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"Yo ya no pago". La nueva amenaza de Netflix son sus propios clientes cabreados (y eMule)
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"ME LO GASTO EN OTRAS COSAS"

"Yo ya no pago". La nueva amenaza de Netflix son sus propios clientes cabreados (y eMule)

Tras el fin de las cuentas compartidas de Netflix, muchos suscriptores aseguran que se van a dar de baja, otros que van a volver a tirar de Torrent o eMule: "No vamos a seguir con la suscripción".

Foto: (EFE/Sedat Suna)
(EFE/Sedat Suna)

Bea Lombana, de 30 años, comparte su cuenta de Netflix con otras cuatro personas de su familia. Lombana vive a 9.000 kilómetros de distancia de sus padres, que están en Ciudad de México y son los que pagan la cuota a la plataforma de streaming. Desde hace muchos años, comparten la suscripción. El acuerdo puede resultar familiar a muchos: cada miembro de la familia paga una plataforma diferente y, así, al final, todos tienen acceso a la gran mayoría del contenido que hay en internet. Pero eso acaba de cambiar.

Esta semana, Netflix ha oficializado el fin de las cuentas compartidas en España —también en Portugal, Nueva Zelanda y Canadá—, algo que ha hecho que Lombana haya decidido no pagar una cuenta propia, ya que a partir de ahora tendrá un coste extra de 5,99 euros al mes. Se conformará con usar solo el resto de las plataformas que todavía puede compartir con su familia.

Foto: Reed Hastings, en una imagen de archivo. (Reuters/David Swanson)

"Me parece muy mal esta decisión de Netflix. Ellos en 2017 decían que el amor era compartir tu contraseña y, para mí, tener la cuenta con mi familia era algo que teníamos en conjunto a pesar de la distancia", afirma Lombana, indignada con la noticia. En concreto, hace referencia a un tuit que se ha vuelto viral que muestra el cambio de estrategia que ha tenido Netflix en los últimos tiempos. A partir de ahora, los suscriptores deberán establecer la ubicación principal de su cuenta a través de la conexión del dispositivo o la aplicación a una dirección IP.

Netflix ha recalcado que, de los 230 millones de abonados que tiene en todo el mundo, hay más de 100 millones de hogares que comparten sus cuentas. Esto ha hecho que se reduzca su capacidad de invertir en la creación de series y películas de la mejor calidad, según han explicado en un comunicado. "Siempre hemos facilitado a las personas que viven bajo un mismo techo el uso compartido de su cuenta de Netflix con funciones como los perfiles y el visionado en varias pantallas. Aunque han tenido un éxito enorme, también han provocado alguna confusión sobre cuándo y cómo puedes compartir Netflix", destacaban en el texto.

Nada más conocerse la noticia, el hashtag #AdiósNetflix se hizo tendencia en Twitter, mientras que las búsquedas más comunes en Google en España eran cómo cancelar suscripción, cómo darse de baja y... eMule.

¿Puede que los clientes enfadados sean la nueva amenaza para Netflix? "La gente usa sus redes para desahogarse. Sin embargo, después lo que deciden seguir pagando o no en su hogar es otra historia", comenta la profesora de Comunicación en la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) Elena Neira, que asegura que es demasiado pronto como para saber si Netflix va a perder clientes y si esta tendencia de #AdiosNetflix tendrá una repercusión real.

De hecho, no considera que páginas como eMule o Torrent vayan a convertirse en una alternativa para la gente que deja Netflix. "Se pueden llegar a descargar una película de forma puntual, pero la calidad y la experiencia del streaming hará que la gente no quiera volver al pasado", explica.

Carlos Gómez, un madrileño de 30 años, no lo ve tan claro. Sabiendo lo que iba a pasar con Netflix, hace una semana probó a retomar eMule, el archiconocido programa de descarga de películas y series, que se hizo especialmente popular en España hace ahora dos décadas. Para su sorpresa, aquellas primitivas redes que permitían el intercambio de datos hace tantos años todavía dan la batalla. Apenas tuvo que leer un par de artículos de webs especializadas en tecnología para dar con una IP, un puerto y un nombre de servidor que todavía funcionan.

placeholder (Reuters/Mike Blake)
(Reuters/Mike Blake)

El resto, cuenta, fue como coger una máquina del tiempo y volver al 2003 o al 2004, pero con la tecnología de hoy. Esto permite que aquellas películas y series que cuenten con más de una decena de fuentes se puedan descargar en cuestión de minutos, y no de días, como ocurría antaño. "No sé si de verdad eMule se convertirá en una amenaza para Netflix, pero, desde luego, es una opción que ha vuelto a la mente de muchos", explica.

