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15 días con el móvil 'asequible' de Google que me quitó las ganas de comprar un Android chino
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NO ES PERFECTO, PERO...

15 días con el móvil 'asequible' de Google que me quitó las ganas de comprar un Android chino

El Pixel 6a vuelve a España después de un par de años de ausencia. Es una propuesta que se sale de lo que ofrecen otros dispositivos de precio similar. Un producto, con algunas cosas que limar, que si fuese de Apple se vendería mucho

Foto: Foto: Google.
Foto: Google.

Al responsable de Android, el sistema operativo más utilizado del mundo, le cuesta muchísimo vender sus móviles. Y eso que Google, el fabricante en cuestión, lleva metido en esto de hacer teléfonos más de una década. En 2010, encargó a HTC dar forma al primero de los Nexus, una gama de terminales que dio algunos grandes resultados como aquel fantástico Nexus 5 fabricado por LG. Seis años más tarde, los de Mountain View decidieron dejar de 'subcontratar' la creación de sus dispositivos a terceros y empezaron ellos mismos en casa. Crearon la marca Pixel e incluso compraron los restos que aún quedaban en pie de HTC para impulsar esta meta. Pasado este tiempo, a pesar del ruido que generan sus lanzamientos, no han conseguido que sus 'smartphones' sean un fenómeno de masas y compitan en ventas con otros gigantes de la industria.

Foto: Foto: EC Diseño.

Fallos del pasado, una mala maquinaría comercial... Vayan ustedes a saber cuál es la razón exacta por la que a una empresa del tamaño de Google le cuesta tanto colocar sus terminales. Y eso que no tienen malas propuestas entre manos, aunque a veces errores puntuales de principiante acaben poniendo el foco en otra parte.

Ahora han vuelto a demostrar que tienen mano para hacer móviles con el Pixel 6a. Un modelo asequible, tiene un coste de 459 euros, que ha vuelto a España después de dos años de ausencia, ya que la multinacional estadounidense decidió no lanzar ni un solo terminal de la quinta generación en nuestro país. Un modelo asequible, el Pixel 6a, que, con sus más y sus menos, personalmente me parece una de las propuestas más atractivas en su rango de precio si lo que buscas es un teléfono cómodo, con una buena cámara y que cumpla tanto en autonomía y rendimiento. Un modelo asequible que, tras probarlo durante 15 días, me ha quitado las ganas de comprar un Android chino, por mucho que ofrezcan. Esta ha sido mi experiencia con este móvil que, sin ser perfecto, tiene bastante que ofrecer.

Un diseño (algo) diferente

Empecemos por el diseño. Muy similar al de sus hermanos mayores. Google siempre ha intentado salir del pelotón de fabricantes Android. Y creo que en el caso del Pixel 6 y Pixel 6 Pro consiguió un aspecto bastante singular. Obviamente, no es un Nothing y su trasera transparente llena de leds, pero es un terminal que se sale de la norma. El Pixel 6a sigue esa línea. Un terminal con dos acabados divididos por la franja (menos abultada) que contiene la cámara, con dos sensores en este caso, así como el 'flash'.

La parte trasera es de plástico, aunque realmente da el pego y he tenido que revisar un par de ocasiones las especificaciones porque estaba seguro de que era cristal templado. No es enorme, pero tampoco es un móvil minúsculo (eso apenas queda para el iPhone 13 Mini), ya que cuenta con una pantalla de 6,1 pulgadas. A pesar de eso, es de lo más compacto que puedes encontrar a día de hoy. El formato escogido (20:9) y el diseño de los laterales (rematados en un aluminio pulido muy agradable y con buen agarre) hace que resulte muy cómodo en la mano. Es más, diría que es de los Android más manejables que puedes encontrar a día de hoy. Los botones (desbloqueo y volumen) se concentran en el lado derecho, mientras que el puerto USB tipo C está en la parte inferior junto a uno de los dos altavoces estéreo (el otro está en el borde superior de la parte frontal).

