luz
Por segunda vez en la historia, un equipo de astrónomos ha sido capaz de detectar una señal de radio en el espacio que se repite siguiendo un patrón. Se trata de una ráfaga rápida de radio, también conocida como FRB -por sus siglas en inglés-, que no es más que una consecución de ondas de radio de milisegundos de duración que, por lo poco que sabemos hasta el momento, no son demasiado comunes en el espacio. Lo más curioso de todo es que se repite de manera cíclica y que se ha conseguido rastrear hasta su galaxia de origen.
De momento, se desconoce cuál es la causa exacta de estas explosiones de radio, por lo que los investigadores se afanan en estudiar cuál es su razón de ser. Las ráfagas rápidas de radio únicas han sido localizadas en más ocasiones, aproximadamente más de un centenar de veces, y son aquellas que solo emiten una vez y no se vuelven a repetir. Pero lo que lleva a los científicos a determinar que lo que han encontrado es extraño es que, por segunda vez, han hallado una señal con una emisión cíclica.
Esta nueva señal, conocida como FRB 121102 muestra un patrón de emisión de ondas de radio durante un periodo de 90 días, seguido de un periodo de silencio de otros 67. Cuando se cumplen estos 157 días, vuelve a comenzar su emisión durante otros 90 días para, otros 67 días más tarde volver a quedar en silencio. Y, así, sucesivamente. Por lo que creen los expertos, es una ráfaga de radio repetida desde el año 2016, pero no ha sido ahora hasta que se han dado cuenta de que tiene un patrón de funcionamiento.
"Hasta ahora, solo se conocía otro FRB repetido que mostraba un patrón en su actividad explosiva", afirmó Kaustubh Rajwade, autor principal del estudio e investigador de la Universidad de Manchester, a 'CNN'. "Encontrar tal patrón revela pistas importantes sobre lo que podría ser el causante de esta FRB. Una periodicidad nos dice que el objeto que está produciendo las FRB probablemente esté en órbita con otro cuerpo astrofísico", asegura.
Tal y como explican los investigadores que descubrieron en esta señal en la revista 'Monthly Notices of the Royal Astronomical Society', la señal FRB 121102 está vinculada a una pequeña galaxia enana situada a 3000 millones de años luz de la Tierra. Su capacidad para repetirse en el tiempo podría explicar el gran rango potencial que tiene esta señal. "Este descubrimiento emocionante destaca lo poco que sabemos sobre el origen de los FRB", indica Duncan Lorimer, coautor del estudio, decano asociado de investigación y profesor de física y astronomía en la Universidad de West Virginia.
En el futuro, los investigadores quieren encontrar otras ráfagas rápidas de radio que se repitan en el tiempo, con el objetivo de poder determinar si también tienen patrones y ver si los dos descubiertos son aleatorios o, por el contrario, tienen cierto sentido. De igual manera, quieren observar en concreto la señal FRB 121102 para analizar si su ciclo conocido cambia con el paso del tiempo. "Responder preguntas como estas nos acercará a la verdadera razón de ser de las FRB", afirma Rajwade.
Pero el descubrimiento de este tipo de señales no significa que una inteligencia extraterrestre esté mandando comunicaciones, sino que existe una explicación mucho más plausible: esta repetición de ráfagas rápidas de radio podría provenir del movimiento oscilante del eje de una estrella de neutrones altamente magnetizada. Los expertos creen que es la responsable de este tipo de emisiones, aunque será en próximas investigaciones cuando se trate de determinar cuál es su verdadero origen.
Por segunda vez en la historia, un equipo de astrónomos ha sido capaz de detectar una señal de radio en el espacio que se repite siguiendo un patrón. Se trata de una ráfaga rápida de radio, también conocida como FRB -por sus siglas en inglés-, que no es más que una consecución de ondas de radio de milisegundos de duración que, por lo poco que sabemos hasta el momento, no son demasiado comunes en el espacio. Lo más curioso de todo es que se repite de manera cíclica y que se ha conseguido rastrear hasta su galaxia de origen.