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Echaste pestes de este móvil de Google durante años. Ahora es muy difícil decirle que no
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LO HEMOS PROBADO DURANTE 2 SEMANAS

Echaste pestes de este móvil de Google durante años. Ahora es muy difícil decirle que no

Los mejores Pixel de Google han sido siempre unos terminales que han generado más ruido que ventas. Pero la compañía ha conseguido desprenderse de sus complejos con sus últimos terminales, los Pixel 7

Foto: Foto: Google.
Foto: Google.

Los Pixel, de una forma similar a los extintos Nexus, son unos móviles que reciben una atención muy superior al impacto al que tienen en el mercado. En seis años han conseguido vender aproximadamente un 10% de lo que vende Samsung, el líder del mundial de constructores móviles, en todo un año. Probablemente, este desmesurado alboroto venga porque el que firma estos dispositivos es una empresa de la talla de Google, al que esto de fabricar y no simplemente programar parece que se le ha hecho más cuesta arriba de lo que se podría esperar de una multinacional con ese músculo. No deja de llamar la atención porque es la que rige los designios de Android, el sistema operativo más utilizado del mundo. Si uno lo piensa, los de Mountain View, salvando las distancias, son los únicos en el mundo junto a Apple que tienen el dominio absoluto sobre los dos hemisferios que influyen en la creación de teléfonos: el hardware y el software.

Foto: Montaje: Emma Esser.

A pesar de tener estos mimbres, durante mucho tiempo, los Pixel han sido un poco el cuchillo de palo en casa del herrero. No es que fuesen malos móviles. En absoluto. Son terminales de gama alta y muy competitivos que han creado también su comunidad de fans, que aprecian mucho esa propuesta basada en diseño, una cámara con resultados superlativos en fotografía y un Android casi virgen. Sin embargo, prácticamente todos los años, cometían algún error que deslucía los teléfonos y que hacía que muchos descartasen estas propuestas. El año pasado fue la ausencia de desbloqueo facial y un lector de huellas con un funcionamiento regulero así como una potencia digamos discreta. Antes fue una ceja exagerada, una batería rácana o problemas en las pantallas. Eran cosas con las que se podían vivir pero que para muchos arruinaban el conjunto.

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(Sergio Beleña)

He pasado dos semanas probando el Pixel 7 y su hermano mayor el Pixel 7 Pro y ahora solo puedo concluir que, por fin, Google parece haber echado el cierre a su particular 'galería de los horrores' con dos terminales que sencillamente me atrevería a calificar de bastante redondos. No son perfectos. Dudo que ninguno que haya ha día de hoy sea perfecto. Siempre hay algo que podría ser mejor. Pero en esta ocasión, los nuevos Pixel no caen en esos pecados de brocha gorda que acababan haciendo que los indecisos, entre otros, los descartasen.

Si eres un firme creyente de iOS, ni este ni ningún otro Android te va a convencer. Si no te importa dar el salto (algo cada vez más improbable, para qué engañarnos) se puede decir que no encuentres móvil con experiencia más parecida al de un iPhone en este lado del tablero. Vaya por delante que las diferencias existen. Y si simplemente lo que buscas es un buen terminal con buenas especificaciones sin dejarte una fortuna, es una opción que sí o sí debería estar en tu quiniela.

A los puntos fuertes ya enunciados, hay que sumar otro: el del precio. En un año en el que una de las grandes noticias 'tech' es que la paridad euro-dolar y la inflación han hecho que ningún iPhone de última generación pueda comprarse por menos de 1.000 euros en España, Google ha decidido mantener los precios del pasado año. El Pixel 7 Pro cuesta 899 euros en su configuración más básica, que trae 128GB de almacenamiento. El Pixel 7, 649 euros. Algo que les coloca en muy buena posición en ambos casos, porque probablemente sean dos de las mejores opciones que puedes encontrar en sus respectivas franjas de precio.