placeholder El diseño del Pixel no es un Nothing, pero también es algo particular. (M. McLoughlin)
El diseño del Pixel no es un Nothing, pero también es algo particular. (M. McLoughlin)

Este diseño cuenta con resistencia IP67 ante líquidos y polvo y está disponible en tres colores (gris claro, negro y un verde que, particularmente, me resulta canela fina). Mi consejo: pasen de las fundas oficiales (que son un poco traslúcidas) y compren una funda transparente, que es una pena que este cuerpo vaya tan tapado.

La parte frontal cumple los estándares marcados. Marcos reducidos (no son invisibles) y un agujero en la zona central superior para albergar la cámara delantera. No hay mucho misterio. Bajo la pantalla se oculta el lector de huellas. Funciona algo mejor y tiene menos tasa de fallos que el de sus hermanos mayores (se desató bastante polémica en torno a esto), pero no es ni mucho menos el más rápido del mercado. He de remarcar que a mí no me parece una molestia tremenda, pero sí que podría ser algo más ligero. El cristal de la pantalla es Gorilla Glass 3, por lo que no le vendría mal hacerse con un cristal templado (siempre suele ser buena idea) para aumentar su protección ante caídas, golpes y rasguños.

La pantalla parece ser uno de los sitios donde Google ha recortado con el fin de mantener el precio a raya. Se trata de una AMOLED de 6,1 pulgadas, que ofrece una calibración buena, unos colores en línea de lo que podemos esperar de esta tecnología así como un brillo lo suficiente alto como para poder manejar el teléfono con luz solar directa. Una función bastante interesante es la de activar por defecto, cuando se acerque la hora de acostarse, el modo de reproducción en blanco y negro. Todo se verá así para evitar las luces azules antes de dormir.

La pega que muchos han visto en el panel del Pixel 6A son los 60 Hz de tasa de refresco. Dicen que se queda corto, máxime cuando un rival directo como el Nothing Phone ha optado por doblarla. Es cierto que, si vienes de un teléfono con estas características, lo vas a notar al principio, pero dudo que tardes en acostumbrarte. Yo no lo he hecho. No me parece una especificación innegociable en este rango de precios.

El iPhone SE, por ejemplo, también apuesta a recortar en este apartado y nadie le ha dado tantas vueltas al asunto. ¿Estaría bien que tuviese al menos 90 Hz o que se subiese a los 120 Hz? Sí. ¿Es algo que arruine la experiencia? No. Me recuerda mucho a la polémica que hubo en torno a si la resolución de los iPhones Xr era suficiente (era, por así decirlo, HD+). Algunos decían que era algo calamitoso para un terminal de 800 euros. Y el Xr acabó siendo de lo más vendido del año, a pesar de que la pantalla, sobre el papel, rozaba un aprobado justo.

placeholder Frontal del Pixel 6a. (M. McLoughlin)
Frontal del Pixel 6a. (M. McLoughlin)

Si levantamos el capó, nos encontraremos un Tensor, un procesador diseñado por la propia Google y fabricado por Samsung, como motor. Una pieza que viene acompañada con 6 GB de RAM y 128 GB de memoria interna, no ampliable por microSD. Un breve apunte sobre el almacenamiento: es UFS 3.1, lo que te garantiza una buena velocidad de lectura y de escritura de tus archivos. Volviendo al caballo escogido para mover este Pixel 6a.

