Vídeos, caos y Telegram: así han alentado los ultras el 'asalto' a Ferraz y al Congreso

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"Debido a que Delegación de Gobierno ha blindado la calle Ferraz, nos citan a Parque del Oeste, donde se encuentra el Teleférico. A las 7 de la tarde en punto. Después, la organización, que no somos nosotros, dirá donde tenemos que dirigirnos".

Quien habla es Daniel Estévez, el fundador de Desokupa. A su lado está Alvise Pérez, conocido agitador vinculado a la ultraderecha. Ambos aparecen en un vídeo difundido a primera hora de la tarde del martes en el canal de Telegram del segundo, que cuenta con más de 300.000 suscriptores. Es su principal vía de comunicación, después de que X, antes conocida como Twitter, volviera a expulsarle de la plataforma. "De verdad, hay muchas manifestaciones, muchas protestas, pero es la que hace que el día de mañana España no sea otra maldita Caracas. Hay que dar la cara hoy sí o sí", defiende este último, que bromea sobre si el destino será el Palacio de la Moncloa o el Tribunal Constitucional, dos de las instituciones que más cerca están de la sede del PSOE.

Al final, acabaron cortando la Gran Vía y dirigiéndose al Congreso de los Diputados. "Todos al Congreso ya", ordenó Pérez a las 20:18 horas. Apenas media hora después, el agitador subía otro vídeo para decir que abandonaba la protesta. "Los organizadores seguirán allí, pero yo me voy a mi casa a cenar. Y Daniel, mi amigo de desokupa, también", explicaba. A partir de ahí, hubo dos tipos de respuestas en los seguidores. Por un lado, quienes se sentían decepcionados –hubo unos cuantos "Alvise cobarde" en su canal– porque se marchara tan pronto y cuando los demás seguían en la calle. Por otro, aquellos que sospechaban que era una forma de evadir las consecuencias de la violencia que llegaría después.

Esta sucesión de acontecimientos es solo un ejemplo de cómo los grupos ultras han estado tirando de aplicaciones de mensajería y redes sociales para organizar las protestas de estos días. Telegram se lleva la palma, gracias a su laxa política de moderación de contenidos. Marcelino Madrigal, especialista en el análisis de movimientos ultra en redes sociales, ha identificado hasta 89 canales de este tipo en los últimos días, con los que han conseguido crear un efecto "bola de nieve".

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No obstante, también es una muestra del caos que están suponiendo estas convocatorias. "Ahora dicen que están en el Congreso", asegura un grupo de veinteañeros cuando acababan de entrar en la calle Ferraz, mientras miraban sus móviles sin saber si seguir hasta la sede del PSOE o dar media vuelta para acudir a la otra parte de las protestas. En ese momento, apenas había un centenar de personas –la mayoría, en actitud pacífica e incluso reprochando actitudes intimidantes– en las inmediaciones de las oficinas de los socialistas.

Lo anterior es un reflejo de la amalgama que conforma estas movilizaciones. Más allá de quienes acuden a protestar pacíficamente contra la amnistía, lo cierto es que están convirtiendo en un epicentro de distintos actores de la extrema derecha, desde partidos como Falange Española o Democracia Nacional hasta organizaciones como Bastión Frontal o Revuelta. Estos últimos son una asociación juvenil que se fundó hace poco más de un mes y que está vinculada a Vox. Su alcance es bastante tímido (1.000 suscriptores en Telegram y 15.000 seguidores en X), aunque hay quien les señala como organizadores, algo que ellos, igual que Estévez y Pérez, niegan. Pero nadie sabe (o, más bien, dice) quién hay detrás.

No es lo único que tienen en común Desokupa, Pérez y Revuelta. Todos ellos se han desentendido de la violencia en las últimas horas. "No caigamos en las provocaciones", pedía este martes la organización juvenil y, horas después, decían que "los patriotas a cara descubierta". El líder de Desokupa también ha marcado distancias este miércoles. "Nuestra página no es ni un grupo de ultraderecha ni hemos venido a romper las calles y enfrentarnos a la policía por la cara", dice Estévez en un vídeo publicado en sus redes, invitando a que les dejaras de seguir quien no comulgaran con esto.

"Le disteis motivos a la UIP para cargar", llega a afear, detallando que "empezaron a aparecer personajes con gorras y pasamontañas. "El jefe del operativo me dijo: Dani, tenemos orden de cargar si se tocan las vallas'", relata, explicando que poco después eso ocurrió y fue cuando decidieron irse. "No nos presentamos en el Congreso para eso", dice.

Vito Quiles, otro agitador de perfil similar al de Pérez, también ha estado alentando las protestas estos días. A la hora de analizar el origen de este fenómeno, su papel resulta clave. Tanto en X (170.000 seguidores) como en Telegram (18.000 suscriptores), Quiles difundió el pasado viernes anunció de una convocatoria en Ferraz. Ese fue el primer día de concentración y, desde entonces, se han mantenido cada jornada. La comunicación no llevaba la firma de ningún colectivo concreto. Simplemente, citaba a la gente a las 19 horas con el mensaje de "Pásalo".