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(Sergio Beleña)

El aspecto exterior del Pixel 7 y del Pixel 7 Pro sigue la línea que empezó a dibujar el Pixel 6 pero lo hace de una forma mucho más refinada. Es una fórmula diferencial y que, personalmente, me resulta agradable así que pocas pegas le puedo sacar aquí. El diseño ha sido tocado en su justa medida para que no pierda identidad pero para que resulte lo suficientemente fresco. El módulo horizontal que envuelve la cámara triple en el modelo superior y la cámara doble en el modelo estándar ha sido disimulada y mejor integrada.

El cristal templado sigue siendo la norma (Gorilla Glass Victus, el más resistente que se comercializa) en el cuerpo del teléfono y el aluminio para la estructura del terminal. Google ha optado por editar ambos modelos en blanco y negro y lanzar un color exclusivo para cada modelo. El que quiera la versión más mundana, podrá optar a un verde lima. El superior tiene un color que ellos describen como 'liquen', que se puede ver en las imágenes. Supuestamente es una variación del verde. Si eres de los que no sabes lo qué es el blanco roto, te pasará como a mí: lo verás gris. Es una propuesta que no convencerá a todo el mundo, más que nada, porque viene conjuntado con unos marcos brillantes y dorados que rematan una combinación nada común.

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(Sergio Beleña)

El Pixel 7 Pro tiene un tamaño de 6,7 pulgadas, con una pantalla OLED con agujero para la cámara de selfie y laterales curvos. La buena noticia es que son bastante menos pronunciados que en la anterior edición. El de 6,3 pulgadas apuesta por un panel plano, que en esta ocasión ha reducido sus marcos. La verdad que este segundo teléfono es realmente cómodo de manejar en la mano. El resto del diseño no tiene excesivos misterios. Resistencia IP68, puerto USB tipo C y altavoces estéreo que ofrecen un sonido más o menos potable, en absoluto brillante, dentro de las posibilidades de un smartphone. El lector de huellas, que sigue sin ser extremadamente veloz, mejora su efectividad y el reconocimiento fácil también ofrece una buena fiabilidad. En la biometría, Google ha hecho propósito de enmienda. Y se puede decir que por fin ha arreglado el gran tropiezo que tuvo con la anterior generación en este sentido.

El primer 'sí' rotundo para Google (el diseño al final es algo subjetivo siempre que cumpla unos mínimos) hay que darselo en la pantalla del Pixel 7 Pro. Una auténtica delicia que creo que cumple en todos los aspectos. Resolución, color, ángulos de visión, contraste... En el caso del brillo, alcanza picos de hasta 1.500 nits. Cuenta con tecnología LTPO que le permite 'fluir' entre los 10HZ y los 120HZ de tasa de refresco, dependiendo el uso que estés haciendo en cada momento. Algunos juegos requieren alcanzar la tasa más alta, contar con 120 cuadros por segundo, para sentirlo todo fluido, que haya continuidad visual milimetrada. Pero para leer un texto o navegar por este periódico no hace falta eso. Gracias a ser capaz de discernir cuándo apretar el acelerador o no, estas pantallas adaptativas ayudan a ahorrar batería.

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(Sergio Beleña)

Pero esta función es cosa exclusiva del modelo de más quilates. El estándar se tiene que conformar con una horquilla de 60 a 90Hz, que es la misma tasa que ofrecen, por ejemplo, el iPhone 14 y el iPhone 14 Plus (60Hz). Los picos son de hasta 1.200 nits de brillo en este caso. En el caso del Pixel 7, a secas, es una pantalla correcta, fiable. No llega a cifras punteras pero no falla en ningún apartado. Es el mismo debate que sucede, un año sí y otro también, con los iPhone más modestos. Sí, las especificaciones del panel son menores, pero los que tengan pensado comprar este terminal no lo van a echar de menos.

