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La 'cara b' de la subida en I+D+i: tres datos que el Gobierno no cuenta
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suben los créditos, bajan las ayudas

La 'cara b' de la subida en I+D+i: tres datos que el Gobierno no cuenta

El Gobierno plantea un aumento "notable" en el gasto en I+D y nos aproximamos a la media europea. ¿De verdad? No del todo, el diablo está en los detalles

Foto: El Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. (Reuters)
El Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. (Reuters)

Un aumento "notable" en el gasto público en I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) que nos acerca a la inversión media comunitaria. Así califica el Libro Amarillo de los Presupuestos Generales del Estado la partida dedicada a este fin: 6.029 millones (6.429 incluida la I+D militar), lo que supone un aumento del 4,1% (un 1,1% si se engloba el apartado militar), para financiar los distintos programas dedicados a la investigación científica y tecnológica así como su coordinación, transferencia y aplicación. La gestión de la nueva Agencia Estatal de Investigación o la aportación española a distintos organismos científicos internacionales, entre otros conceptos, también saldrán de esta suma.

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Un aumento en esta partida es siempre, en principio, una buena noticia para la ciencia española, pero el diablo está en los detalles, y hay algunos puntos de este apartado que hay que explicar para entender del todo cómo pretende realmente el Gobierno impulsar la investigación en España.

"Próximos a la media comunitaria"

Según la información recogida en ese Libro Amarillo, la inversión en I+D civil para este 2017 supone un 1,8% del presupuesto público total, ascendiendo desde el 1,6% que suponía en 2016. Esto, según el Gobierno, nos aproxima a la media de los países de la UE, lo cual es verdad pero con matices. Para empezar, hay que aclarar que el propio Gobierno español se comprometió a alcanzar un 2% de inversión pública para el año 2010. Un objetivo que sigue sin llegar 7 años después.

Por otro lado, se considera que la media de la inversión comunitaria en I+D es del 2%, pero del PIB de cada país, combinando los fondos públicos con la inversión privada, que según palabras del Ejecutivo es la que en nuestro país no está haciendo su parte y es la que causa un déficit en la financiación de la I+D. De hecho, según las recomendaciones de la UE, los países deberían alcanzar para 2020 una inversión en I+D del 3% del PIB, con un 1% proveniente de recursos públicos y un 2% de fondos privados.

Los 6.029 millones presupuestados por el Gobierno suponen el 1,8% del total del gasto público, pero solo un 0,54% del PIB de España (1.113.851 millones en 2016). Así que sigue estando muy lejos del 1% que la UE pide a los estados para 2020.

Créditos financieros o no financieros

Estos presupuestos contienen un aumento en los fondos destinados a la ciencia del 4,1% respecto al ejercicio anterior, pero la gestión de esos fondos es tan importante o más que su cantidad: los créditos no financieros (las ayudas a través de concursos y convocatorias de las que dependen la mayoría de los proyectos y grupos de investigación de instituciones públicas) han disminuido un 2,6% hasta los 2.446 millones, mientras que los créditos financieros (préstamos concedidos con condiciones en principio ventajosas que deben ser devueltos posteriormente) aumentan un 9,2% hasta los 3.583 millones. El motivo de este reparto, explican a Teknautas desde la Secretaría de Estado de I+D, es que está pensado para poner en marcha la Red CERVERA, dedicada a la transferencia tecnológica.

Este presupuesto [...] es un recorte en las partidas de gasto público puro, que es lo que de verdad sirve para financiar la ciencia

El problema es que estos fondos nunca se conceden en su totalidad, así que aumentarlos no significa en la práctica dedicar más recursos públicos a financiar la I+D, además de que ya que tienen que ser devueltos a posteriori, no se trata de un aumento del gasto público porque no se gasta el dinero, se presta.

Según Jorge Barrero, presidente de la Fundación COTEC, "es imposible que este presupuesto nos lleve a una subida en el gasto en I+D: es un recorte en las partidas de gasto público puro, que es lo que de verdad sirve para financiar la ciencia, y se tapa con un aumento del 9,6% en la partida de créditos que sistemáticamente no se ha utilizado", denuncia, señalando la aparente contradicción de elaborar un presupuesto restrictivo en un momento de supuesto crecimiento económico. Su única esperanza es que el trámite parlamentario de los presupuestos sirva para que los demás grupos parlamentarios consigan mejorarlos, "¡y mucho!".

Menos millones para el CERN (y otras cifras)

España debe incluir en sus previsiones de gasto en I+D sus cuotas para organismos científicos internacionales como la Agencia Espacial Europea, el Observatorio Austral Europeo y el CERN. En el caso de este último, la cuota a pagar aparece reflejada en el Libro Amarillo, pasará de 103,16 a 75,8 millones de euros. ¿A qué se debe este descenso? Según informa la Secretaría de Estado de I+D, en los últimos años España ha tenido que compensar una deuda previa en estas cuotas de unos 40 millones de euros, que ya ha quedado saldada. De ahí que la cantidad a transferir este año sea notablemente inferior.

Por otro lado, este año es el primero en el que se contempla un presupuesto propio para la Agencia Estatal de Investigación, creada en noviembre de 2015 pero sin financiación hasta ahora. A esa agencia se destinarán 615 millones de euros.

Entre los organismos que verán reducirse su presupuesto están el CSIC (624 millones, un 0,9% menos que en 2016), el Instituto de Salud Carlos III (270 millones, un 0,8% menos), el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (54 millones, un 32,7% menos), el Instituto Nacional de Oceanografía (60 millones, cae un 7%), el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (o Ciemat, con 87 millones de euros su presupuesto cae un 2,7%), el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (o INTA, 137 millones, mantiene el mismo presupuesto) y el Instituto Geológico y Minero de España (24 millones de presupuesto, un 4,2% menos).

Un aumento "notable" en el gasto público en I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) que nos acerca a la inversión media comunitaria. Así califica el Libro Amarillo de los Presupuestos Generales del Estado la partida dedicada a este fin: 6.029 millones (6.429 incluida la I+D militar), lo que supone un aumento del 4,1% (un 1,1% si se engloba el apartado militar), para financiar los distintos programas dedicados a la investigación científica y tecnológica así como su coordinación, transferencia y aplicación. La gestión de la nueva Agencia Estatal de Investigación o la aportación española a distintos organismos científicos internacionales, entre otros conceptos, también saldrán de esta suma.

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