La economía digital ya genera siete euros en ingresos por cada uno que se invierte

El tejido productivo se ha visto afectado en los últimos años por un proceso digitalizador que se ha acelerado a un ritmo sin precedentes de la mano de las crisis sanitaria y climática. En medio de lo que se conoce como cuarta Revolución Industrial, la actividad económica ha encontrado nuevos nichos de mercado, basados en negocios disruptivos y oportunidades para casi todos los sectores e industrias. Mientras la Unión Europea y España abordan la cuestión con intensidad, algunas regiones han tomado la iniciativa de forma determinante. Es el caso de la Comunidad de Madrid, donde ya se cuenta incluso con una consejería específica para esta materia, así como con diferentes organismos asesores y clústeres que trabajan sobre el terreno.

Para conocer de primera mano cómo se enfrentan a la digitalización desde los ámbitos público y privado y, a la vez, entender las estrategias y la hoja de ruta de sus principales actores, El Confidencial organizó junto a la Comunidad de Madrid, Banco Sabadell, Prosegur y Esade un foro titulado Nodo digital del sur de Europa. El encuentro tuvo como principal panel de la jornada una mesa redonda que llevó por nombre El impacto de la transición hacia la Industria 4.0. En ella participaron Santiago Ariza, head of Industry de TMT & Transporte de Banca Corporativa de Banco Sabadell; David Fernández, director general de Cipher, unidad de negocio de ciberseguridad de Prosegur; Pedro Andueza, coordinador TIC de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA); Rebeca Marciel, directora de Grandes Empresas de Microsoft España, y Pedro Llamas, director de Innovación en Oracle España.

En su intervención inicial, David Fernández matizó que la digitalización “debe ser un medio, no un fin en sí mismo”, es decir, “se trata de un proceso que ha de habilitar y dar pie a la economía digital”. Tras esta aclaración, el director general de Cipher, la unidad de negocio de ciberseguridad de Prosegur, destacó que “algo fundamental para cualquier economía es la confianza, y esta vendrá de la mano de la ciberseguridad”. Desde su punto de vista, se antoja necesario “invertir en este aspecto por dos razones: el primer beneficio que reporta es garantizar que podemos seguir trabajando en un entorno seguro, mientras que el segundo es que se trata de un mercado que representa 1.500 millones de euros en España solo en este año”.

"La economía digital podría sumar al PIB 48.000 M de euros en el año 2026, de los que 16.000 procederían de la Comunidad de Madrid" (Ariza)

Para ilustrar la magnitud del proceso digitalizador, desde Banco Sabadell se reveló el dato de que “los principales players del sector de los centros de datos han comprometido 6.000 millones de euros hasta 2025, que se ampliarán a 7.000 hasta 2026”. De hecho, Santiago Ariza, como representante de la banca, fue el encargado de facilitar cifras a los asistentes al salón de actos del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, donde tuvo lugar el foro: “Por cada euro invertido en nuestro país en los sectores e industrias relacionados con la digitalización, se generan siete de ingresos”, explicó. A continuación, expuso que estas cifras “podrían sumar al producto interior bruto un total de 48.000 millones de euros en el año 2026, de los que 16.000 procederían exclusivamente de la Comunidad de Madrid”.

Pese a que todos los ponentes coincidieron a la hora de señalar el potencial de la digitalización para mejorar la eficiencia y la productividad de las empresas, desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) se reivindicó la necesidad de “impulsar la digitalización entre los profesionales independientes y las pequeñas empresas”. Pedro Andueza, coordinador TIC del organismo, explicó que “únicamente un 33% de los autónomos tiene página web” y, en esa misma línea, “las tecnologías más disruptivas —como el internet de las cosas o el big data— solo afectan al 3% de las pymes”. “El tamaño es muy importante —continuó—, por eso creemos que, si queremos una España digital, debemos serlo todos, también los trabajadores autónomos”.