Un nuevo caballo de Google

La nueva hornada incluye también cambios en su interior. Entre ellos, un nuevo caballo para tirar del carro. La anterior generación sirvió para estrenar el primer procesador diseñado por Google (la fabricación la encargó a Samsung), que decidió prescindir de los Snapdragon de Qualcomm. El motivo que se esconde detrás de esta decisión es ganar flexibilidad y control sobre los componentes para que estos se ajusten mejor a las necesidades, por ejemplo, de procesamiento neuronal para habilitar funciones basadas en lo que solemos denominar como inteligencia artificial o aprendizaje automático

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(Sergio Beleña)

Los Pixel han puesto muchos huevos en esa cesta, en la de incluir funciones exclusivas de software. Buenos ejemplos son el 'revelado' de sus imágenes basadas en la fotografía computacional, la herramienta que detecta qué canción está sonando a tu alrededor sin necesidad de tirar de Shazam ni abrir ninguna app o la transcripción en vivo a texto mientras se utiliza la grabadora de voz.

A ese primer chip, bautizado como Tensor G1, le ha seguido el Tensor G2. Algunos 'benchmark' (una suerte de test de estrés para comprobar el desempeño de estas piezas) lo sitúan en línea con el Snapdragon 8 Gen 1, aunque es cierto que hay otros que lo ponen un pasito por detrás. Ambos están por detrás del Bionic A16, el procesador que mueve los iPhone 14 Pro.

Esta pieza se combina con 8GB de RAM en el Pixel 7 y con 12GB en el caso del Pixel 7 Pro. Ambos ofrecen versiones de 128 o 256GB de memoria interna. Haciendo acciones sencillas del día a día no notarás la diferencia entre un modelo y otro de rendimiento. Esos 4GB hacen acto de presencia cuando tenemos múltiples, hasta 15 apps, funcionando en paralelo, cuando el hermano mayor se mueve más holgadamente gracias a su capacidad. Ese extra también se dejará notar cuando pase el tiempo, ya que la RAM es uno de los factores que ayudan a los teléfonos a envejecer mejor.

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(Sergio Beleña)

En líneas generales, solo puedo decir que el Tensor G2 se siente mucho más en forma que su predecesor, que se recalentaba mucho más a menudo y de manera más notable. Tanto el Pixel 7 como el Pixel 7 Pro se han comportado excepcionalmente en las jornadas corrientes. Juegos, aplicaciones, edición de fotos... En el caso de una actividad pesada, como editar video, el modelo pata negra ha mostrado un rendimiento similar, incluso ligeramente, al de otros gama alta de Android que he probado este curso. Sin embargo, el mejor iPhone de este año ha podido deglutir actividades de esta naturaleza en menos tiempo. La pregunta ahora es, ¿cuántas personas editan video en 4K con su móvil? Pocos. Por eso hay que saber poner en perspectiva las capacidades del chip.

En rendimiento cumple. ¿Y en autonomía? Veamos, una vez más, de dónde veníamos. El Pixel 6 Pro, especialmente, tenía un depósito de gasolina, digamos, que podía resultar escaso. Yo particularmente me apañaba bastante bien para llegar al final del día (ha sido mi móvil de cabecera prácticamente la mitad de este 2022) pero es cierto que daba la sensación que llegaba tiritando al final de la jornada. Con los 5.003 mAh del 7 Pro he conseguido de sobra para pasar una jornada con un uso medio y superar las 7 horas largas de pantalla, incluso superar las 8 si renunciaba a algunas cosas. En el caso del modelo más compacto, la batería se queda en los 4.355 mAh, y aquí me he visto más atado en corto, con algo más de 6 horas de pantalla en la mayoría de ocasiones.

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(Sergio Beleña)

Donde puede haber más quejas y con razón es en el tema del cargador. Y con mucha razón. Sigo sin compartir que por estos precios no venga incluído el cargador en la caja o en el pack de compra. Esto es aplicable por igual a Apple, Google o Samsung. No tiene sentido ninguno. ¿Es decepcionante la carga rápida? Si eres de los que te has acostumbrado a los velocistas chinos, probablemente te parezca que lo del Pixel 7 y el Pixel 7 Pro es un trote ligero bastante flojo Estos teléfonos apuestan una vez por tener carga rápida de 30W con su propio cable y 23W con un sistema inalámbrico.