"Pago desde hace años suscripciones a plataformas porque creo que la cultura no debe ser gratis, pero sí accesible. Pretender que paguemos por ver películas que en muchos casos se estrenaron hace 10, 20 o 30 años no es razonable. En este sentido, es muy positivo que eMule siga funcionando. Netflix ha entrado en una dinámica peligrosa", zanja.

Netflix es la plataforma que más se comparte en España

Para Celia López, de 29 años, la decisión es fácil: "Ahora que ya no se puede compartir, no vamos a seguir con la suscripción", dice, pues solo la tenía porque la usaba junto a su pareja y dos amigos. Así que apenas la plataforma le pida identificar su hogar, van a cancelar la cuenta, y sus amigos también.

Este es el caso también de Lorenzo Barrantes, de 30 años, que usaba el Netflix de su hermana y ahora que no se puede compartir no piensa pagar él solo. "No tiene la variedad que yo busco y me puedo gastar ese dinero en otras cosas. Además, ya tengo otras plataformas", afirma.

Foto: Adiós, Netflix: avalancha de quejas y memes por las nuevas reglas para compartir cuentas (Reuters/Denis Balibouse)

Hasta ahora, el 61,3% de los usuarios españoles de Netflix compartían suscripción. Era la plataforma donde más se daba esta situación, seguida por Disney+, con un 55,7% de sus usuarios que seguían esta práctica. En el caso de HBO Max, esa cifra era del 47,9% de sus suscriptores. El porcentaje cae en Prime Video (31%), Filmin (28,9%) y Movistar Plus+ (24,9%), según un informe de Barlovento Comunicación.

Además de ser la plataforma más compartida, Netflix es la que tiene mayor alcance (56,9% de la población) y cuota de pantalla (33,1%) en España, según esta misma consultora. Por esto, para Neira esta nueva política es un movimiento arriesgado por parte de la plataforma. No obstante, la realidad es que Netflix necesita más dinero y tiene menos margen de maniobra que otros competidores, como Amazon. Así que para mantener a sus inversores tranquilos han preferido apretar a sus clientes: "Ahora no les interesa tanto la cifra de suscriptores como garantizar beneficios, y estos tienen que venir de la publicidad y de la gente que no paga".

placeholder Sede de Netflix. (Reuters)
Sede de Netflix. (Reuters)

Francisco Asensi, consultor especializado en productos audiovisuales y contenido digital, recalca que el fin de la pandemia ha puesto tope al crecimiento del streaming, ya que la oferta de ocio vuelve a ser más amplia. Además, eso se ha unido a cuestiones como la crisis de las tecnológicas, que ha cortado el grifo de la inversión y ha provocado una oleada de despidos. "La clave de este año es la rentabilidad y esto lo vamos a ver generalizado en todas las plataformas. Tanto en coste como en producciones. Es verdad que hay un riesgo de que vuelva a aumentar la piratería a través de lugares de descargas como eMule. No deja de ser una forma de protesta contra las nuevas condiciones de Netflix", asegura.

Hay otros datos preocupantes. En un sondeo de Barlovento Comunicación, previo a los cambios de esta semana, el 58,7% de los usuarios de Netflix afirmaban que cancelarían su suscripción si se le impidiera si la plataforma acababa con la posibilidad de usar cuentas compartidas. Solo un 14,8% se mostraba dispuesto a pagar un extra para poder seguir utilizando el servicio en las mismas condiciones. Por otro lado, el 14,6% abonaría una suscripción propia con las mismas características con las que ya cuenta y, por último, el 11,8% era favorable a decantarse por el modelo barato, que incluye publicidad.

Valeria Silva, de 27 años, es parte de ese pequeño porcentaje que está dispuesta a pagar extra por continuar en la cuenta que comparte con sus padres, su pareja y su hermana. "Tengo acceso a otras plataformas, pero no me quedaría nunca sin Netflix", asegura.

Bea Lombana, de 30 años, comparte su cuenta de Netflix con otras cuatro personas de su familia. Lombana vive a 9.000 kilómetros de distancia de sus padres, que están en Ciudad de México y son los que pagan la cuota a la plataforma de streaming. Desde hace muchos años, comparten la suscripción. El acuerdo puede resultar familiar a muchos: cada miembro de la familia paga una plataforma diferente y, así, al final, todos tienen acceso a la gran mayoría del contenido que hay en internet. Pero eso acaba de cambiar.

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