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La tecnología que puede hacer que España deje de ser un 'don nadie' con los microchips
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UNA ARQUITECTURA 'OPEN SOURCE'

La tecnología que puede hacer que España deje de ser un 'don nadie' con los microchips

Europa anuncia 43.000 millones para atraer a los fabricantes. Intel anuncia un fondo de 1.000 millones para proyectos con ARM y Risc-V. Esta última es una tecnología que el SuperComputing Center de BCN lleva tiempo investigando

Foto: Interior de una fábrica de semiconductores. (Getty Images/Mario Tama)
Interior de una fábrica de semiconductores. (Getty Images/Mario Tama)
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De ser una industria invisible, cuyo perfecto funcionamiento se daba por descontado ante la ausencia de señales de alerta, a ser un constante foco de atención. La semana en el gremio de los semiconductores ha sido intensa. El miércoles se conoció que Nvidia y Softbank, el gigante nipón, deshacían el acuerdo de compra de la firma británica ARM que se había convertido en una enrevesada madeja por la oposición de los reguladores del país natal de la tecnológica, Reino Unido; pero también de la UE, EEUU o China. Nadie terminaba de ver con buenos ojos que el fabricante más famoso de tarjetas gráficas y otros componentes informáticos fagocitase toda la tecnología de ARM Holdings, un actor fundamental, entre muchas otras cosas, para la electrónica de consumo más avanzada o los centros de procesamiento de datos. Ahora el conglomerado nipón ha anunciado que sacará a Bolsa esta compañía, aunque no ha especificado en qué punto del mapa lo hará.

Foto: Imagen actual de la planta industrial situada en Tres Cantos. (P.G)

Prácticamente al mismo tiempo, Bruselas hacía público un nuevo punto de su hoja de ruta en la materia. Los gerifaltes de la Unión llevan tiempo hablando de que quieren que en 2030 uno de cada cinco microchips que se fabrique en el mundo salga de su territorio. Para llegar a su objetivo ahora han movilizado, entre capital público y privado, 43.000 millones de euros. De esa cantidad, 11.000 millones serán concedidas como ayudas directas. El plan es notablemente inferior a lo que, por ejemplo, ha preparado Estados Unidos. Pero es un primer paso para reposicionarse y recuperar soberanía tecnológica.

Por el momento, ya han amarrado el compromiso de Intel de abrir dos instalaciones en suelo europeo, que se sumarán a la planta que ya tiene en Irlanda. Este movimiento de la compañía, que sigue siendo el mayor fabricante de circuitos integrados del mundo, forma parte de un plan con el que la firma pretende reverdecer sus mejores laureles. Para ello, utilizarán sus fundiciones (junto con Samsung son los únicos que hacen el ciclo completo de diseñar y fabricar) para dar forma a las creaciones de terceros, algo que nunca había ocurrido en su historia. Y en este punto cobra sentido el anuncio que acaba de hacer Intel. El gigante de Santa Clara ha anunciado un fondo de 1.000 millones para ayudar a empresas del sector, que trabajen con las arquitecturas ARM y Risc-V.

placeholder Patrick Gelsinger. (EFE/Yuri Gripas)
Patrick Gelsinger. (EFE/Yuri Gripas)

A día de hoy, prácticamente cualquier dispositivo que use tiene un procesador bien construido bajo la norma x86 o bajo la norma ARM. La primera, obra de la propia Intel, ha sido y es por su potencia la dominante durante muchos años en mercados como el de los ordenadores. ARM, firmada por el conglomerado británico que tiene el mismo nombre, mostró una mejor eficiencia energética mayor, lo que rápidamente le sirvió para hacerse imprescindible en dispositivos móviles.

La tercera vía

Sin embargo, el trabajo de mejora que han llevado a cabo algunas compañías, como Apple con sus M1, ha hecho que la receta de ARM también sirva para equipos con más músculo. El problema de estas arquitecturas es que son estándares cerrados, dominados por dos empresas privadas, que están fuera de la órbita de influencia de la UE. Intel es estadounidense y ARM, una empresa británica cuyo propietario es japonés. ¿Qué papel juega Risc-V? Es una arquitectura 'open source'. Una alternativa libre que puede permitir a Europa recuperar esa soberanía tecnológica perdida con el paso del tiempo y que se ha vuelto a poner bajo la lupa con la crisis que está viviendo el sector de los semiconductores y que en caso de prosperar adecuadamente podría suponer un cambio tan grande como el que supuso la consolidación de Linux.

"El movimiento de Intel de meter 1.000 millones con estos fines, tiene mucho sentido", explica Mateo Valero, director del Barcelona Supercomputing Center, una de las instituciones que más está empujando el desarrollo de esta tecnología. "Ellos quieren cambiar radicalmente su estrategia y estar preparados para fabricar para terceros y ahí necesitas dominar todas las técnicas y estándares para hacer frente a esos encargos, que pueden ser con x86, con ARM o con Risc-V. Es un movimiento de preparación. Si además tenemos en cuenta que se ha unido a Risc-V International, el organismo que coordina esa arquitectura abierta, es una muy buena noticia porque la implicación de los grandes actores de la industria es clave".

