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Creó el primer móvil chino chollazo. Ahora quiere hacer lo mismo en un lugar inesperado
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Creó el primer móvil chino chollazo. Ahora quiere hacer lo mismo en un lugar inesperado

Un grupo de treintañeros liderado por Carl Pei, fundador de OnePlus, ha montado Nothing, un fabricante europeo que aspira a tener un hueco en uno de los negocios más complicados del mundo

Foto: Carl Pei, CEO y cofundador de Nothing, sujeta dos de las creaciones de la empresa. (M. McLoughlin)
Carl Pei, CEO y cofundador de Nothing, sujeta dos de las creaciones de la empresa. (M. McLoughlin)
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Si a Carl Pei se le puede poner alguna etiqueta es la de haber sido una persona tremendamente precoz. Al menos en el mundillo de la electrónica de consumo. Con tan solo 24 años fue uno de los nombres que puso en pie OnePlus, un fabricante de smartphones al que se le puede atribuir dar el pistoletazo de salida a la época de los móviles chollazos chinos. Los suyos eran en origen terminales que aspiraban a competir con los pata negra del mercado, pero cobrando la mitad de lo que cobraban Apple o Samsung por aquel entonces. Luego vendrían los años dorados de Xiaomi y la industria cambiaría para siempre.

Esta compañía no se coló nunca entre los grandes vendedores, pero consiguió hacerse un hueco en un gremio tan complicado y competido como el de los teléfonos móviles. Consiguió que la marca fuese familiar para el común de los mortales y eso le sirvió para tener una comunidad de fieles bastante llamativa.

Tras ocho años dirigiendo el negocio internacional, Pei se bajó del barco. Su marcha se entendió como un cambio de época, una especie de crítica velada hacia el rumbo de los acontecimientos y a la pérdida del espíritu original que le caracterizó en sus primeros años. Podía haber buscado acomodo en otro cualquier gigante del sector, pero decidió, una vez más, montar desde cero su propia marca de tecnología. Más que repetir la jugada, era hacer el más difícil todavía, porque en poco se parece el negocio a día de hoy al que era hace una década.

Para lograrlo, reclutó a varios colegas con los que trabajó en sus años en OnePlus, la gran mayoría treintañeros como él. También se asoció con Teenage Engineering, una firma sueca de electrónica de consumo conocida, entre otras cosas, por sus sintetizadores y equipos de audio. Convenció a inversores de la talla de Google Ventures para que llenasen el tanque de combustible antes de levantar el vuelo. Con todos estos mimbres y 31 años recién cumplidos, el protagonista de esta historia presentó Nothing a finales de 2020.

placeholder El Nothing Phone (1), a la derecha. El Nothing Phone (2), a la izquierda. Su rasgo diferencial, ser transparentes. (M. M.)
El Nothing Phone (1), a la derecha. El Nothing Phone (2), a la izquierda. Su rasgo diferencial, ser transparentes. (M. M.)

Lo hizo en un lugar inesperado: Europa. Pei, chino de nacimiento y ciudadano sueco, decidió ubicar su nueva empresa en Londres, ciudad donde cursó sus estudios universitarios. No solo quería lanzar un nuevo fabricante, quería hacerlo desde un territorio condenado a la irrelevancia en este negocio desde que Nokia perdió fuelle.

Sus planes no tardaron en llamar la atención de los mentideros especializados. Pero hacía falta algo más para no ser percibido como el enésimo intento de crear una nueva marca de móviles y llamar la atención de los usuarios en un negocio tan saturado. El golpe de efecto fue el diseño. Los productos de Nothing serían transparentes. No en sentido figurado, sino literal. Hasta el día de hoy, han lanzado tres modelos de auriculares y dos móviles. Todos ellos con carcasa transparente. En el caso de los teléfonos, además de poder ver las piezas del interior, trufaron la espalda de los dispositivos de luces led para crear lo que ellos llamaron interfaz de glifos. Este elemento se puede configurar para indicar una cuenta atrás, iluminarte cuando te llaman, servir de linterna y otras tantas funciones.

