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Probamos el Pixel 3 XL: esto es todo lo que Google puede hacer con una cámara increíble
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no, no mires esa ceja

Probamos el Pixel 3 XL: esto es todo lo que Google puede hacer con una cámara increíble

Software y fotografía. Esas son las dos grandes bazas de Google, que repite con un diseño muy continuísta en su mejor móvil. Eso sí, tiene un error imperdonable: un 'notch' que hace daño a la vista

Foto: El Pixel 3 XL. (M-Mcloughlin)
El Pixel 3 XL. (M-Mcloughlin)

En casa del herrero, 'smartphone' de palo. Google es el encargado del gobierno de Android, el sistema operativo más utilizado del mundo (superó incluso a Windows) y responsable de dar vida al 90% de dispositivos móviles que están en funcionamiento a día de hoy. A pesar de esto, un mérito nada baladí con todo lo que ello supone, en Mountain View no han sido capaces capitalizar esta posición privilegiada para dar forma a un terminal de esos que se conviertan en un 'súper ventas'. Quizás estuvieron cerca con los Nexus, pero decidieron acabar con ese sistema de fabricación rotatoria (no había una compañía fija para hacerlos, sino que cada año era susceptible de cambiar) y enterrar una marca relativamente conocida.

Lo sustituyeron por los Pixel. Han pasado dos años de aquello. La pasada semana alumbraron la tercera generación, el Pixel 3 y el Pixel 3 XL. A pesar de que sus ventas sean menores en comparación a los primeras (e incluso los segundas) espadas del mundial de construcción, sus estrenos generan mucha atención. Es una situación peculiar, como si a la hora de presenciar una competición de tiro, el público juzgase al tirador por la posición, potencia y ruido de la bala al salir del cañón y se olvidasen de ver si daba en el plato o no.

Foto: Nueva Pixel Slate. (Google)

Con el Pixel 3XL se ha afinado aún más el tiro. Ha enmendado el tremendo error del calibrado de pantallas de su predecesor (un lastre demasiado pesado) y ha vuelto a equipar a su teléfono con una de las que seguro será una de las dos o tres mejores cámaras del año. Por cierto, que pasan allí de cámaras duales. Un solo sensor. Google es una empresa más de código que de 'hardware' y eso se nota. Tras casi una semana con él, estoy convencido que es el teléfono con Android que muchos estáis esperando. Eso sí, comete dos fallos que seguramente le mantendrán como un teléfono exótico más que como un súper ventas.

Una ceja difícil de obviar...

placeholder Vaya cejón, Pixel 3. (M. Mcloughlin)
Vaya cejón, Pixel 3. (M. Mcloughlin)

La conclusión a la que llegó con el diseño es la siguiente: el Pixel 3XL, sin ser un adefesio, es el tipico colega gracioso pero feo que te echa para atrás en un primer momento. Pero con el paso del tiempo te vas das cuenta de que tiene un cuerpazo y que te pone un montón, a pesar de no poder obviar eso que tanto rechazo te genera.

En este terminal, el elemento de la discordia es el 'notch'. Exageradamente grande. Exageradamente grueso. Imposible no mirarlo y encogerse de hombros. Tan ancho como uno de mis rollizos dedos. Lo peor, que no tiene excesiva justificación. No oculta una maquinaria lo suficientemente compleja para entender dicho diseño. Claro, la solución en estos casos es disimularlo. Tienes opciones (en el apartado de desarrolladores) para hacerlo. Pero entonces pierde todo el sentido y pierdes parte de la ventaja de incorporar la ceja que popularizó el iPhone X: ganar pantalla. Lo mejor es que llegue una actualización de 'software' que permita colorear de negro ambas orejas y seguir disfrutando ahí de las notificaciones. Ya hemos visto eso en el P20 Pro o el G7 de LG. Esa, a mi parecer, sería la salida más digna para este problema.

¡Vaya espalda, chico!

placeholder El Pixel 3 XL ahora es todo de cristal. (M.Mcloughlin)
El Pixel 3 XL ahora es todo de cristal. (M.Mcloughlin)

Es cierto que se ha hecho un poco de drama con este asunto. Pero es un error notable que tapa el resto de aciertos. Porque por lo demás, el Pixel 3XL es bonito. Continuista pero diferente a lo que ya hay. Los laterales son de aluminio pero por cuestión de la carga inalámbrica la trasera es completamente de cristal templado. Repiten con el doble acabado, una apuesta prácticamente única en el mercado.