Fluidez y normalidad

Cabe mencionar que el procesador es el mismo que mueve el Pixel 6 y el Pixel 6 Pro, con la diferencia de que estos cuentan con 8 y 12 GB de RAM, respectivamente. Es el primer procesador que diseña la compañía (ha hecho lo propio con otros como el chip de seguridad Titan M2, que incluye este terminal). El paso, que ya han dado otros, obedece a la necesidad de personalizar esta pieza para poder implementar y mejorar muchas funciones de 'software' e inteligencia artificial. Los Pixel 7 y 7 Pro, que verán la luz el próximo otoño y que fueron mostrados brevemente en el último Google I/O, montarán la segunda generación.

placeholder Una de las fortalezas del Pixel 6a es su cámara. (M. McLoughlin)
Una de las fortalezas del Pixel 6a es su cámara. (M. McLoughlin)

El Tensor, diseñado en arquitectura de 5 nanómetros, no es un pura sangre. No va a ser un chip que destaque en los 'benchmarks' y otros test de estrés que se realizan para medir su fuerza bruta. Pero creo que, a pesar de no estar compitiendo por el primer o el segundo puesto, se coloca en la cabeza de carrera. El terminal se siente lo suficientemente suelto en su uso diario.

La configuración inicial, cuando tuve que instalar un buen puñado de 'apps', no se convirtió en una digestión de la que le costase un buen rato recuperarse. Ha podido manejar algunas 'apps' en paralelo, juegos... Salvo algún momento puntual, no se ha calentado en exceso. Lo que se puede pedir a un móvil de este precio es que ofrezca solvencia en el día a día, que todo funcione con relativa normalidad. Creo que el Pixel 6a lo logra aunque el motor que tenga en su interior no sea el más destacado.

El Tensor no es una bestia parda. Pero es un chip que consigue dar fluidez en el día a día

Hay algo que ayuda a esta normalidad: Android casi virgen. Aunque sea de Google, el sistema operativo que utiliza no es completamente virgen, porque tiene algunos añadidos. Añadidos que, desde mi punto de vista, suman. Hablamos de la aplicación de cámara, hablamos de la 'app' de notas de voz o funciones especiales. Pero en ningún caso suponen una carga para Android 12, que es lo que mueve esta 'app'. Junto al Nothing Phone (1) es la mejor experiencia que se puede tener en un terminal de este precio si lo que buscas es que no haya 'apps' innecesarias preinstaladas, 'bloatware' o capas de personalización que acaben pasando factura.

Teléfonos de Xiaomi o de Samsung de esta categoría que han pasado por mis manos tienden a tartamudear con algún que otro tirón o mostrando 'lag' en algún momento de mis pruebas. No ha sido el caso. Este Pixel 6a ofrece algunas de las funciones de sus hermanos mayores. El 'Está sonando' (con el que identificará la canción que suena alrededor), la transcripción en vivo de una grabación (disponible en inglés, pero también en castellano y otros idiomas) o los subtítulos de cualquier vídeo.

placeholder Frontal del Pixel 6a. (M. McLoughlin)
Frontal del Pixel 6a. (M. McLoughlin)

Creo que, en el apartado de 'software', es un terminal bastante redondo. Tiene tres años de actualizaciones de sistema operativo, que es una buena cifra, pero no es la mejor del mercado Android, algo que corresponde a Samsung que promete cuatro. Cuesta comprender del todo que Google no de un paso adelante y ofrezca esa cifra, al menos en sus gama alta. También hay que decir que hay soporte para cinco años en lo que se refiere a actualizaciones de seguridad. Antes de entrar a tratar el tema de la autonomía, quiero destacar el apartado de conectividad, donde tenemos tanto 5G como Wifi 6E, así como NFC o BT 5.2.

El Google Pixel 6a ofrece un tanque de gasolina de 4.410 mAh. Está en línea con otros modelos. A pesar de estar alejada de la cifra mágica de los 5.000 mAh, creo que el trabajo de optimización se nota. Diría que la puesta a punto, desde el punto de vista energético, es mejor en este modelo que en el Pixel 6 o el Pixel 6 Pro. Aquí he podido llegar la mayoría de días con un remanente del 20%. En horas de pantalla, unas siete. Sin pegas en este aspecto.

