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La ingeniosa 'app' de Singapur para frenar el coronavirus que España debería crear ya
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Un radar cifrado en el bolsillo

La ingeniosa 'app' de Singapur para frenar el coronavirus que España debería crear ya

Alemania, Italia, Corea del Sur, China y también España. Casi todos los países han lanzado 'apps' para intentar controlar la pandemia, pero la de Singapur es la más avanzada

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Foto: Reuters.

La crisis sanitaria del coronavirus va a pasar a la historia no solo por paralizar medio planeta de forma dramática, también por ser la primera en la que el uso de la tecnología va a jugar un papel fundamental en los intentos por detener la epidemia. Una de las diferencias respecto al SARS (2003), la pandemia de gripe A (2009) o el MERS (2012) está justo en nuestro bolsillo: el 'smartphone'. Todos los países, incluido España, se han lanzado a una carrera para estrenar 'apps' que, de una u otra forma, rastrean a través del GPS la ubicación de los ciudadanos. Es un seguimiento fundamental para adelantarse al virus, para tomar mejores decisiones y justificado legalmente en un estado de alarma. Pero hay un país, Singapur, que ha ideado probablemente la forma más efectiva y a la vez segura de frenar los contagios tirando de los móviles.

Singapur, con 5,7 millones de habitantes, es uno de los países con menos casos de infectados (631) y muertes (2) registrados por el Covid-19. Para evitar un escalada de contagios, el Gobierno lanzó la semana pasada una aplicación que va por delante de todas las que se están probando en el resto de países en Asia o Europa. Se llama TraceTogether y en lugar de usar el GPS como forma de localizar posibles focos de contagio, tira del Bluetooth para lograr que el móvil se transforme en una especie de radar que se conecta durante unos milisegundos a otros teléfonos cercanos a su paso. ¿Para qué?

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"Imagina que te paras a hablar con una persona a menos de un metro. La 'app' en tu móvil emite un identificador cifrado que capta el móvil de la otra persona, y viceversa. Así todo el rato. Tu teléfono digamos que va recolectando identificadores cifrados de otras personas con las que te vas cruzando. Va almacenando esos identificadores y solo el Gobierno puede saber a qué móvil pertenecen. Si tú al cabo de unos días das positivo en coronavirus, puedes decidir ceder esos datos al Gobierno para que acceda al histórico de contactos registrados en tu móvil. Así podrán avisar a esas personas y pedirles que se hagan un test, que se aíslen, hospitalizarlas... Es una forma muy efectiva de detectar al inicio posibles nuevos casos y evitar la propagación", explica a Teknautas Sergio López, ingeniero de 'software' que ha analizado el código de la aplicación a través de las publicaciones de colegas en Singapur que han destripado el programa con ingeniería inversa.

Según López, la idea es superior técnicamente a otras propuestas por varios motivos. Primero, por la privacidad: todo el histórico de conexiones con otros móviles se almacena en local en el móvil de cada persona. "La única conexión que se realiza con los servidores del Gobierno es al principio, cuando validas tu número y te envían la clave cifrada. Nada más. Tú decides luego si cedes esos datos al Gobierno", explica Sergio. El sistema, además, es más seguro: permite renovar automáticamente cada cierto tiempo los identificadores. Así, si algún 'hacker' quisiera acceder a ellos, no podría rastrear todos los movimientos de la gente ni saber quiénes son. Y luego está su efectividad comparado con el GPS.

"El problema del GPS es que en interiores es muy impreciso. Y tampoco tiene verticalidad. Si una persona da positivo en coronavirus y vive en un décimo, vas a tener que poner en cuarentena todo el edificio. El sistema de Singapur rastrea los contactos que realizas, no tu ubicación. Esa persona del décimo igual solo se acercó a dos vecinos, que son a los que tienes que aislar, no al resto", señala López.

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Foto: Reuters.

La idea de Singapur ha levantado tales expectativas que varios países ya se plantean hacer algo similar. El más avanzado es República Checa, donde un consorcio de empresas está creando la misma aplicación para liberar pronto el código. Singapur aún no ha liberado el suyo, pero el Gobierno asegura que lo hará muy pronto. Cuando eso ocurra, cualquier país podría lanzar la misma aplicación en cuestión de una semana. "Yo he enviado ya tres 'e-mails' al Ministerio de Economía con toda la documentación. De momento no me han respondido, pero creo que sería vital que en España creáramos ya un sistema parecido".

Consultada al respecto, la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, que está liderando el frente digital en España en la lucha contra el coronavirus, confirma que está analizando la opción, pero aún no se ha tomado ninguna decisión. "Ahora mismo hay muchos frentes abiertos y queremos centrarnos en hacer bien las iniciativas en marcha. Tenemos un piloto en Valencia para medir los movimientos de la población con datos anónimos y agregados, y esa es una prioridad fundamental. Estamos en un momento duro para la población, la gente está estresada psicológicamente, estamos encerrados, creemos que no es bueno que la gente se empiece a preocupar encima de que va a ser seguida en su móvil. No vamos a lanzar ningún proyecto digital que no cumpla estrictamente con las reglas de privacidad", explican fuentes del Ministerio de Economía.

El frente de la privacidad es el gran obstáculo y el que está levantando muchas dudas en proyectos en todo el mundo. Corea del Sur está usando las grabaciones de las cámaras de seguridad, el GPS de los móviles y hasta el historial de compras en tarjetas de crédito para hacer seguimiento a la población. Italia estrenó también una 'app' que controla las medidas de confinamiento social. Israel usará un sistema inicialmente pensado para vigilancia antiterrorista que analiza el histórico de ubicaciones en el móvil. Alemania pedirá a la población que done los datos recolectados por las pulseras de actividad, como el ritmo cardíaco o los ciclos de sueño, para inferir si alguien puede tener fiebre y, por tanto, estar posiblemente infectado por el coronavirus.

"Hay circunstancias y circunstancias. Estamos en un estado de alarma, la situación es grave y eso justifica tomar medidas en el mundo digital. Pero el debate es sencillo: una vez se acabe el estado de alarma, se cancelan esos proyectos, se eliminan las 'apps' y listo", explica Nuria Oliver, especialista en inteligencia artificial y una de las responsables del piloto de movilidad en la Comunidad Valenciana. Para Sergio López, el caso de Singapur demuestra que es posible recabar estos datos y hacerlo respetando la privacidad. "Dentro de 15 días o un mes, cuando se acabe la cuarentena, se necesitarán formas de evitar que se vuelvan a producir contagios. ¿Cómo los detectas al principio del todo? Este sistema puede ser una solución".

La crisis sanitaria del coronavirus va a pasar a la historia no solo por paralizar medio planeta de forma dramática, también por ser la primera en la que el uso de la tecnología va a jugar un papel fundamental en los intentos por detener la epidemia. Una de las diferencias respecto al SARS (2003), la pandemia de gripe A (2009) o el MERS (2012) está justo en nuestro bolsillo: el 'smartphone'. Todos los países, incluido España, se han lanzado a una carrera para estrenar 'apps' que, de una u otra forma, rastrean a través del GPS la ubicación de los ciudadanos. Es un seguimiento fundamental para adelantarse al virus, para tomar mejores decisiones y justificado legalmente en un estado de alarma. Pero hay un país, Singapur, que ha ideado probablemente la forma más efectiva y a la vez segura de frenar los contagios tirando de los móviles.

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