De frente es feo, pero la parte de atrás es práctica y muy bonita. Justo al revés que un frigorífico

En la parte de arriba se presenta con el aspecto 'glossy' que estamos acostumbrados. Sin embargo, en las tres cuartas partes inferiores de su espalda tiene un toque rugoso de aspecto mate. Muy agradable al tacto, que facilita el agarre y sobre todo ideal para que los que quieran llevarlo al aire, sin funda, porque no es un auténtico imán para las huellas.

Por lo demás tenemos un cuerpo casi idéntico al anterior. Lector de huellas en la parte trasera. Dos altavoces que proporcionan un buen sonido estéreo en la parte frontal (uno de los pocos que sigue apostando por esta posición), tres botones -bloqueo, subir y bajar volumen- y USB tipo C. Lo del conector 'jack' para auriculares, después de que se conociese que Samsung (prácticamente el único que queda) iba a eliminarlo también, pasa a la historia, al menos en los terminales más caros del mercado. En este caso, la caja incluye el 'dongle' para hacer puente y unos Pixel Buds -los auriculares de la marca- compatibles con Assistant.

Una pantalla como OLED manda

placeholder La familia Pixel. (M. Mc)
La familia Pixel. (M. Mc)

Lo comenté en las primeras impresiones tras toquetear el terminal después de la presentación en Londres la pasada semana. Esta es una pantalla como OLED manda. No incurre en los errores del pasado año, cuando nos encontrábamos colores 'ahogados', sin viveza y un calibrado que dejaba (mucho) que desear.

Donde antes había 6,0 pulgadas, ahora nos encontramos 6,3. 82,8% de la parte frontal. Hay margen aún para recortar por el marco inferior. Y por el 'notch', claro está. La mayoría de 'apps' resuelven el entuerto de la ceja rellenando de un tono acorde a su diseño estos espacios. Nada nuevo, que ya vimos eso en otros modelos. La resolución es de 1460 por 2960. Quad HD+, que dicen. Se ve genial. Con brillo suficiente para interiores y exteriores. Los colores se notan ajustados, con tonos bastante neutrales, aunque quizás ligeramente tirando a una escala más fría. La densidad, es de 523 píxeles por pulgada.

La pantalla, la batería y el 'notch' son las mayores diferencias con el modelo pequeño, que apuesta por una pantalla OLED de 5,5 sin ceja pero con resolución Full HD+.

Todo por el 'software'

placeholder Una sola cámara es suficiente, Pixel 3. (M.Mcloughlin)
Una sola cámara es suficiente, Pixel 3. (M.Mcloughlin)

Como decía, Google es una empresa que domina mejor, mucho mejor, lo de los unos y los ceros que lo de los chips. Aunque eso no le impide articular uno de los mejores Android del curso, sin lugar a dudas.

Aquí no se trata de poner unas especificaciones técnicas imbatibles sobre el papel, sino que sean aquellas que mejor se adapten a su sistema operativo. Un enunciado que también es aplicable a iOS y a Apple en el caso de los iPhone. La diferencia radica en la especialidad de uno y de otro. Quién sabe si la compra de la división móvil de HTC (que parece que está en sus último estertores como fabricante) impulsa cambios mayores en los próximos cursos.

A Google se le da mejor programar que montar chips, pero eso no le impide tener un gran móvil

Pues bien, el Pixel 3 XL (y su versión no vitaminada) monta un Snapdragon 845, la punta de lanza de Qualcomm. Lo complementa con 4GB de RAM. Puede saber a poco. Pero hablamos de Android puro. Todo condicionado por el software y todo para ello. Estamos ante un terminal que no tiene que mover una capa de personalización como si otros. En líneas generales me he encontrado una experiencia fluida, con la posibilidad de poder abrir varias aplicaciones al mismo tiempo y un terminal que no se calienta. La app de cámara es rápida y el procesado de imágenes es más rápido que el pasado año.

Foto: (Foto: Google)

La pega, en el caso de España, es que la versión que se comercializa es de 64GB de memoria interna. Y no ampliable. Una amarga cucharadita de ricino que intentan compensar con almacenamiento 'premium' en Google Fotos durante tres años.

Uno de las mejoras del motor Snapdragon que mueve el Pixel 3XL es la eficiencia energética. Y eso se nota. He podido superar la jornada y media larga de uso relativamente intenso siempre que he tenido puesto modo el ahorro. De nuevo la optimización de los recursos es clave. Mientras otros competidores hablan de 4.000 mAh, aquí se maneja sobradamente con 3.430 mAh. A esto hay que sumarle carga rápida. Así que cumple sobradamente en el apartado de la autonomía.

