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El 'roaming' oculto que te hace pagar el doble al cargar tu coche eléctrico
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"ES ABUSIVO"

El 'roaming' oculto que te hace pagar el doble al cargar tu coche eléctrico

Hasta hace unos meses, solo se podía pagar usando la 'app' de cada electrolinera, obligando a tener varias instaladas en el móvil. Ahora ya se puede pagar todo desde la misma aplicación, pero con unas tarifas disparatadas

Foto: Foto: EFE/Alexander Becher.
Foto: EFE/Alexander Becher.
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Imagina que la única forma de pagar el repostaje de tu coche fuera a través de una aplicación del móvil. A eso añade que cada gasolinera tenga su propia app. Y, para rematar, si quieres usar la de otro competidor para evitar instalar una decena de ellas en el teléfono, la consecuencia es que el litro de gasolina pueda duplicar (y hasta triplicar su precio). Puede parecer kafkiano, pero es justo lo que les está ocurriendo a los usuarios de los coches eléctricos desde hace meses, que denuncian un abuso de precios de los distintos proveedores en los distintos puntos de carga, conocidos como electrolineras, que han creado su particular roaming.

Hace unos días, Javier Costas, periodista especializado en motor, estaba probando uno de estos vehículos y se llevó la sorpresa. "Estaba usando la app de Iberdrola y el precio era de 0,59 kWh, así que probé a bajar la del proveedor y pasó a ser de 0,3 kWh. Usando exactamente el mismo servicio, la diferencia es el doble", lamenta este conductor en conversación con El Confidencial. Y añade: "No era una excepción, empecé a mirar y ocurría lo mismo en todos los sitios". Para él, se trata de "una situación abusiva" y, avisa, "es un punto crítico para pasarse al coche eléctrico".

El asunto viene de lejos. Hasta hace unos meses, uno de los mayores inconvenientes para cargar un coche en electrolineras era que, por norma general, solo se permitía el pago mediante la aplicación móvil. Ahí había un problema: la falta de interoperabilidad entre proveedores. Es decir, necesitabas una app para cada operador de puntos de carga, donde hay desde grandes eléctricas, como Iberdrola o Endesa, hasta startups, caso de la española Thunder, incluso la propia Tesla, cuyos cargadores están entre los más reputados.

Hay dos cuestiones que ayudan a entender la situación. Las electrolineras son, por ahora, un mercado muy fragmentado y, además, no están demasiado extendidas, algo que hace que, si se quiere evitar un proveedor, las alternativas sean muy limitadas, por no decir inexistentes. "Yo tengo una pantalla del móvil llena de aplicaciones y unas cuantas tarjetas, aunque uso casi siempre dos o tres, que son las que están cerca de mi zona. La cuestión es qué ocurre cuando sales de viaje. Es algo que sufrimos la mayoría de conductores de coches eléctricos", explica Raúl Comino, usuario desde 2017 y creador de contenido sobre estos vehículos en YouTube.

De hecho, no es nada raro ver usuarios que tienen instalada una decena (o más) de apps en su móvil para únicamente cargar el coche. Aquello provocó que muchos usuarios pidieran que se permitiera pagar con tarjeta de crédito, como ocurre en cualquier gasolinera, o que se permitiera la mencionada interoperabilidad. Finalmente, eso último ha llegado, pero no de la forma en que esperaban.

El modelo a seguir ha sido el mencionado roaming entre distintos proveedores, pero con un sobrecoste que, denuncian algunos usuarios, puede llegar a triplicar el precio. "El problema es que no hay ningún tipo de regulación para poner precios y comisiones razonables, porque pueden ser del 100% o, incluso, más", añade Comino, que detalla que "casi todas tienen un precio estándar y luego bonos con descuento".

Foto: Pablo, taxista, intenta cargar su coche. (Mario Escribano)

Xavier Cañadel es director y cofundador de Electromaps, una plataforma que comenzó como mapa colaborativo para encontrar los (escasos) puntos de carga, pero que pronto empezó a ofrecer más servicios y fue adquirida por Wallbox en 2020. "Estamos intentando conectarnos a todos los proveedores posibles, pero algunas empresas no quieren abrir la puerta. Otras sí, pero eso tiene un coste añadido en infraestructura y hay que pagar el peaje", cuenta en conversación con este periódico. Sin embargo, hay varios elementos en ese peaje.

"Hay varias formas de conseguir la interoperabilidad, pero lo más habitual es hacerlo con Gireve y Hubject, que son dos plataformas agregadoras de roaming. En lugar de negociar acuerdos bilaterales, se opta por estos intermediarios, que cobran una tasa por la integración en su red. Gracias a eso, tienes a un montón de usuarios potenciales", explica Alberto Torres, director de Plugspot, una empresa dedicada a las infraestructuras de puntos de carga.

placeholder Foto: EFE/Luis Eduardo Noriega A.
Foto: EFE/Luis Eduardo Noriega A.