Voy a centrarme un poco en los tiempos de carga utilizando un adaptador compatible, recuerdo, no incluído en caja. Recuperar el 50% de la autonomía se demora media hora. Llenar el tanque entero, algo menos de hora y media. En mi caso, son registros más que suficientes para mi día a día. Son tiempos parecidos a los que ofrecen los iPhone o los Samsung Galaxy, mucho menores que las velocidades salvajes que ya han alcanzado marcas como Oppo o Xiaomi.

La carga rápida se ha convertido en una especie de batalla cultural en la industria y fabricantes como Google o Apple han preferido no entrar a la carrera de velocidad en pro de que la batería se conserve mejor en el tiempo. Pero, sinceramente, creo que uno de los deberes de cara a la próxima generación es dar un pequeño paso adelante. Un último apunte, también ofrecen carga inversa, de 5W. Algo anecdótico y que puede servir para dar un pequeño chute a unos auriculares inalámbricos o a algún accesorio similar.

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(Sergio Beleña)

Hablando de auriculares inalámbricos, quiero hacer un par de apuntes a este respecto. Ya he dicho que los altavoces estéreo funcionan de una manera bastante decente, sin ser los más punteros que podemos encontrar en un terminal. Si utilizamos unos auriculares BT debemos saber que estos teléfonos soportan múltiples códecs de audio inalámbrico (AAC, LDAC, SBC, aptX y aptX HD). Hay una función, potenciada a través de las capacidades del nuevo Tensor, que es la reducción de ruido durante las llamadas. Una técnica basada en la inteligencia artificial que dará un extra de claridad a nuestras conversaciones.

Google se mueve al ritmo de Android 13. Su capa de personalización es la menos intrusiva, incluso menos que la de los Nothing Phone (1), del mercado. Es un Android casi virgen y todo lo que le incluyen suma. Mi gran pega con Google es que solo ofrece 3 actualizaciones de sistema operativo, una menos con Samsung que se ha convertido en el fabricante de Android líder en este aspecto. En el caso de las actualizaciones de seguridad, la compañía ofrece soporte durante al menos 5 años, que es un buen registro teniendo en cuenta la esperanza de vida media de un smartphone de alta gama. Solo puedo decir que el sistema operativo y el software es uno de los puntos fuertes de este teléfono. Siempre lo ha sido y esta vez no es una excepción. Aunque hay que esperar a final de año para disfrutarlo, los compradores deben saber que podrán disfrutar a coste cero de la VPN de Google One.

La cámara como gran virtud

Pero la gran virtud de los Pixel siempre ha sido su cámara. Es más, la mayoría de esas funciones exclusivas de software que Google se saca de la manga, a día de hoy, se concentran en este apartado como veremos a continuación. Aquí un breve repaso de las piezas de cada telefono en lo que se refiere a la cámara: .

- Pixel 7: Sensor principal de 50 megapíxeles (F/1.9, estabilización óptica y electrónica, pixeles de 1,2 micras, PDAF, enfoque láser, 1/1,31 pulgadas), Sensor ultra gran angular de 12 megapíxeles (F/2.2, 114º de visión, tamaño de pixel de 1,25 micras). Video hasta en 4K a 60 fps. Cámara delantera de 10,8 megapíxeles (F/2.2, 92,8º de visión y 1,22 micras de tamaño de pixel). Video 4K a 30 o 60 fps.