Cuando está a punto de cumplirse tres años del lanzamiento de la empresa, Carl Pei recibe a El Confidencial en su cuartel general, un estudio de diseño cerca de la estación de King Cross en Londres. Lo hace con una buena noticia debajo del brazo: Nothing ha conseguido vender ya dos millones de dispositivos. Puede ser un volumen minúsculo en comparación al de los gigantes contra los que aspira a competir. Aseguran que ya ganan dinero con sus lanzamientos y preguntado por el producto más rentable en este tiempo, confiesa que este mérito le corresponde a sus últimos auriculares, los Ear (2), una versión mejorada de su primer lanzamiento desarrollado en plena pandemia con todas las limitaciones que ello supone. "Es muy difícil que los smartphones sean rentables de primeras. Si tienes una gran escala lo puedes hacer. La nuestra ahora está aumentado, pero no son los más exitosos", explica. "Si soy honesto, no miro mucho las cuentas en estos momentos", apuntilla rápidamente. "Si fabricamos productos que a la gente le gusten, las ventas y los beneficios llegarán".

placeholder Adam Bates es uno de los fichajes estrella de Nothing. Hasta hace poco era diseñador jefe de Dyson. (M. M.)
Adam Bates es uno de los fichajes estrella de Nothing. Hasta hace poco era diseñador jefe de Dyson. (M. M.)

Pone el acento en lo complicado que fue el desarrollo del Phone (1), lanzado en verano de 2022 pero desarrollado durante meses en secreto. Lo más difícil, explica, fue llamar a la puerta de los proveedores. "Había mucha codicia derivada de la escasez de componentes", recuerda. "Tocabas las puertas con un proyecto nuevo y te decía que esa historia ya la habían escuchado y que todos habían fracasado", explica.

Superar esa primera barrera no era el único obstáculo. Porque Nothing no solo quería hacer móviles, los quería hacer transparentes y con una interfaz luminosa. Entre las muchas tareas que ello conlleva, hay que rediseñar todas las tripas de un móvil para que fueran agradables a la vista. No sé si ustedes han visto un teléfono por dentro, pero son más feos que la parte de atrás de un frigorífico.

"En los últimos años, los fabricantes de Android y Apple han seguido, por así decirlo, un camino paralelo pero similar. Eso ha dado pie a una estandarización no solo en la oferta que hay en el mercado, sino también en la cadena de suministro y entre los ensambladores", comenta a este periódico Adam Bates, otro de los hombres fuertes del proyecto. Se incorporó como jefe de diseño a principios del pasado curso después de casi 15 años militando en Dyson. "Cuando acudes a estos proveedores y les explicas lo que quieres hacer, muchos te dicen que es imposible precisamente por esa homogeneidad de soluciones".

Cuando aterrizó en la empresa, la decisión del teléfono nudista ya estaba tomada. La casualidad quiso hacer que en su anterior trabajo también utilizasen este truco. James Dyson quiso que sus aspiradores fueran transparentes. Que la suciedad esté a la vista demuestra que la máquina funciona. En este caso, indica Bates, explica que es algo más que un recurso estético. "Sirve para que los usuarios entiendan mejor la tecnología, hacerla más transparentes, acercarla más".

No es la primera vez que a alguien se le ocurre hacer algo así. En las estanterías del estudio se ven cosas como la Game Boy Color o el primer iMac que Nintendo y Apple, respectivamente, pusieron en circulación en la década de los 90 y que tenían piezas traslúcidas que permitan ver o intuir el interior. "No pensamos que el diseño sea ahora mejor que entonces o que en los 70. Cogemos inspiración de lo mejor y como si fuésemos músicos componemos nuestras creaciones". De momento, la compañía no se ha arriesgado con los colores, apostando por el blanco y el negro únicamente. "Nos estamos centrando en una identidad por la que nos reconozcan, más adelante ya se verá".

La entrada en el mercado de los móviles se produjo en un momento delicado. La inflación desbocada que se vivía no era el escenario propicio para rentabilizar el lanzamiento del Phone (1), que además llegó con un precio muy agresivo al mercado, con una versión básica que partía de poco más de 400 euros. El Phone (2), un producto mucho más refinado, aumentó su precio por encima de los 600 euros. Pei niega que haya cambiado su estrategia de costes por el incremento de precios, la inflación y la situación económica. "El mercado funciona así y aparecimos cuando aparecimos".

placeholder Detalles del desarrollo de los nuevos Nothing. (M. M.)
Detalles del desarrollo de los nuevos Nothing. (M. M.)

