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La prohibición de usar móvil en gasolineras se basa en un mentira: no va a explotar
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La prohibición de usar móvil en gasolineras se basa en un mentira: no va a explotar

La normativa prevé una sanción leve por el uso del móvil y alude a su radiación electromagnética. En realidad no pueden provocar incendios pero la electricidad estática sí

Foto: Una gasolinera de Petrolis Independents, poner la estelada es legal, sacar el móvil no (EFE)
Una gasolinera de Petrolis Independents, poner la estelada es legal, sacar el móvil no (EFE)

Llegamos a cualquier gasolinera y junto al surtidor nos encontramos unos cuantos iconos, entre los que no suelen faltar los que nos prohíben encender fuego, derramar gasolina fuera del depósito, fumar y encender el móvil. Como a nadie le gusta saltar por los aires en una explosión de película, todos nos parecen bastante razonables. ¿O no?

¿Si hablo por el móvil, qué pasa? ¿Y si lo hace otra persona que pasa por la calle a pocos metros? ¿Pero tengo que apagarlo o lo pongo en modo avión como en los aviones? Y, precisamente, si la normativa aérea se ha vuelto más permisiva con el uso de estos aparatos, ¿tiene sentido mantener una prohibición tajante en las gasolineras?

Foto: El X-47B en pleno vuelo. (Foto: USAF)

Consultamos con la Dirección General de Tráfico para comprobar que en realidad la prohibición es bastante laxa. "El segundo párrafo del artículo 115.3 del Reglamento General de Circulación, aprobado por Real Decreto 1428/2003, de 21 de noviembre, establece que los propietarios de aparatos distribuidores de combustible o empleados de estos últimos no podrán facilitar los combustibles para su carga si no está parado el motor y apagadas las luces de los vehículos, los sistemas eléctricos como la radio y los dispositivos emisores de radiación electromagnética como los teléfonos móviles", explican.

Es curioso que la norma recoja una referencia explícita a "dispositivos emisores de radiación electromagnética", dando a entender que dicha radiación sería el motivo de un supuesto peligro. También lo es que se aluda a la responsabilidad de los propietarios o empleados de la gasolinera.

"El artículo 115.4 impone esta misma exigencia al conductor del vehículo o, en su caso, a la persona que vaya a cargar el combustible, en el supuesto de ausencia de los propietarios de aparatos distribuidores de combustibles o empleados de estos últimos", aclaran desde la DGT.

El incumplimiento de la norma de usar el móvil en gasolineras se sanciona con una multa de hasta 100 euros

El incumplimiento de esta norma constituye una infracción leve, es decir, que no acarrea la pérdida de puntos, pero se sanciona con una multa de hasta 100 euros, según lo dispuesto en los artículos 75 y 80 del texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, aprobado por Real Decreto Legislativo 6/2015, de 30 de octubre.

Otra cosa es que en el espacio que ocupa la gasolinera un conductor realice alguna maniobra mientras manipula el teléfono, lo cual conllevaría una sanción “poner en peligro la seguridad vial y no por estar específicamente en una gasolinera”.

Las ondas de los móviles no provocan chispas

Pero volvamos al tema de la radiación electromagnética, a la que alude el reglamento. "Hace falta una chispa para que el vapor de gasolina, mezclado con aire, entre en ignición. Las microondas de los móviles no hacen eso, y hasta donde yo sé los teléfonos no producen chispas", explica a Teknautas Arturo Quirantes, profesor de física de la Universidad de Granada y divulgador científico.

placeholder Gasolinera en Kyoto (Reuters)
Gasolinera en Kyoto (Reuters)

El programa MythBusters o "cazadores de mitos" de Discovery Channel, que durante años se dedicó a desmontar leyendas urbanas, ya demostró que es imposible que una llamada ocasione un problema de este tipo.

Si nos ponemos quisquillosos, existe una posibilidad muy remota de que un móvil provoque una deflagración, tal y como dice Daniel Torregosa en un artículo en Naukas: que su batería sea defectuosa. Se han dado casos. Pero eso puede ocurrir en una gasolinera o en cualquier lado y ya sería mala suerte que sucediera, precisamente, cuando vamos a repostar. Los propios vehículos llevan baterías y no nos preocupamos porque hipotéticamente vayan a explotar. El caso es que las ondas no tienen absolutamente nada que ver.

Electricidad estática

"Lo que sí es peligroso es el fenómeno de la electricidad estática. El coche roza con el aire y se carga eléctricamente. Cuando el conductor sale y se apoya, hace de puente entre el vehículo y el suelo, el vehículo se descarga y puede producir una chispa. Eso es lo que hay que vigilar, y no las microondas del móvil", afirma Arturo Quirantes.

placeholder Un hombre reposta gasolina en Sao Paulo (Reuters)
Un hombre reposta gasolina en Sao Paulo (Reuters)

La electricidad estática se genera cuando hay un exceso de carga en una superficie, generalmente por rozamiento en ciertos materiales, como podemos comprobar simplemente frotando un bolígrafo con un jersey o en el pelo. En una estación de servicio, el peligro está en los vapores inflamables que generan los carburantes. Aunque muy improbable, no es imposible que suceda algo.

Las leyendas urbanas

De hecho, circulan vídeos en los que se produce algún tipo de incendio en gasolineras, son sucesos reales grabados por cámaras de seguridad en los que parece que el fuego se ha generado de forma espontánea, pero no tienen nada que ver con el uso de teléfonos, por mucho que nos cuenten que sí, sino por diversos motivos relacionados con la electricidad estática.

En un artículo publicado en El Heraldo, el divulgador científico Fernando Gomollón Bel aporta un dato muy curioso: estas cosas casi siempre le pasan a personas jóvenes en Estados Unidos. En este país, las gasolineras de autoservicio suelen tener boquillas del surtidor con bloqueo automático –en España no–, lo que permite que un cliente la deje puesta y se marche a hacer otras cosas, por ejemplo, volver a entrar al coche y cargarse de electricidad estática al rozarse con los asientos y las alfombrillas. Los jóvenes se mueven más y, además, los mayores se suelen apoyar para salir, descargándose de electricidad, con lo cual ya tendríamos la explicación completa.

Llegamos a cualquier gasolinera y junto al surtidor nos encontramos unos cuantos iconos, entre los que no suelen faltar los que nos prohíben encender fuego, derramar gasolina fuera del depósito, fumar y encender el móvil. Como a nadie le gusta saltar por los aires en una explosión de película, todos nos parecen bastante razonables. ¿O no?

Pseudociencia Gasolina
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