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Con esta reivindicación coincidió Rebeca Marciel y recalcó que “las grandes empresas tenemos una responsabilidad real a la hora de ayudar a otras más pequeñas. Esta ha sido la motivación por la que hemos creado IndesIA, una agrupación de empresas [además de Microsoft, participan Repsol, Gestamp, Navantia, Técnicas Reunidas, Telefónica, Ferrovial, Airbus e Inditex] que tiene por objeto desarrollar una plataforma de datos y casos de uso para que pueda ser utilizada por las pymes y los autónomos”. Bajo su perspectiva, se trata de “un ejemplo importante de cómo las empresas podemos articular la colaboración público-privada y fomentar un beneficio que repercuta en el de todos”, insistió.

En esta misma línea de pensamiento, Pedro Llamas subrayó que “el acceso a la información a través de tecnologías disruptivas como la nube es un factor democratizador y dinamizador de la economía”. Precisamente, desde Oracle destacan “la importancia de la labor de capilarización del ecosistema de las startups. Fomentar las soluciones de nicho verticalizadas traerá más innovación de forma ágil y esto es muy relevante para extender el acceso a las pymes y autónomos”. En su opinión, esta es “la clave del éxito de la digitalización en España”.

Cómo dar forma a la industria del futuro

En la segunda parte de la tertulia, los participantes se centraron en los aspectos a mejorar del proceso digitalizador con ánimo de contribuir a su mejora. Así, David Fernández apeló a la responsabilidad: “Las nuevas tecnologías son oportunidades que generarán nuevos modelos de negocio, pero también serán malintencionados en algunos casos”. Para evitar este último aspecto, especificó que “se debe adoptar el principio de seguridad por diseño, porque se trata de una guerra de velocidad y habrá que estar a la altura cuando se incrementen exponencialmente los ataques”, advirtió.

"Para evitar una digitalización malintencionada, se debe adoptar el principio de 'seguridad por diseño' y estar a la altura ante los ataques" (Fernández)

Por su parte, Santiago Ariza precisó que “la industria 4.0 está cambiando la sistemática comercial y los datos se deben entender como el petróleo del siglo XXI”. Enmarcado en esta visión, el head of Industry de TMT & Transporte de Banca Corporativa de Banco Sabadell aseguró que el factor que más impulsará esta economía será la red 5G: “Conseguiremos latencias de conexión a internet menores y, por lo tanto, podremos realizar operaciones mucho más rápidas y complejas. En este contexto, España tiene unas infraestructuras excelentes y desde el sector de la banca apoyaremos decididamente a todos por igual, grandes y pequeños”, indicó.

Una reivindicación recurrente durante el coloquio estuvo relacionada con la formación en materia de nuevas tecnologías. Pedro Andueza enfatizó que “en España tenemos una brecha importante porque se necesitan miles de profesionales cualificados desde las empresas y no conseguimos seducir a los jóvenes con este tipo de educación”. Y puso el ejemplo de los autónomos españoles, quienes “no tienen acceso, en muchos casos, a las infraestructuras y tampoco al propio conocimiento. Necesitamos personal formado en innovación y tecnología porque, de lo contrario, no se puede llevar a cabo un adecuado plan estratégico”, apuntó.

De nuevo hilando con este aspecto, la representante de Microsoft concretó que la misión de la compañía que representa es, precisamente, "empoderar a las personas y las empresas a través de la tecnología para que puedan hacer más". De esta forma, “ayudamos a las pymes en ese viaje hacia la digitalización”. Rebeca Marciel dejó una reflexión de calado: “La tecnología es una herramienta deflacionaria en un mundo donde la inflación está disparada. En otras palabras, con ella se puede hacer más con menos”.

Finalmente, Pedro Llamas reivindicó la iniciativa emprendedora. “En el entorno universitario, no salen adelante demasiados proyectos viables”. Como solución, el director de Innovación en Oracle España señaló que es necesario traducir en hechos reales la digitalización: “Hay que explicarles a los jóvenes estudiantes interesados en nuevas tecnologías que, con la IA, por ejemplo, se consigue que los coches de RedBull vayan más rápido en las carreras de Fórmula 1, pero, a la vez, se aplica la misma tecnología en una granja de cerdos de Extremadura. Este tipo de situaciones cambia su perspectiva. Asimismo, hay que recordarles que la digitalización ayuda a ser más sostenibles a todas las empresas”, concluyó.