Aprende a calibrar el monitor de tu ordenador en unos pocos (y fáciles) pasos

Sí, a todos nos ha pasado alguna vez. Vemos la misma imagen, la misma fotografía, idéntica, en dos pantallas diferentes, pero hay algo que hace que parezcan diferentes. Es cierto, en la mayoría de las ocasiones no suele ser una gran diferencia y tiene que ver con el colo. Al azul sigue siendo azul y el verde, verde. Pero los matices importan. Y más si, por algún motivo, decidimos imprimir la foto y al salir nos damos cuenta de que es más oscura de lo que podíamos pensar al verla en la pantalla del ordenador. Si quieres evitar una situación así, es hora de calibrar y poner a punto tu monitor.

La calibración de un monitor garantiza que los colores se muestren con precisión, así como de manera uniforme en todas las pantallas, incluso cuando se imprimen. Un monitor utiliza el espacio de color RGB, donde cada píxel combina una cierta cantidad de rojo, verde y azul para generar un color específico. Los valores RGB para cada píxel están contenidos dentro de una imagen, o cualquier otro elemento gráfico.

Esto es exacto por lo que en las pantallas que se han calibrado correctamente, la imagen siempre se verá igual. Pero si el valor ‘Rojo’ de un monitor está configurado demasiado alto, las imágenes aparecerán más cálidas. Si el valor ‘Azul’ es demasiado alto, aparecerán más fríos. Y estas circunstancias son la raíz de este problema.

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Aunque es cierto que se pueden tomar medidas para corregir el color y que la imagen se vea bien en un solo monitor, esto no evitará que en otra pantalla se vea de otra forma. Solo la calibración es una medida realmente eficaz.

Existen diferentes formas de proceder a la calibración de los monitores. Windowsy Macofrecen sus propias herramientas integradas. Estas ayudas gratuitas deberían ser la primera alternativa de la que echemos mano, en especial si no somos grandes expertos o no nos queremos gastarnos dinero en algo así. Pero no son las únicas. A continuación hablamos de todas las alternativas.

La calibración del monitor con Windows

En la última versión de Windows 10, la forma más fácil de encontrar la herramienta de calibración de color es a través de la barra de búsqueda de Windows. Lo primero que debes hacer abrir la barra de búsqueda, escribir ‘Calibración de color’ y hacer ‘clic’ en el resultado correspondiente. Si, en cambio, trabajas con versiones anteriores de Windows, puede encontrar la utilidad siguiendo la siguiente ruta: ‘Apariencia’ > ’Pantalla’ > ‘Panel de control’.

Una vez hemos dado estos pasos, ya te encontrarás en la herramienta de calibración. Aquí debes seguir las instrucciones para elegir la configuración de gamma, brillo, contraste y balance de color de la pantalla.

Una imagen de muestra acompañará el proceso de cada una de las configuraciones y tú solo tienes que realizar los ajustes oportunos para que coincidan. Una vez se haya completado el proceso tendrás la posibilidad de elegir entre dos opciones: el resultado actual o regresar a la calibración anterior. Si lo has hecho bien, sin duda, deberás escoger la primera de ellas.

La nueva calibración se almacenará como un archivo ‘.ics’ o un archivo de calibración de color, y se mostrará como un nuevo perfil del Consorcio Internacional de Color (ICC) en la aplicación de configuración de ‘Gestión del color’. La forma más fácil de abrir esta aplicación es escribir ‘Administración de color’ en el cuadro de búsqueda y elegir el primer resultado. Una vez que está abierto, puedes seleccionar tu monitor de la lista de dispositivos y ver qué perfiles ICC están disponibles. Optas por el último y listo, ya tienes tu monitor a punto.

