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Un Tesla con alas: así es 'volar' en el avión del futuro que cambiará botones por pantallas
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Empezarán a probarlos en 2024

Un Tesla con alas: así es 'volar' en el avión del futuro que cambiará botones por pantallas

La compañía francesa Thales prepara un nuevo desarrollo que cambiará la forma de volar de los pilotos. Su guía pasa de papeles y botones a tablets

Foto: Demo del PureFlyt. (Foto: Thales)
Demo del PureFlyt. (Foto: Thales)

Tras una serie de cómicas casualidades, Homer Simpson acaba teniendo que hacerse pasar por piloto de avión. De repente, sentado en una gran cabina, junto al que va a ser su copiloto, se ve obligado a escenificar su conocimiento y empieza a tocar botones al azar, hasta que uno retira el tren de aterrizaje y el avión acaba golpeando contra el suelo. La escena es un clásico de Los Simpson, pero también muestra perfectamente la imagen más común que tenemos de las cabinas de los aviones comerciales: lugares llenos de botones y mandos delicados, y muy complejos de entender. Pero eso podría cambiar, y mucho, en los próximos años.

Thales, una compañía francesa especializada, entre otras cosas, en tecnología aeronáutica, es una de las empresas que está decidida a que esos espacios llenos de cursores y mandos físicos pasen a mejor vida en aras de la seguridad y la eficiencia. O al menos así es como presentan estos días el que, aseguran, será uno de sus grandes lanzamientos en los próximos 5 años: el PureFlyt. Este nuevo FMS (Flight Management System, Sistema de Gestión de Vuelo) busca convertir gran parte de la botonera de estos espacios en un entorno táctil y conectado, incluyendo todo esto en una tablet, al más puro estilo Tesla. Puede sonar a locura pero este gigante europeo ya lo está probando en su sede de Toulouse (Francia), en unas pruebas a las que ha asistido Teknautas. Su objetivo: tenerlo en funcionamiento en 2024.

Foto: Uno de los prototipos del C919 levantando el vuelo. (Reuters)

Por si esto del FMS no te suena de nada, debes saber que se trata de una especie de navegador para aviones que es clave para unos pilotos que no cuentan ni con señales ni con Google Maps para orientarse en un cielo que da poca pistas de dirección. Hoy, los FMS se controlan con botones físicos y funcionan con la coordinación entre pilotos y personal de tierra los cuales se comunican a través de métodos más o menos tradicionales como la comunicación por radio, pero eso está a punto de acabarse. Según aseguran desde este gigante europeo en apenas 5 años toda esa labor se hará con unas pequeñas tablets y se conectarán a todo el entorno a través de la red creando lo que ellos llaman una "cabina conectada"...

El cambio puede sonar muy pomposo y rompedor pero, según explican sus desarrolladores, el sistema es una evolución mucho más lógica y simple de lo que parece. "Al final es una evolución de los sistemas de aviónica, adaptando desarrollos hechos ya hace varias décadas (el primer FMS creado por Thales data de 2002) a los nuevos entornos y a las posibilidades que ya da la tecnología actual en todo tipo de sectores", explica Jean-Paul Ebanga, vicepresidente del área de aviónica de Thales.

placeholder (Foto: Thales)
(Foto: Thales)

El objetivo pasa por implantar en estos navegadores sistemas como la conexión con la red e implantar tecnologías como el 'machine learnig' para mejorar la eficiencia y optimizar los vuelos al máximo. "Con la 'cabina conectada' buscamos optimizar cada vuelo y, lo que es más importante, anticiparnos a lo que está por venir, pues el tráfico aéreo va a crecer exponencialmente en los próximos años y va a cambiar en todos sus aspectos", apunta el directivo. Para ello creen que un sistema que sea capaz de ofrecer tanto camino alternativos de vuelo e información clave como la situación meteorológica o posibles incidencias en tiempo real puede ser clave. Además, prometen desde la compañía, será información exacta y segura.

Obviamente, sus impulsores son cautos y, al menos de momento, mantienen gran parte del sistema como está a día de hoy, pero los cambios son profundos y, según explican, tienen impactos concretos muy importantes. "Con este nuevo sistema creemos que se podrá ahorrar hasta un 4% del combustible gastado por un avión en cada vuelo y, además, será actualizable y mejorable de forma continua". Y esto es solo una parte de lo que buscan.