Lo mejor de Android Puro

Una de las cosas mejores de los Pixel 3 XL es que durante los próximos años (probablemente, alguno más) disfrutarán de actualizaciones inmediatas. Es decir, cuando Google saque su 'software' del orden estos terminales estarán en los primeros puestos de la cola. Es cierto que algunas de sus funciones ya las encontramos en otros Android, pero aquí la experiencia está bien armonizada.

Desde el 'Bienestar digital', que nos permite mantener a raya el uso que damos diariamente a nuestro 'smartphones' con una suerte de Pepito Grillo que nos dejará poner tiempo máximo de uso a las 'apps'; hasta 'Google Lens', que cuenta con una activación rápida. A esto hay que sumarle las mejores en Assistant -su asistente de voz- que ha enriquecido, como veremos más adelante, hasta el cargador inalámbrico que han lanzado. Además hay que sumarle los bordes estrujables. Yo los he configurado para lanzar el asistente de voz, pero también puedes utilizarlo para activar la cámara. 

Una cámara única

placeholder Pixel 3 XL. (M.Mcloughlin)
Pixel 3 XL. (M.Mcloughlin)

En todos los sentidos. Figurado y literal. Tiene un único sensor. Eso conlleva algunas renuncias, pero lo cierto es que nadie ha conseguido hacer lo que Google con tan poco. Su cámara trasera tiene 12,2 megapíxeles. La apertura es de f/1.8, cuenta con enfoque por detección de fase,tecnología 'dual pixel' y el tamaño de los píxeles es de 1,4 micras. Además llega con una 'app' de cámara remozada, mucho más sencilla y ordenada.

Pero los vericuetos técnicos poco importan en el caso del Pixel 3XL. Aquí la magia, lo que hace diferente a la cámara, es el 'software'. Eso ha hecho que este teléfono sea en estos momentos, junto al iPhone Xs Max, el que mejores fotografías pueda tomar a día de hoy.

El 'machine learning' le permite ser el rey indiscutible del retrato, incluso en condiciones adversas como en situaciones de contraluz. Además, el procesado se realiza mucho más rápido que el pasado año. Un apunte, cuando uno quiere sacar una foto con 'bokeh' hay un elemento que nos puede dar pistas de la calidad: el pelo. Y aquí encontramos unos ejemplos buenísimos.

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Retrato a controluz con el Pixel 3 XL. (M.Mcloughlin)
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Retrato con el Pixel 3 XL. (M.Mcloughlin)
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Retrato con el Pixel 3 XL. (M.Mcloughlin)

Pero no solo de las fotos de perfil vive el Pixel 3XL, un candidato clarísimo a mejor fotógrafo nocturno. Las ventajas se plasman en 'Night Sight'. Se trata de una función para mejorar las tomas con poca luz. Es cierto que tarda ligeramente más (unas décimas más de segundo) pero los resultados son solo comparables al modo nocturno del P20 Pro (que conlleva cuatro segundos de exposición). Mención también para el HDR, que ayuda a dar más detalle y color en situaciones complicadas.

Dentro de esto hacer dos distinciones, el HDR + (primera imagen) y el HDR + mejorado (segunda). Aquí vemos como en una foto con una luminosidad complicada, capta más luz, colores y detalle. Eso sí, tarda un poco más en capturar la toma.

El punto donde más flojea, casi el único, esta cámara es el zoom. No puede ofrecer tecnología óptica, al tener un único sensor pero esto intenta ser mejorado por una función de 'Super Res-Zoom'. De nuevo, el algoritmo suaviza el ruido que se produce al aumentar digitalmente la imagen. Aunque sí que lo consigue en parte, los resultados no son comparables. Otras de las funciones es 'Top Shot'. De una ráfaga, el sistema te sugiere, gracias una vez más a la Inteligencia Artificial, la mejor toma. La verdad que acierta en la mayoría de ocasiones y lo que ha conseguido es que dispare de esta forma más a menudo.

Sobre el vídeo cabe decir que graba en 4K hasta 30 frames por segundo, en Full HD hasta 60 fps y 'slow motion' en 720p a 240 fps.

Con dos de frente

Donde se ha decidido seguir la moda de la cámara dual, ha sido en la parte delantera. Y lo ha hecho de una manera bastante efectiva: incorporando una segunda lente gran angular. Esto nos ayudará a tomar fotos de grupo donde entremos todos o con un fondo mucho más amplio.

placeholder Selfie gran angular del Pixel 3 XL. (M. Mcloughlin)
Selfie gran angular del Pixel 3 XL. (M. Mcloughlin)

El sensor estándar es de 8 megapíxeles con f/1.8 mientras que el equipado con la lente 'ultrawide' iguala megapíxeles pero se queda con una apertura de 'solo' f/2.2. Lo mejor, los 97 grados que puede abarcar. Tanto el HDR+ mejorado como el modo retrato. Y son resultados muy solventes. Eso sí, si quieres utilizar el efecto 'bokeh' procura alinear a todos los sujetos, porque sino, los que quedan en segundo plano podrían quedar difuminados. Ese es el único lunar en un apartado fotográfico digno de optar a ser considera el mejor de lo que va de curso.

