Desarrollan saltamontes cíborgs para detectar explosivos biológicos

Investigadores estadounidenses han aprovechado la capacidad olfativade los saltamontes y, con la ayuda de la instalación de unos electrodos en las antenas, han logrado que sean capaces de rastrear bombas biológicas.

Barani Raman, ingeniero biomédico, y sus colegas de la Universidad de Washington en San Luis (Estados Unidos) han logrado que los saltamontes puedan convertirse en el perfecto sustituto de los perros detectores de explosivos o, quizás, su mejor complemento. "El olfato de los insectos para sentir químicos está extremadamente bien desarrollado. Pueden detectar un pequeño olor en su entorno en solo unos cientos de milisegundos", señala en declaraciones recogidas por New Scientist.

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Daniel Gamarra

En los insectos, las neuronas receptoras olfativas, situadas en las antenas, detectan la presencia de olores químicos en el aire y envían señales eléctricas a una parte del cerebro conocida como el lóbulo antenal. Pero es que en el caso específico del saltamontes, tiene aproximadamente 50.000 de estas neuronas. Para demostrar su potencial, los investigadores soplaron vapores de diferentes materiales explosivos en las antenas de los saltamontes, como vapores de trinitrotolueno (TNT) y de 2,4-dinitrotolueno (DNT), y también vapores de materiales no explosivos, como benzaldehído o aire caliente.

Gran precisión

Al implantar electrodos en los lóbulos antenales de los saltamontes, el equipo descubrió que un determinado grupo de neuronas se activaba al exponerse a los explosivos. Igualmente, analizaron las señales eléctricas y fueron capaces de distinguir los vapores explosivos de los no explosivos. Lo hicieron gracias a que los investigadores añadieron a los saltamontes pequeñas mochilas de sensores que fueron capaces de grabar y transmitir de forma inalámbrica la actividad eléctrica casi instantáneamente a un ordenador. Los insectos detectaron con éxito explosivos hasta siete horas después de que los investigadores implantaban los electrodos, antes de que se fatigaran y finalmente murieran.

El estudio contó con una limitación importante: no se probó la capacidad de detección de explosivos cuando había múltiples olores simultáneamente

El peso de las mochilas evitaba que el saltamontes pudiera moverse con libertad, por lo que los investigadores los colocaron en una plataforma con ruedas y control remoto para probar su capacidad de detectar explosivos en diferentes lugares, algo que hicieron de manera exitosa.

Los investigadores también probaron el efecto de combinar información sensorial de múltiples saltamontes, ya que los productos químicos, en un ambiente real, podían ser dispersados por factores ambientales, como el viento. Tomando la actividad neuronal de siete saltamontes lograron una precisión media de acierto del 80 por ciento, en comparación con el 60 por ciento lograda con un solo saltamontes. No obstante, aún hay mucho que investigar en este apartado, ya que el estudio, publicado en la revista científica 'bioRxiv' contó con una limitación importante: no se probó la capacidad de detección de explosivos de los saltamontes cuando había múltiples olores simultáneamente.