En cualquier caso, la comisión de estas plataformas no es la que está tras esa gran escalada de precios. "Los operadores nos ofrecen la energía más cara a nosotros que a sus clientes en su app, y eso sin añadir los distintos márgenes", continúa el cofundador de Electromaps, que reconoce que algunos proveedores les han llegado a ofrecer "el precio del cargador al doble" que sus clientes en la app. "En esos casos, ni nos quedamos margen, lo ofrecemos casi por amor al arte para que el usuario tenga más opciones", asegura, lamentando que "muchos se ponen la medalla de la interoperabilidad, pero hay una barrera de precio que hacen que, en realidad, no lo sean".

"El roaming aquí es una jugada para evitar que salgas de su ecosistema, así que esa comodidad se traduce en un precio mayor", apunta Torres, que reconoce que "las comisiones pueden ser un reflejo de los precios de cada intermediario o un margen abusivo, pero es complicado que el cliente conozca los precios que pone cada parte".

Aun así, hay una causa más. "Todo esto ocurre porque a las empresas les interesa que uses sus apps para tener datos de clientes. En sus puntos te hacen mejor precio y en el resto ponen un precio de roaming muy superior para disuadir que usen las de otros", explica Héctor Rodríguez, de la Asociación de Usuarios del Vehículo Eléctrico (AUVE). "Pronto van a estar obligados a incluir el pago con tarjeta directo, así que seguramente la app seguirá teniendo un precio más económico", advierte.

¿Hay solución?

Rodríguez se refiere al reglamento sobre la Infraestructura para los Combustibles Alternativos (AFIR), adoptado el pasado verano por el Consejo de la Unión Europea y cuya aplicación está prevista para abril de 2024. Ahí se establece la obligación de tener un lector de tarjetas de pago, sin suscripciones y con precios transparentes. Esta normativa, además, implica un plan de instalación de puntos de carga en los países comunitarios. Así, a partir de 2025, tendrá que haber instalaciones de recarga rápida de al menos 150 kW cada 60 kilómetros en los principales corredores de transporte de la UE.

Son dos aspectos que pueden acabar con las tarifas disparatadas. Rodríguez, de hecho, compara con lo que ocurría hace años con la instalación de ADSL. "Ahí solo Telefónica tenía la capacidad de instalar el cable, así que, antes de que se regularan, podían poner los precios que quisieran. Por ejemplo, ellos te ponían internet por 30 euros y a los proveedores externos les cobraban una cantidad mayor a la que luego tenían que añadir su margen", apunta.

Foto: Una estación de carga de coches eléctricos de Iberdrola en Valencia. (EFE)

En Electromaps, por su parte, consideran que la propia madurez del sector también solventará estos problemas a medio plazo. "En el norte de Europa nos llevan unos años de ventaja, y allí ya se vio algo similar a esto. Cuanto más cargadores haya, las condiciones irán mejorando", prevé Cañadell, a lo que en Plugspot añaden: "El juego de cobrar doble es una cuestión temporal que irá desapareciendo cuando haya más alternativas. Ahora mismo, no es lo mismo tener que cargar en mitad de la Castellana que en un pueblo perdido de Badajoz".

Comino, por su parte, considera que los precios también son "algo que se debería regular". "Si te ponen un precio si pagas con tarjeta y otro con app, sigue siendo una guarrada", critica. Es cierto que es algo que ya hacen algunas gasolineras, pero este conductor ver aquí una diferencia: "Los descuentos de ese tipo son más pequeños en las gasolineras, aunque no lo parezca, porque llenar un depósito de gasolina te puede costar 80 euros y cargar un eléctrico 12 euros. Si ves ese precio final, el ahorro parece similar, pero no lo es, porque proporcionalmente estás pagando mucho más".

Imagina que la única forma de pagar el repostaje de tu coche fuera a través de una aplicación del móvil. A eso añade que cada gasolinera tenga su propia app. Y, para rematar, si quieres usar la de otro competidor para evitar instalar una decena de ellas en el teléfono, la consecuencia es que el litro de gasolina pueda duplicar (y hasta triplicar su precio). Puede parecer kafkiano, pero es justo lo que les está ocurriendo a los usuarios de los coches eléctricos desde hace meses, que denuncian un abuso de precios de los distintos proveedores en los distintos puntos de carga, conocidos como electrolineras, que han creado su particular roaming.

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