Soy experto en tecnología y estas son las novedades más importantes de 2024, más allá de la IA

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Mariusz Stolarski es el Director Global de la Oficina Tecnológica de la compañía Mobica. Pero no solo eso. También es doctor en robótica y automatización y una de las mentes más brillantes e interesantes del panorama actual. De hecho, sus investigaciones han girado siempre en torno a las tendencias tecnológicas capaces de cambiar la sociedad, como es el caso de la inteligencia artificial.

Sin embargo, en su último artículo de opinión en la revista Information Age ha querido dejar a un lado los avances en inteligencia artificial para poner el foco en otras tendencias tecnológicas que experimentarán un potente desarrollo en los próximos años. Es más, considera que 2024 será un punto de inflexión para todas ellas. Incluso se atreve a decir que empezaremos a observar invenciones que, hasta la fecha, solo habían aparecido en las películas de ciencia ficción.

El primer ejemplo que cita está relacionado con este género cinematográfico de forma muy directa. En concreto, cita el film Minority Report (Steven Spielberg, 2002), que contó con un elenco de lujo formado por Tom Cruise, Colin Farrell y Samantha Morton, entre otros. En ella era posible ver al también protagonista de la saga Misión: Imposible interactuar con proyecciones de realidad aumentada realizando gestos con sus manos.

Minority Report estaba ambientada en 2054. Pues bien, el doctor Stolarski afirma que podríamos a empezar a utilizar este tipo de interfaces de usuario en nuestra vida cotidiana 30 años antes. Su nombre técnico es “interfaz hombre-máquina” (HMI, por sus siglas en inglés). Según él, las ventajas que ofrece este tipo de tecnología frente a las interfaces de voz en escenarios que requieren de comunicación no verbal acabarán marcando la diferencia en su favor.

Computación miniaturizada

Las interfaces HMI a las que hace referencia serán posibles gracias a la computación miniaturizada. En este sentido, el doctor Stolarski afirma que, hoy en día, es posible introducir las capacidades de un ordenador industrial en un dispositivo cuyo tamaño no es superior al de un reloj de bolsillo o al de unas gafas de realidad mixta. A alcanzar este logró ayudará la cada vez mayor implantación de las redes 5G. También será fundamental para producir chips centrados en la IA generativa que, incluso, puedan renderizar gráficos capaces de expandir la realidad.

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En tercer lugar, el director global de Mobica habla de una especie de “democratización de la programación”. Y es que, gracias a la inteligencia artificial generativa, millones de personas están pudiendo crear aplicaciones de software sin necesidad de contar con amplios conocimientos informáticos ni habilidades técnicas. El mejor ejemplo de ello lo ofrece la tienda de apps creadas a partir de ChatGPT que abrió OpenAI el pasado 10 de enero de 2024.

A continuación, Stolarski hace referencia a la computación cuántica para bien y para mal. Evidentemente, la capacidad de esta tecnología para resolver problemas hasta ahora inabordables y para enfrentar desafíos que se creían imposibles es incuestionable. Sin embargo, en manos de hackers y ciberdelincuentes, puede tener efectos devastadores. Según él, su uso ilícito podría permitirles descifrar en minutos sistemas de encriptado que, de otro modo, conllevarían años de trabajo.

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Como es obvio, esto dirige el foco de atención al sector de la ciberseguridad. Además, los principales reguladores internacionales, como es el caso de la Unión Europea, están endureciendo cada vez más los estándares de seguridad, sobre todo, de los dispositivos IoT. No cabe duda de que va a lograr miles de millones de euros en inversión y que va a dar empleo a millones de personas en todo el mundo.

Finalmente, Mariusz Stolarski habla de lo que denomina “movimiento de código abierto”, es decir, de la estandarización de la tecnología y de la creación de soluciones predecibles y universales. Un buen ejemplo de ello es el puerto USB-C, que hasta Apple tuvo que terminar aceptando. Eso sí, como reflexión final, afirma que es difícil de prever qué dirección seguirán estas tendencias en el futuro, más allá de que cobrarán un gran protagonismo a lo largo de 2024.