A esa primera llamada acudieron varios cientos de personas. Ese nivel de asistencia se mantuvo durante el sábado y el domingo. El lunes ya ascendió hasta los 3.800 asistentes y el martes se dobló la cifra hasta los 7.000, según datos de la Delegación de Gobierno de Madrid. Quiles también estuvo emitiendo en directo la movilización del martes y lanzando mensajes para dirigir a los manifestantes a un punto u otro de la ciudad, aunque hablando de la organización, de nuevo, en tercera persona.

Si bien estuvo con Estévez y el propio Pérez durante la marcha, él no anunció que se iba a casa. "Dejar claro que he vuelto a la calle Ferraz para quedarme hasta el final, apoyando la protesta y dando la cara con todos. Sois unos valientes", defendió en X. En el momento en el que se escriben estas líneas, no ha hecho ninguna mención a los episodios de violencia. "Estáis frenando el golpe. No paréis", ha escrito este miércoles a primera hora de la tarde. Es la única publicación que ha escrito desde los altercados.

"España no morirá sin luchar"

Otros grupos de carácter ultra o abiertamente fascista –todos ellos con menos tirón en redes que los anteriores– han seguido una línea similar: han evitado referirse a la violencia, pero con un lenguaje un tanto ambiguo. Falange Española, por su parte, se limitó a compartir en sus redes sociales un vídeo de las protestas en el que aparecían varias bengalas mientras se escuchaba "Pedro Sánchez, hijo de puta", añadiendo que "España se defiende" y pidiendo la "derogación del régimen de 1978". En algunos canales, por cierto, hay seguidores que llegan a decir que Abascal –a quien Pérez también ha criticado en varias ocasiones–, directamente, "sobra" en todo esto.

Por su parte, Democracia Nacional ha compartido información sobre los heridos mientras lanzaban un aviso: "El pueblo español ha conseguido sacar su furia y hacerla rugir. Si el pueblo marcha unido, nada podrá pararnos". Se trata de una de las formaciones clásicas de la extrema derecha y la Policía Nacional detectó la presencia de su cara visble más representartiva, Pedro Chaparro. Es el líder de la formación y fue condenado por el asalto a la librería catalana de Blanquerna junto a otras personas, al grito de "no nos engañan, Cataluña es España". Megáfono en mano, Chaparro estuvo el lunes en Ferraz, la primera jornada en la que se registraron incidentes. Criticaba a los agentes de la Policía por haber llevado a cabo cargas policiales y haber usado gas lacrimógeno. A su lado, otra persona vinculada a Democracia Nacional insultaba a la Policía.

También ha estado España 2000, donde sacaban pecho de haber estado "presentes en primera línea liderando la concentración de esta tarde en Ferraz junto a otros grupos patriotas". "España no morirá sin luchar", añadían. Otro movimiento que ha generado la atención de las autoridades en las últimas horas sido ha sido el de Bastión Frontal, otro grupo con mucha presencia en los últimos años, aunque en 2022 desmanteló sus estructuras, mantiendo solo delegaciones autónomas en algunas ciudades.

De hecho, el 31 de diciembre publicaron un mensaje en su canal de Telegram en el que se despedían y se felicitaban por su contribución a la causa con frases que aluden al Tercer Reich, como "Gott mit uns" ("Dios con nosotros", en alemán). Ese foro, en el que siguen presentes más de 3.000 personas, había permanecido inactivo todo este año hasta que el lunes, tras las primeras cargas en Ferraz, se reactivó con un llamamiento a acudir a acudir al día siguiente a la sede socialista. La convocatoria la vieron 2.200 personas.

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Otro perfil que ha resurgido estos días es el de Spainball, un conocido personaje de la extrema derecha española que llevaba meses inactivo, pero que acostumbraba a compartir todo contenido de carácter fascista o franquista, además de organizar linchamientos en Twitter. Curiosamente, la culpa la tuvo Macarena Olona quien, aprovechando su marcha de Vox, pegó un pequeño, pero suficiente, tirón de la manta.

"Se usa a uno de los niños del partido para hacer el trabajo sucio de los mayores", les acusó, después de haber recibido insultos durante horas. "O paráis o entro con su identidad y de dónde recibe la financiación. No es amenaza. Pero voy a defenderme", avisó a la dirección de Vox. Desde entonces, la cuenta desapareció y la actividad en su canal de Telegram había hibernado hasta hace unos días, cuando volvieron a publicar. "Pienso convertir el canal de WhatsApp en el referente europeo para la distribución de bulos", aseguraba el pasado 24 de octubre.

El canal, con 5.000 seguidores, ha tenido como fotos a Santiago Abascal, Adolf Hitler y Blas Piñar, en ese orden. Por ahora, apenas se han limitado a compartir vídeos de las protestas, mientras que algunos seguidores les han reclamado un papel más activo. El pasado lunes, uno de ellos llegó a compartir un manual para fabricación de explosivos caseros mientras otros daban consejos para confrontar con los antidisturbios. A las horas, todos esos comentarios fueron borrados. También hay quien ha sido crítico con la formación de ultraderecha. "¿Qué hace Vox, Spainball? Se van a cargar las protestas", lamentaba uno de ellos.