placeholder La funda oficial del Pixel 'desluce' su diseño. (M. McLoughlin)
La funda oficial del Pixel 'desluce' su diseño. (M. McLoughlin)

Donde hay más pegas es en la carga rápida. A un teléfono de estas características no creo que se le pueda exigir cosas como la carga inalámbrica o la carga inversa, aunque es cierto que el Nothing Phone (1) ha apostado por esto como uno de sus reclamos. Pero lo que creo a pies juntillas es que la carga rápida del Pixel 6A (y de los Pixel en general) debe ser menos lenta. En este caso, si enchufamos el teléfono a un cargador compatible (no viene incluido) tardaremos en llegar al 50% algo más, unos minutos, de media hora. El 'lleno, por favor', se demora hora y tres cuartos o un poquito más. No hace falta llegar a velocidades exageradas de carga rápida que puedan afectar a la vida útil de la batería, pero estos 18W dejan con ganas de más.

La mejor cámara por este precio

Para enfilar la recta final de este análisis, he reservado la gran fortaleza de este Pixel 6a: la cámara. Es su gran argumento, junto al de ofrecer Android limpio y una experiencia fluida en el día. Es, sin lugar a dudas, la mejor cámara que puedes encontrar a estos precios. Google huye de la tendencia de muchos fabricantes, como las marcas chinas o Samsung, de poner tres o cuatro sensores en sus terminales más baratos. Aquí solo hay dos: el sensor principal y el gran angular. El telefoto queda reservado para los usuarios de los Pixel 6 Pro.

Las piezas que componen la cámara del Pixel 6a:

- Principal: 12,2MP, apertura f/1.7, ángulo de visión de 77º, estabilizador óptico. Vídeo (compatible con HDR) 4K a 30 o 60 'frames' por segundo. Vídeo 1080 a 240/120/60/30 'frames' por segundo.
- Ultra gran angular: 12MP, apertura f/2.2, ángulo de visión de 114º. Vídeo 1080p hasta 60 fps, Vídeo 4K a 30 fps.
- Delantera: 8MP, f/2.0, ángulo de 84º. Vídeo a 1080p.

Las piezas de la cámara no son de última generación. Tiene ya dos años y pico largos de antigüedad. Sin embargo, a Google, cuando se habla de fotografía no se le puede juzgar únicamente por el 'hardware', sino que hay que tener en cuenta sus capacidades de 'software' y el músculo de su fotografía computacional. Y en eso, a día de hoy, no tiene rival. Sus teléfonos de alta gama ofrecen un procesado único, siendo capaces de obtener un retrato bueno en medio de una discoteca con una iluminación escasa o rescatar detalles en donde tenemos un contraluz muy agresivo.

Obviamente, que el 'hardware' sea algo más antiguo se nota. En el caso de haber equipado esta cámara con las mismas piezas del Pixel 6, este modelo hubiese canibalizado por completo al modelo mayor y los argumentos para optar por la versión más cara (no hablamos del Pro) se hubiesen quedado en anecdóticas. Pero, con todo, consigue superar a su competencia directa. A toda.

Con ambos sensores (x1 y x0,6) ofrece tomas nítidas, incluso cuando se fotografían sujetos u objetos en movimiento, algo en lo que los móviles de este precio suelen claudicar. En lo que se refiere a los colores, consigue tonos vivos y agradables sin llegar a la saturación que imprimen otros fabricantes como Xiaomi, Realme o Samsung a sus fotos. El 'zoom' digital de dos aumentos también cubre bien el expediente, ofreciendo tomas bastante decentes.

Aquellas donde hay fuertes contrastes las resuelve bien. Aunque el cuerpo te puede pedir algo más de detalle, creo que también cumple en este aspecto, especialmente con el sensor principal, que estabiliza particularmente bien, algo que le ayuda a mejorar fotos cuando escasea la luz.

El modo retrato cumple con notable alto lo esperado. Y eso no es poco, porque Google, en mi opinión, tiene uno de los mejores 'efectos bokeh' del mercado, junto al Vivo X80. Por supuesto, creo que está por delante del iPhone.