Más tráfico y 800.000 pilotos 'millennials'

Según sus estudios y análisis, desde Thales aseguran que el tráfico aéreo se duplicará en las próximas décadas y que tendrá que enfrentarse a problemas que ahora se toman más a la ligera como la gestión de ese tráfico aéreo, la aparición de nuevos actores como drones y otros elementos voladores o la concienciación social con el impacto ambiental del transporte. El Pureflyt, dicen, ayudará en todos estos aspectos. "Ya hemos hablado del ahorro de energía que ofrecerá al darte en todo momento la mejor ruta para llegar a tu destino, pero además ofrecerá una herramienta alternativa a los aeropuertos para gestionar mejor y más rápido al tráfico, y su capacidad para ofrecer avisos ayudará a evitar problemas con drones y otros elementos".

De momento el elemento no sustituirá a los pilotos pero sí será un elemento clave para su pilotaje. El 'machine learning' le permitirá aprender cada día y contará de inicio con una experiencia de 2.000 millones de casos de prueba, lo que ellos equivalen a 100 millones de horas de vuelo reales. Esa información unida a la conectividad en tiempo real a bases de datos abiertos y a aeropuertos ofrecerá una eficiencia que ahora no existe pero en Thales, aseguran, también piensan en los futuros pilotos.

placeholder (Foto: Thales)
(Foto: Thales)

"Debemos tener claro que en unos años se necesitarán 800.000 nuevos pilotos en todo el planeta. Son muchísimos y cuanta más ayuda les demos más seguro será para todos, y tenemos que ir más allá. La mayoría de ellos serán 'milennials' o nativos digitales, es decir, estarán acostumbrados a usar este tipo de herramientas en su día a día", apunta Ebanga. El cambio entre el teclado físico y métodos de comunicación como la radio y este nuevo desarrollo va mucho más allá de una simple actualización y eso es lo quieren dejar claro, aunque a simple vista nos quedemos con que le suman una tablet a una cabina casi clavada a las clásicas.

Desde Thales ven muchísimas ventajas en este desarrollo, pero ¿es todo perfecto? La respuesta es que a día de hoy no. Como todo cambio en algo tan delicado como un avión comercial no basta solo con tener la tecnología y presentar las mejoras sino que se debe conseguir mucho más.

¿Los problemas? Seguridad y adaptación

Según confiesan desde el propio Thales, todavía hay aristas por pulir para que el proyecto esté listo para salir al mercado. ¿Dónde están sus principales retos? En la seguridad, en la adaptación de una industria reticente como la aeronáutica y,algo no menos importante, en pasar todas las homologaciones de las autoridades. Y es que aunque ya estemos acostumbrados a tener integrado un navegador en nuestro coche o a llevar Google Maps en el móvil como guía principal, su complejidad poco tiene que ver con la de los aviones.

"Pocas compañías se animan a hacer algo tan delicado como los FMS. En Europa somos los únicos fabricantes y no es porque no sea rentable sino porque es algo delicadísimo y muy complejo. Tienen que ser herramientas exactas y ajustadas al milímetro y sabemos que conseguir eso es complejo", apuntan desde la compañía. Además, meter algo conectado a la red enfrenta numerosos problemas sobre la seguridad del 'software'. La idea es que en 2024 esté listo tanto para ser instalado en nuevos aviones como en modelos actuales o anteriores reacondicionados, pero sus creadores van paso a paso.

placeholder Detalle de la cabina. (Foto: Thales)
Detalle de la cabina. (Foto: Thales)

A falta de esos ajustes para poder empezar a utilizar este desarrollo en vuelos comerciales lo que sí tienen claro desde Thales es que esto es solo el principio, pues la aeronáutica debe digitalizarse como han hecho el resto de sectores. "Tecnologías como el 'big data' o el 'machine learning' pueden ayudar a que los vuelos sean más seguros, más ecológicos, más fáciles de administrar para los pilotos y más rentables para las aerolíneas. En el aire, la revolución digital acaba de comenzar", termina Ebanga.

Tras una serie de cómicas casualidades, Homer Simpson acaba teniendo que hacerse pasar por piloto de avión. De repente, sentado en una gran cabina, junto al que va a ser su copiloto, se ve obligado a escenificar su conocimiento y empieza a tocar botones al azar, hasta que uno retira el tren de aterrizaje y el avión acaba golpeando contra el suelo. La escena es un clásico de Los Simpson, pero también muestra perfectamente la imagen más común que tenemos de las cabinas de los aviones comerciales: lugares llenos de botones y mandos delicados, y muy complejos de entender. Pero eso podría cambiar, y mucho, en los próximos años.

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