Calibrar la pantalla en MacOS

Si no trabajas con Windows, sino que eres un asiduo al universo Apple, también puedes calibrar tu monitor de forma sencilla. En este caso, MacOS cuenta con un Asistente del Calibrador de pantalla, al que puedes acceder en las preferencias del sistema bajo la pestaña Pantallas. A veces, pueden surgir problema para encontrarlo. Si te ocurre esto no tienes más que escribir ‘calibrar’ en Spotlight. De esta manera, se escanearán las distintas carpetas y archivos de tu dispositivo. El resultado mostrará una opción para abrir la utilidad en el panel Preferencias del Sistema.

Una vez encuentres y abras el 'software', el dispositivo te dará una serie de instrucciones que te guiarán paso a paso. Ten en cuenta que podrás elegir entre dos posibilidades para lograr el objetivo buscado. Marcar o dejar en blanco la casilla de ‘Modo Experto’. Si deja esta opción sin marcar, accederás solo a dos configuraciones: gamma objetivo y punto blanco. Si, en cambio, la marcas, podrás acceder a cinco patrones de prueba para ajustar la gamma nativa de la pantalla.

Con estos pasos realizados, se creará un nuevo perfil de color para su pantalla. Si no pudiste realizar los ajustes que buscabas, selecciona el nuevo perfil creado y elige ‘Abrir perfil’. De esta forma, se abrirá una nueva ventana con todas las etiquetas asociadas con el perfil de color y sus descripciones. Puedes elegir cada etiqueta para ver más información sobre ellas. Algunas etiquetas serán solo datos de color básicos, pero otras pueden modificarse para cambiar factores de color específicos para la pantalla.

Herramientas online

Si estas fórmulas preestablecidas por WIndows y Apple no te convencen, puedes acudir a la red. Allí encontrarás otras opciones que te ayudarán a ajustar manualmente la configuración de tu monitor.

• Photo Friday es un a de las herramientas más sencillas. Basta con ajustar la configuración del monitor hasta que la transición de tonos de negro a blanco se distinga claramente en la pantalla.

• W4zt es una página web que trata muchos temas. Entre ellos, ofrece una herramienta de calibración, que proporciona varios degradados de color y cuadros de color en escala de grises que puede usar para realizar comparaciones rápidas, junto con una prueba gamma fácil que puede ejecutar.
• Las páginas de prueba del monitor LCD Lagom son muy prácticas tanto si las usas en línea como si optar por la versión 'offline'. No solo permiten ajustar varios elementos, como el contraste y el tiempo de respuesta, sino que también permiten descargar las imágenes como un archivo zip de 120 KB, lo que te da la opción de verificar cualquier monitor que vayas a comprar o que estés usando en un momento dado.
• Calibrize 2.0 es la más complicada, pero también la más completa si desea una gran herramienta. Te guiará a través de pasos bien explicados para ayudarte a calibrar color, escala de grises, gamma y configuraciones similares en su computadora.

Para un resultado profesional

Las fórmulas que acabamos de explicar son más que suficientes si eres un usuario estándar. Sin embargo, si buscas un calibrado profesional, necesario para quienes se dedican al diseño o la fotografía, pueden quedarse cortas. La razón no es otra que la subjetividad en la percepción por parte de cada observador, por lo que siempre hay un pequeño margen de error al ajustar los colores, el brillo o el contraste.

Para perfilar con precisión profesional un monitor, los colores que la pantalla muestra deben analizarse y compararse con colores reales y eso solo es posible con uno de los muchos colorímetros de hardware que pueden encontrarse en el mercado. Un colorímetro funciona analizando los colores que salen de una pantalla y proporciona los ajustes necesarios de color, gamma, brillo y contraste a través del software. Una vez que finaliza el proceso de calibración, estos ajustes se pueden cargar a través del software cada vez que se reinicia la computadora, o en algunos casos, si el monitor que incorpora una tabla de consulta (LUT), la información puede almacenarse dentro del mismo monitor.

Ahora te toca elegir a ti cuál de los sistemas de calibración prefieres. De lo que no hay duda es que en algún momento tendrás que hacerlo.