Foto: Empleados de ASML, finalizando el montaje de una de las máquinas de litografía extrema ultravioleta. (Reuters)

"Actualmente, las creaciones con Risc-V tiene salidas claras como son los centros de computación, pero también tiene muchas potenciales aplicaciones en el corto plazo en materia de Internet de las Cosas o la automoción, especialmente con la llegada de la conducción autónoma", remata Valero.

El Barcelona Supercomputing Center es la punta de lanza de los proyectos que Europa ha puesto en marcha para consolidar esta tercera vía. A día de hoy, la institución lidera el plan eProcessor, puesto en marcha por la UE y dotado de 8 millones de presupuesto, que persigue el desarrollo y fabricación del primer chip hecho con código abierto.

Las ventajas de Risc-V

Obviamente, Risc-V todavía tiene que demostrar muchísimo, pero un 'hardware' libre —que podría suponer un cambio "como el de Linux al 'software", según Valero— tendría ventajas frente a las actuales soluciones del mercado. La primera, en el campo de la seguridad, se podría evitar la implementación de "puertas traseras" al poder controlar toda la microelectrónica, ayudando así a usuarios particulares pero también a instituciones y administraciones. En este sentido, que sea abierto también puede permitir una reacción más temprana cuando surge una vulnerabilidad o un 'bug'. El no depender de una tecnología desarrollada en el ámbito de la empresa privada, puede ofrecer herramientas contra la especulación y fijación de precios así como facilitar la investigación en los ámbitos educativos.

"Es, probablemente, la última gran oportunidad de España y de Europa para poder ser un actor relevante en esta materia". La idea de un procesador abierto se empezó a tomar forma en 2019 cuando un equipo de 30 investigadores liderado por Valero, que contaba con participación del BSC y el Politécnico de México, presentó 'Lagarto', una primera versión de procesador 'open source'.

placeholder Foto: Reuters/L. Huey.
Foto: Reuters/L. Huey.

El proyecto está quemando etapas a buen ritmo. El pasado mes de octubre el chip, conocido por el acrónimo ePAC ya pasó las primeras pruebas de validación. Se trata de una primera versión hecha con fotolitografía de 22 nanómetros. Una creación en la que han colaborado un puñado de instituciones y empresas privadas como la SemiDinamycs, una empresa catalana que está apostando fuertemente por estos desarrollos.

Los nanómetros es una de las referencias que influyen en las capacidades del procesador. Los más avanzados del mercado están ya en los 4 nm. O sea, que queda lejos en términos de potencia. Pero el ePAC es un importante primer paso para que Risc-V pueda acercarse a las otras arquitecturas. Es más, se espera que a lo largo de este año se vea ya un primer chip con fines más generalistas, que combine esta tecnología con la de ARM. A día de hoy, esta primera iteración tiene como objetivo su uso en supercomputadores.

Un nuevo laboratorio en Málaga

Estos esfuerzos están cerca de recibir un importante respaldo con la creación de un nuevo centro de desarrollo de microelectrónica en Málaga. Se trata de un laboratorio que está presupuesto en 115 millones de euros, de los que la gran mayoría, 87 millones, saldrán del Ministerio de Industria. El resto de la partida, 29 millones, deberá salir de la Junta de Andalucía. El proyecto se ubicará en el parque tecnológico de la ciudad y se espera que cree 250 puestos de trabajo directo.

Empresas como Indra, Ontech, la mencionada Semidynamics o Maxwell se han adherido a este plan, donde Risc-V tendrá mucho peso, ya que lo que se pretende desarrollar es un 'kit de diseño para el internet de las cosas de ultrabajo consumo'. El trabajo de esta instalación consistiría en el diseño, prototipado y encapsulado de los mencionados chips. Luego habría que externalizar la producción a una fundición. El germen lo puso la Asociación Multisectorial de Empresas de Tecnologías de la Información, Comunicaciones y Electrónica (Ametic), que lleva meses tanteando diferentes vías para poner en marcha iniciativas que refuercen el papel de España en la industria de los semiconductores. Para la gestión del proyecto se ha creado una fundación, conocida como Innova IRV, de la que Ametic y otras empresas del sector forman parte.

De ser una industria invisible, cuyo perfecto funcionamiento se daba por descontado ante la ausencia de señales de alerta, a ser un constante foco de atención. La semana en el gremio de los semiconductores ha sido intensa. El miércoles se conoció que Nvidia y Softbank, el gigante nipón, deshacían el acuerdo de compra de la firma británica ARM que se había convertido en una enrevesada madeja por la oposición de los reguladores del país natal de la tecnológica, Reino Unido; pero también de la UE, EEUU o China. Nadie terminaba de ver con buenos ojos que el fabricante más famoso de tarjetas gráficas y otros componentes informáticos fagocitase toda la tecnología de ARM Holdings, un actor fundamental, entre muchas otras cosas, para la electrónica de consumo más avanzada o los centros de procesamiento de datos. Ahora el conglomerado nipón ha anunciado que sacará a Bolsa esta compañía, aunque no ha especificado en qué punto del mapa lo hará.

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