- Pixel 7 Pro: Sensor principal de 50 megapíxeles (F/1.9, estabilización óptica y electrónica, pixeles de 1,2 micras, PDAF, enfoque láser, 1/1,31 pulgadas), Sensor ultra gran angular de 12 megapíxeles (F/2.2, 114º de visión, tamaño de pixel de 1,25 micras). Video hasta en 4K a 60 fps. Telefoto de 48 MP (F/3.5, 120mm, 1/2.55 pulgadas, 0.7 micras de tamaño de pixel, PDAF, estabilización óptica y electrónica, zoom optico por 5). Cámara delantera de 10,8 megapíxeles (F/2.2, 92,8º de visión y 1,22 micras de tamaño de pixel). Video 4K a 30 o 60 fps.

Nos encontramos la misma fórmula que el pasado año. Comparten el sensor gran angular y el sensor principal y el modelo Pro es bendecido con un telefoto que ahora aumenta sus capacidades de zoom óptico (ese que no se hace con un recorte de la imagen principal) hasta los 5 aumentos. Sin embargo, las capacidades de procesamiento de los Pixel permiten una función de zoom digital sin pérdida. En el caso del Pixel 7, al no contar con telefoto, llega a los 8 aumentos. En el caso del modelo Pro, hasta los 30.

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(Sergio Beleña)

Poco se puede decir del desempeño de las cámaras de Google en fotografía. Particularmente, me siguen pareciendo la cámara de un teléfono Android que mejor resultado ofrece en lo que respecta a la fotografía. Ofrece grandes resultados a plena luz del día, con colores bien representados y buena definición. El seguimiento de objetos y el enfoque en movimiento funciona muy bien. Además, ofrece la posibilidad de disparar en RAW, de la misma forma que el iPhone 14 Pro, lo que nos da mucho juego a la hora de editar las imágenes y obtener mejores resultados.

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Foto: M. Mc.
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El modo retrato sigue siendo una delicia y, personalmente, el que más me gusta de todos los que he probado. Ahora han mejorado la función 'real tone', que ayuda a capturar mejor los tonos de la piel, algo que ya funcionaba muy bien. Además, se han reducido los problemas que se presentaban con los reflejos y los destellos a la hora de tomar imágenes a contraluz.

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Foto: M. Mc.
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Foto: M. Mc.
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Foto: M. Mc.
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Foto: M. Mc.

El modo noche ahora ha sido mejorado y aligerado. Es cuestión de 2 o 3 segundos, incluso en las escenas más complicadas. Algo que se agradece. Rescata muchísima luz (probablemente sea el líder en este aspecto) aunque los milagros hay que seguir pidiéndolos a Lourdes. Si tomas una foto de habitación prácticamente a oscuras, el procesado será agresivo.

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El zoom de 5 aumentos es una auténtica delicia. Los que apuesten por el Pro y tengan ciertas inquietudes fotográficas, lo apreciarán sin lugar a dudas. Los resultados son espectáculares. Es cierto que quizá tenga un poco menos de definición final que lo que pueden ofrecer los Galaxy de Samsung o algunos Xiaomi, pero lo compensa con el color y la luminosidad. El zoom digital creo que cumple en ambos casos. Los 30 aumentos que ofrece el Pixel 7 Pro pueden ser útiles con cierto nivel de luz (particularmente yo no lo utilizaría a más de 10 aumentos), ya que de noche ofrece resultados más irregulares. En el caso del Pixel 7 lo que puedo decir es que sin hacer milagros, puede ser interesante para hacer encuadres más cerrados y emular un teleobjetivo de 2 aumentos ópticos.

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En el campo de la fotografía ya habíamos visto interesantes funciones de Google como el borrador mágico, que te deja borrar intrusos y objetos no deseados en alguna foto. Está disponible en los Pixel 6 y también en el Pixel 6a. Es más, voy a rescatar un ejemplo del gama media, para demostrar los resultados de esta función. También tenemos una opción que nos permite 'suavizar' el color de algún objeto o de alguna zona de la fotografía, por ejemplo, para centrar la atención donde queremos.

