La sospechosa remontada de Sánchez en la encuesta de El Confidencial

Alterar las encuestas digitales mediante bots se ha convertido en una práctica habitual. Es un ejercicio relativamente sencillo y barato que también utilizan los partidos políticos desde hace muchos años. Así, alrededor de una hora después de finalizar el debate electoral entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, las encuestas de varios diarios digitales, incluido El Confidencial, registraron un incremento inusitado de votos.

La participación se disparó de madrugada, justo en las horas que menos visitas registra el diario. En tiempo récord, la holgada ventaja de Feijóo al acabar el debate (75-25) se convirtió en una rotunda victoria de Sánchez (64-36). De poco más de 50.000 votos, se pasó misteriosamente a cerca de un cuarto de millón. A primera hora de la mañana del martes, tras detectar que se estaba produciendo un incremento masivo de la participación desde cuentas automáticas, la mesa de edición del periódico decidió retirar la encuesta de portada.

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Javier Llaneza

"Todo es hackeable si de verdad quieres reventar una encuesta", explica a este diario el especialista en ciberseguridad Lorenzo Martínez. Una de las técnicas que se suelen utilizar para conseguirlo es desviar el tráfico a través de servidores proxies que enmascaran tu IP en cada voto. De esta forma, el sistema que gestiona la encuesta cree que está ante un usuario diferente cada vez y lo da por válido. Otra manera es modificar de forma automática lo que se conoce como el user agent, o agente de usuario. Se trata de la información que describe qué tipo de navegador usas, la versión de sistema operativo o el dispositivo desde el que accedes (móvil, ordenador, tableta...). Existen aplicaciones muy baratas e incluso gratuitas capaces de modificar de forma automática esa información, de tal manera que, a ojos de la encuesta, eres un nuevo usuario cada vez que votas.

En caso de detectar fraude, siempre se pueden borrar las entradas falsas en tiempo real (más complejo y costoso) o al cabo de unas horas, una vez se ha hecho el análisis. Sea como fuere, especialistas como Martínez señalan que la fiabilidad de este tipo de encuestas online es la misma que la de las telefónicas: muy baja. "¿Quién te asegura que el que te está respondiendo al otro lado del teléfono no te está troleando? Nadie. En internet, pasa lo mismo".