En las tomas nocturnas, no hace milagros. Pero, sin hacerlos, creo que ofrece resultados pintones, tanto cuando se utiliza el modo noche como cuando no. Y, por supuesto, sigue un palmo por delante de otros terminales asequibles. En estos párrafos, podéis ver varios ejemplos de imágenes tomadas con este Pixel 6a.

Y hasta aquí el análisis de este Pixel 6a. Podemos resumir que este teléfono te da, además de una cámara muy buena por 459 euros, una fluidez y una experiencia que hace que no te falte nada en tu día a día. En lo que respecta a la autonomía cumple sobradamente y es cierto que, si algo se echa en falta, es un poco más de carga rápida. Todo ello envuelto en un diseño con personalidad.

Ahora muchos pedirán el diagnóstico: ¿me lo compro? Eso depende de muchas cosas. Para empezar, el Pixel 6a tiene al enemigo en casa. El Pixel 6 ya se puede encontrar por apenas cien euros más. La compañía sabe también de esto y probablemente por esta razón haya activado la promoción de lanzamiento del Pixel 6a. Adquiriéndolo tanto en la web de Google como en Amazon, te llevarás unos Pixel Buds A, valorados en 99 euros, gratis. Eso sí, hay que hacerlo antes del 28, día que sale a la venta. Creo que es una buena opción para tener unos auriculares inalámbricos decentes (yo los coloco a la par que los AirPods 2) con los que complementar tu teléfono.

placeholder La silueta del Pixel 6a. (M. McLoughlin)
La silueta del Pixel 6a. (M. McLoughlin)

Pero el Pixel 6a va a un terreno muy competido. Probablemente, protagonice un interesante pulso con el Nothing Phone (1), que ofrece su peculiar y original aspecto, Android limpio, una mejor pantalla y más RAM por ese mismo precio. Pero también cabe decir que ahí, en esa franja, hay actores muy consolidados. Xiaomi, Samsung, Realme o OnePlus y sus Nord tienen opciones muy destacadas.

Particularmente, la propuesta de Google me convence más. Pero, para gustos, los colores. Hay algunos que dirán que compite también con el iPhone SE. Yo no lo creo. Es probable que quien tenga el teléfono más barato de Apple (529 euros por la versión de 64 GB) entre ceja y ceja no esté leyendo este texto ni planteándose comprarse un Android. Eso sí, si el Pixel 6a fuese una propuesta de la manzana, estoy convencido de que este terminal sería un superventas.

6A + Buds A gratis (459 €)

Otras alternativas a este precio

Si buscas más potencia, mejor pantalla y no te importa tanto la cámara:

Nothing Phone (469 €)

En esta misma línea, aunque sin Android puro:

Samsung A53 (399 €)

Un Pixel, pero un poquito mejor:

Pixel 6 (533 €)

Una alternativa china que te da más potencia, mejor pantalla y más carga rápida:

Realme GT 2 (499 €)

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Al responsable de Android, el sistema operativo más utilizado del mundo, le cuesta muchísimo vender sus móviles. Y eso que Google, el fabricante en cuestión, lleva metido en esto de hacer teléfonos más de una década. En 2010, encargó a HTC dar forma al primero de los Nexus, una gama de terminales que dio algunos grandes resultados como aquel fantástico Nexus 5 fabricado por LG. Seis años más tarde, los de Mountain View decidieron dejar de 'subcontratar' la creación de sus dispositivos a terceros y empezaron ellos mismos en casa. Crearon la marca Pixel e incluso compraron los restos que aún quedaban en pie de HTC para impulsar esta meta. Pasado este tiempo, a pesar del ruido que generan sus lanzamientos, no han conseguido que sus 'smartphones' sean un fenómeno de masas y compitan en ventas con otros gigantes de la industria.

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