Pixel Stand, por fin uso la carga inalámbrica

placeholder Pixel Stand. (M. Mcloughlin)
Pixel Stand. (M. Mcloughlin)

Cambiemos de tercio. El Pixel no ha llegado solo. No hablamos de Slate o del nuevo Home Hub, que no serán lanzados en nuestro país. Es el Pixel Stand. Se trata de una pequeña base de carga inalámbrica 'rápida', pasar de cero a cien se demora un par de horas, en el que el móvil se sostiene en vertical. Es compatible con todos los móviles que sean compatibles con el estándar Qi para recargar los terminales.

Sin embargo, en el caso del Pixel 3XL, Stand es más que una simple base de carga. Si lo vas a tener en la mesilla de noche puedes configurarlo para que tenga el modo 'No molestar' cuando lo coloques encima. Pero también puedes hacer que haga las veces de marco de fotos digital mientras se carga o pedirle ciertas cosas a Google Assistant, como que te programe una cita o una alarma solo con comandos de voz. Lo cierto es que el ratio de escucha es bastante grande. Eso sí, más que un Google Home mini este tándem se puede considerar una versión 'desnatada' del altavoz inteligente.

Stand no es un simple cargador sin cables: Google lo multiplica gracias al asistente de voz

También tendrá una interfaz dedicada y diferente si estás reproduciendo música mientras carga. A mi me ha sido muy cómodo cuando lo he tenido colocado en el escritorio mientras escribía y podía ir cambiando fácilmente de canción en mis auriculares inalámbricos. Si lo vas a utilizar como altavoz tienes que saber que tiene sus limitaciones al tratarse de un sonido móvil. Mucho más interesante si lo tienes emparejado con uno o varios altavoces bluetooth. El problema, no está incluido en el pack inicial y hay que soltar 69 euros adicionales.

¿Me lo compro?

placeholder Pixel 3 XL con una de las fundas oficiales. (M.Mcloughlin)
Pixel 3 XL con una de las fundas oficiales. (M.Mcloughlin)

No me cabe duda de que el Pixel 3 XL es uno de los mejores móviles Android que puedas encontrar a día de hoy. Quizás el mejor. Escojas este, el Note 9 o el P20 Pro tienes que estar seguro que no te equivocarás. Si para ti lo importante y lo esencial es la cámara y tener un gran rendimiento asegurado en el tiempo, el de Google es una muy buena opción. Sin embargo, su precio diluye un tanto su atractivo. La versión de 64 GB es de 949 euros. En el caso de la versión estándar, 849, aunque tienes algunas renuncias en aspectos como la pantalla o la batería. En España, se puede adquirir a través de la tienda oficial o en Orange a partir del 2 de noviembre.

Se trata de precios que le colocan en un terreno muy muy competido y disputado, donde aparecen opciones muy atractivas como el iPhone Xr, el S9 y otros tantos terminales por debajo de ese precio. Si hubiese salido al menos cien euros más barato, el Pixel 3XL estaría en una posición mucho más competitiva. Mo hay que olvidar que para el público medio no es una marca conocida. Además, se sigue dando la situación que el 'hardware' sigue siendo un reclamo de venta más popular que el 'software'. Eso sí, si te lo estás pensando tienes que tener en cuenta que tiene una cámara extraordinaria capaz de rivalizar con el iPhone Xs por bastante menor coste pero bastante más 'notch'.

En casa del herrero, 'smartphone' de palo. Google es el encargado del gobierno de Android, el sistema operativo más utilizado del mundo (superó incluso a Windows) y responsable de dar vida al 90% de dispositivos móviles que están en funcionamiento a día de hoy. A pesar de esto, un mérito nada baladí con todo lo que ello supone, en Mountain View no han sido capaces capitalizar esta posición privilegiada para dar forma a un terminal de esos que se conviertan en un 'súper ventas'. Quizás estuvieron cerca con los Nexus, pero decidieron acabar con ese sistema de fabricación rotatoria (no había una compañía fija para hacerlos, sino que cada año era susceptible de cambiar) y enterrar una marca relativamente conocida.

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