También niega que su orientación vaya a ser la de convertirse en una marca que fie su futuro al producto low cost. "Hay dos maneras de hacer las cosas: uno es vender siempre muy barato y apenas ganar dinero. Eso crea una rueda en la que no vas a poder crear productos innovadores", defiende. "El camino que queremos seguir nosotros es el de que haya un margen justo y ese margen se invierta en tecnología e I+D. Eso es lo que te permite, con el tiempo, que los productos sean constantemente innovadores".

PREGUNTA. A la gente en general y a muchos medios en particular, nos gusta decir cada vez que alguien despunta en esta industria eso del nuevo rival del iPhone. ¿Contra quién compite Nothing? ¿Realmente contra Apple o en realidad contra otros fabricantes de Android?

RESPUESTA. Yo lo veo desde un punto de vista diferente. Fui el primero de mis amigos en tener un iPhone. Lo tuve que importar desde Estados Unidos. Lo que había hecho Apple en ese momento realmente me inspiró y me empujó a dedicarme a esto. Pero creo que son un modelo tan grande y tan exitoso que ya no son inspiradores como entonces. Son más, una elección predeterminada. Cuando se habla de competir con Apple, nosotros no lo vemos como una competición entre nuestro teléfono y el iPhone. Lo vemos como competir en lo que se refiere a devolver a los usuarios esa emoción e inspiración provocada por la tecnología.

Carl Pei, en un momento del encuentro con El Confidencial. (M. M.)

Pei cree que esta monotonía no es exclusiva de Apple. "En los últimos cinco o diez años se ha disuelto el entusiasmo por la tecnología y en parte es porque esas empresas que nacieron hace 20 años se han hecho grandes y con ello más previsibles", argumenta. "Cuando utilicé Facebook por primera vez fue emocionante. Me conecté con todos mis amigos, conocía gente y chateaba desde cualquier lugar. Las redes sociales de hoy son un buen ejemplo de esta situación. Ahora solo se fijan en ti para sacar datos y para ello no les importa inducirte una suerte de muerte cerebral como en TikTok".

También opina que es difícil recrear algo a lo que fue OnePlus en su momento. "El mercado ha cambiado mucho", sentencia cuando se le pregunta si tenemos que olvidarnos de esos móviles a precio de derribo que incluían procesadores de primerísimo nivel. "Cuando creamos OnePlus fuimos los primeros en vender un teléfono directamente al consumidor. Eliminamos muchos intermediarios y eso nos permitió ser muy competitivos en precio. Hoy en día hay muchas empresas que ya hacen eso", afirma.

"Creo que necesitamos tomar un camino diferente. No creo que se trata de recrear OnePlus, sino volver a la idea que había detrás. La gente quiere productos buenos e innovadores y a buen precio. La pregunta que hay que hacerse ahora es la de qué es un buen producto y que el usuario sienta que hay valor en lo que invertimos".

placeholder Los Ear (2), sus terceros auriculares, han sido el 'producto más rentable' para la compañía por ahora. (M. M.)
Los Ear (2), sus terceros auriculares, han sido el 'producto más rentable' para la compañía por ahora. (M. M.)

Entre los cofundadores de Nothing, también hay representación española. Se trata de David Sanmartín, también cantera de OnePlus. "Llegamos en un momento económico difícil y que hayamos llegado hasta aquí se puede decir que un milagro viendo los resultados. El balance no puede ser más positivo", explica este joven catalán, que se encarga de la estrategia de ecommerce de la marca. "Estamos ganando reputación y solidez, no solo entre el público general, sino también entre distribuidores".

La gran apuesta de la compañía es la de la venta digital, pero Sanmartín explica que las tiendas físicas siguen siendo vitales a día de hoy para ganar cuota de mercado. "Especialmente en el caso de los móviles, que son inversiones importantes. Los auriculares pueden ser un gasto más anecdótico, pero los teléfonos es una compra más meditada".

