Amazon ya no quiere vender productos baratos y grandes: así busca encarecerlos
La compañía estadounidense quiere acabar con todos esos productos que no le son rentables y está apretando a marcas y fabricantes para ampliar sus márgenes
Amazon siempre se ha caracterizado por ser un bazar gigantesco en el que se puede encontrar de todo, a un precio de lo más competitivo y con unos tiempos de entrega imbatibles. Ha sido su carta de presentación durante años y con ella se ha colocado en el puesto más alto de la venta online. Pero esto está a punto de cambiar.
Según publica el periódico estadounidense The Wall Street Journal, la empresa del magnate Jeff Bezos está harta de vender y repartir paquetes que no le son rentables y quiere cambiar por completo esta idea. Con el objetivo de mejorar sus márgenes, el gigante de Seattle ha decidido acabar de una vez con los productos CRaP (abreviatura en inglés de 'No se puede obtener un beneficio') o al menos minimizar su impacto. Entre estos paquetes se encuentran packs de botellas, cajas de 'snacks', aparatos de bajo coste... Todos estos productos no superan los 15 o 20 euros, pero son grandes, pesados y costosos de enviar por lo que a Amazon le dejan unos márgenes muy bajos.
Pero, ¿cómo puede afectarte directamente este cambio de política? El Journal apunta dos vertientes. Por un lado, Amazon ya está en conversaciones con marcas como Coca-Cola para que sean ellos mismos quienes se encarguen del envío de los productos, y por otro está pidiendo a estos mismos fabricantes que revisen su etiquetado. O dicho de otra manera, que suban el precio de sus productos para que los márgenes para ellos sean mayores.
De momento no se habla de dinero en general, pero el caso de Coca-Cola es muy significativo. Amazon solía vender su agua embotellada en un paquete de seis a 6,99 dólares si usabas uno de sus 'Dash button'. En agosto, después de hablar con la compañía para cambiar la forma en que se envía y vende el agua, Amazon notificó a los clientes del 'Dash' que estaba cambiando ese artículo a un paquete de 24 por 37,20 dólares.
Eso elevó el precio por botella de 1,17 a 1.55. Y Coca-Cola comenzará a enviar los pedidos directamente a los consumidores, lo que le ahorrará a Amazon el gasto de envío desde sus almacenes.
Posición hegemónica
Tomando la investigación del Journal, todo apunta a que el objetivo de Amazon es claro. Aunque desde la empresa no lo reconocen, es obvio que tras años de crecimiento y pérdidas en el bazar, Bezos y su equipo creen que es el momento de virar la estrategia. Ahora que todo el mundo compra por Amazon las marcas necesitan estar en este mercadillo digital y harán lo posible para hacerlo, aunque tengan que aumentar el precio de sus productos y cargar con más costes.
Esto mismo lo deja claro en el artículo Guru Hariharan, director ejecutivo de Boomerang Commerce, que fabrica 'software' de comercio electrónico: "Para las grandes marcas de consumo no estar en Amazon ya no es una opción". “Ellos tienen el poder; ellos tienen a los consumidores". Solo falta ver cómo si estas ideas se extienden a las ramas de Amazon en todo el mundo y cómo aterrizan en nuestro país.
Amazon siempre se ha caracterizado por ser un bazar gigantesco en el que se puede encontrar de todo, a un precio de lo más competitivo y con unos tiempos de entrega imbatibles. Ha sido su carta de presentación durante años y con ella se ha colocado en el puesto más alto de la venta online. Pero esto está a punto de cambiar.