Ahora, a estas herramientas se une una función conocida como 'Unblur', que nos permite reenfocar fotos borrosas o movidas. No solo las tomadas con el Pixel 7 y el Pixel 7 Pro, sino que también funciona con otras imágenes que tienes en la galería. El resultado llama bastante la atención y puede llegar a ser muy útil. A esto hay que sumarle un nuevo modo macro que se activa automáticamente y que puede dar cierto juego.

El video era una de las grandes asignaturas pendientes del Pixel 7 y el Pixel 7 Pro. El rey de la categoría sigue siendo el iPhone, sin lugar a dudas, pero el paso adelante de este modelo ha sido muy importante. Todas las lentes, en ambos modelos, pueden grabar a 4K a 60 frames, la estabilización es buena. Además, han añadido grabación de video HDR de 10 bits así como un modo cine que permite grabar con desenfoque.

¿Qué Pixel comprar?

Hasta aquí la review del Pixel 7 y el Pixel 7 Pro. Es probable que si vamos a una comparativa punto por punto, hay algunos modelos que puedan doblarle el brazo en algunos aspectos concretos. Sin embargo, creo que el valor de Google pasa por el conjunto y, sobre todo, por el precio. Creo que prácticamente ningún terminal te ofrece una experiencia así por 649 euros en el caso del Pixel 7 o por 899 en el caso del Pixel 7 Pro.

Foto: Foto: Google.

Si buscas algo más asequible, el Pixel 6a es también una grandísima opción, que te dará todo lo que necesitas en tu día a día, con la mejor cámara que se puede tener en su franja de precios. Algo que se ha reforzado ahora que ha caído por debajo de los 400 euros. La cuestión es si comprar o no la última generación o echar un ojo al Pixel 6 y el Pixel 6 Pro, el que ha sido mi móvil de cabecera durante mucho tiempo. Yo, personalmente, en el caso del Pro, apostaría por el Pixel 7 Pro por el cambio de procesador y el nuevo teleobjetivo. En el caso de que estés valorando el modelo sencillo, la verdad que la rebaja que ha experimentado el Pixel 6 (está por debajo de los 500 euros) lo hace una opción a valorar, especialmente para los que tienen un presupuesto más corto aunque eso suponga renunciar a algunos avances. Un apunte, muchas de las funciones que hemos visto y veremos en el 7 son susceptibles de llegar a la anterior generación, al contar con la primera generación del Tensor. Google ha reconocido que esto ocurrirá, auqnue no ha detallado cuáles serán y cuáles no.

Si quieres comprar algún modelo:

Pixel 7 (649 euros) Pixel 7 Pro (899 euros)

Si tienes un presupuesto más corto

Pixel 6a (380 euros) Pixel 6 (498 euros) Pixel 6 Pro (699 euros)

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El Confidencial ha seleccionado los productos para esta 'review' siguiendo un criterio estrictamente editorial. El texto incluye una selección de botones/enlaces para comprar el producto al menor precio posible. El Confidencial puede generar ingresos por las ventas de estos productos, pero la inclusión de los enlaces cumple una mera función de servicio al lector dentro de un contenido periodístico.

Los Pixel, de una forma similar a los extintos Nexus, son unos móviles que reciben una atención muy superior al impacto al que tienen en el mercado. En seis años han conseguido vender aproximadamente un 10% de lo que vende Samsung, el líder del mundial de constructores móviles, en todo un año. Probablemente, este desmesurado alboroto venga porque el que firma estos dispositivos es una empresa de la talla de Google, al que esto de fabricar y no simplemente programar parece que se le ha hecho más cuesta arriba de lo que se podría esperar de una multinacional con ese músculo. No deja de llamar la atención porque es la que rige los designios de Android, el sistema operativo más utilizado del mundo. Si uno lo piensa, los de Mountain View, salvando las distancias, son los únicos en el mundo junto a Apple que tienen el dominio absoluto sobre los dos hemisferios que influyen en la creación de teléfonos: el hardware y el software.

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