Una de las últimas cosas que ha tenido que gestionar Sanmartín ha sido el aterrizaje de CMF en Europa. Se trata de una marca blanca de accesorios low cost concebida para el mercado indio. Tras los buenos resultados en el país asiático empezarán a vender cosas como auriculares o relojes inteligentes en países como España a través de Amazon. CMF es el acrónimo de Colors Materials Finish y resume la estrategia detrás de esta nueva marca. "Nosotros nos implicamos en los acabados, tanto de hardware y de software, y no en el desarrollo íntegro del producto. Eso nos permite ofrecer algo más competitivo en precio", comenta el ejecutivo. "Además de ser gasolina en lo financiero, también nos da mucha fuerza de cara a la negociación con proveedores porque ya nos manejamos en unos volúmenes mucho mayores".

placeholder Esbozos del diseño del Nothing Phone (2). Foto. (M. M.)
Esbozos del diseño del Nothing Phone (2). Foto. (M. M.)

Pero esta compañía no quiere quedarse solo en el hardware. El software también juega un papel muy importante en la hoja de ruta. "Para hacerte una idea, te puedo decir que en nuestras imágenes promocionales somos los únicos que mostramos el software en la pantalla y no un salvapantallas o una imagen genérica", comenta Bruno Viegas, responsable de software de Nothing.

"Siempre es algo más fácil de vender. La parte física la ves y la tocas en la tienda. Con el sistema operativo necesitas una curva de aprendizaje, pero a la larga es un factor clave para una buena experiencia con los dispositivos electrónicos". La apuesta de Nothing en lo que respecta al software, además de evitar las aplicaciones preinstaladas que no sirven para nada, se ha centrado por ahora en ofrecer un altísimo grado de personalización en lo estético pero también en los menús y los widgets.

Viegas desmiente que Android no permita personalizarse hasta tal punto de que puedas ofrecer algo realmente diferenciador frente a otras compañías que utilizan la plataforma de Google. "El problema es que Samsung o Xiaomi están creando dispositivos para una gran base de usuarios. Eso te limita a la hora de hacer cosas diferentes, porque tienes que gustar a todos. Si el beneficio está en primer lugar, diseñarás para el mayor público principio y eso puede limitar tus opciones de salirte del carril", defiende.

placeholder El estudio de Nothing está lleno de aparatos históricos, muchos de ellos transparentes. (M. M.)
El estudio de Nothing está lleno de aparatos históricos, muchos de ellos transparentes. (M. M.)

"Nosotros estamos creando una comunidad en base a una experiencia diferente desde el principio", remata Viegas, quien remacha que está convencido de que se puede crear con Android una experiencia que fidelice a los usuarios de la misma manera que Apple ha hecho con iOS.

Es inevitable preguntar a este experto por algunos de los temas del momento de la industria. Uno de ellos es el número de años en el que un teléfono debe recibir paquetes de software y seguridad. Google ha instaurado una nueva marca al asegurar que los Google Pixel 8 serán actualizados durante 7 años. Hasta ahora era Apple, con 5 o 6 años garantizados, la que tenía la mayor marca. "Hay que pensar que esta promesa supone que vas a hacer funcionar cosas que lances en 2030 en móviles que fueron fabricados en 2023, con todo lo que ellos suponen en torno al procesador y otros componentes", analiza.

"Es cierto que Google y Apple tienen sus propios chips y eso da una ventaja adicional, pero hay que ver hasta qué punto son capaces de optimizar lo que creen. Nosotros obviamente somos partidarios de que los consumidores tengan el mejor soporte posible pero creo que lo importante es muy honestos en torno a nuestras capacidades y la experiencia que vamos a ofrecer al usuario en el futuro".

Si a Carl Pei se le puede poner alguna etiqueta es la de haber sido una persona tremendamente precoz. Al menos en el mundillo de la electrónica de consumo. Con tan solo 24 años fue uno de los nombres que puso en pie OnePlus, un fabricante de smartphones al que se le puede atribuir dar el pistoletazo de salida a la época de los móviles chollazos chinos. Los suyos eran en origen terminales que aspiraban a competir con los pata negra del mercado, pero cobrando la mitad de lo que cobraban Apple o Samsung por aquel entonces. Luego vendrían los años dorados de Xiaomi y la industria cambiaría para siempre.

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