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Este 'follonero' revela la cara B de Silicon Valley: "Internet acabará con la democracia"
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Este 'follonero' revela la cara B de Silicon Valley: "Internet acabará con la democracia"

Tras sumergirse en la meca de la tecnología, el escritor Jamie Bartlett defiende en un libro que los gigantes tecnológicos suponen una amenaza para la democracia

Foto:  Jamie Bartlett es el autor de ‘The People vs Tech’, un libro en el que muestra la cara B de la tecnología y explica cómo podemos mejorar la sociedad (Penguin Random House)
Jamie Bartlett es el autor de ‘The People vs Tech’, un libro en el que muestra la cara B de la tecnología y explica cómo podemos mejorar la sociedad (Penguin Random House)

Todavía quedan dudas que aclarar en el escándalo de Cambridge Analytica que ha puesto en jaque a Facebook. Aunque desde el gigante señalaron que los datos de 2,7 millones de ciudadanos europeos recabados de forma fraudulenta habrían caído en manos de la consultora, ahora acaban de decir que esa información podría no haber llegado a la empresa y que aún tienen que investigarlo. Por su parte, Alexander Nix, el que fuera CEO de Cambridge Analytica, ha asegurado en el Parlamento británico que los datos fueron eliminados porque no eran útiles y ha afirmado estar sometido a “acusaciones ridículas”.

Esas afirmaciones contradicen las revelaciones de Christopher Wylie, el extrabajador de la firma que destapó la caja de los truenos y al que Nix ha tachado de mentiroso. El año pasado, meses antes de que se desatara la tormenta, el periodista Jamie Bartlett ya quiso averiguar cómo la firma había intentado predecir la personalidad de los votantes basándose en datos digitales para dirigirse a ellos durante la campaña electoral de Trump.

Foto: Un pasajero empuja su maleta en la Estación Sur de Bruselas (François Lenoir / Reuters)

Así que hizo una visita a sus oficinas y mantuvo un tensa charla con el que fuera jefe de Cambridge Analytica. Bartlett le preguntó si no podía entender que su trabajo pudiera resultar “espeluznante” y Nix le aseguró que “el movimiento hacia una comunicación más personalizada era una progresión muy natural”. Aquella entrevista, que formó parte del documental ‘Secrets of Silicon Valley’ de BBC Two que Bartlett presentó, ha cobrado un nuevo significado en los últimos meses.

No en vano, el reportero también se marchó a San Antonio (Texas) para descubrir algunos detalles sobre el Proyecto Álamo, el polémico departamento encargado de la campaña de Trump en internet. Theresa Hong, la directora de contenido digital, le guió por el vacío edificio, indicándole cómo los empleados de Cambridge Analytica, Google o Facebook habían trabajado en el mismo espacio. “Cuando inyectas millones y millones a estas plataformas sociales consigues un trato de guante blanco”, desvelaba la gurú que escribía los ‘posts’ en Facebook del ahora presidente de Estados Unidos.

Bartlett también visitó a Michal Kosinski, coautor de un famoso ‘paper’ que demostraba cómo los ‘me gusta’ en Facebook pueden predecir nuestra personalidad y en el que uno de sus compañeros se basó para diseñar la herramienta que permitió recopilar información ilícitamente a Cambridge Analytica.

Algunas de las entrevistas que Bartlett realizó durante su viaje a la meca de la tecnología le hicieron preocuparse aún más por el futuro y aparecen reflejadas ahora en ‘The People vs Tech: How the internet is killing the democracy (and how to save it)’. ‘La gente contra la Tecnología: cómo internet está acabando con la democracia (y cómo salvarla)’), un libro en el que explica por qué cree que los gigantes tecnológicos están socavando la sociedad democrática y propone algunos remedios.

“Hemos conocido historias en los últimos meses sobre la intervención de Rusia en las elecciones, la desinformación, las ‘fake news’, Cambridge Analytica… Y siempre las veo aisladas como problemas individuales. Quería mostrar que son parte del mismo problema”, explica Bartlett a Teknautas.

Director del Centro para el Análisis de las Redes Sociales del ‘think-tank’ británico Demos, Bartlett colabora con medios como ‘The Telegraph’ y es autor de otros libros sobre tecnología (uno de ellos sobre la internet oscura). Ahora, ha publicado este volumen con el fin de que reflexionemos “sobre cómo podemos cambiar la democracia para que funcione antes de que sea demasiado tarde”.

Cuando las máquinas voten

“En los próximos años, o bien la tecnología destruirá la democracia y el orden social como lo conocemos o la política va a imponer su autoridad sobre el mundo digital. Cada vez está más claro que la tecnología está ganando la batalla”, escribe Bartlett al comienzo de su libro.

A su juicio, son varios los pilares de la democracia que se están viendo amenazados. Por ejemplo, las elecciones libres y justas a cuenta de campañas como la de Trump. “La evolución continua de estas técnicas digitales cambiará el tipo y el estilo de los políticos que elegimos, y lo más importante, implicará que grupos de ricos más poderosos influirán en las elecciones de maneras que no entendemos”, advierte.

placeholder Jamie Bartlett investiga las implicaciones de la política y la tecnología en el ‘think-tank’ Demos (Wikimedia Commons)
Jamie Bartlett investiga las implicaciones de la política y la tecnología en el ‘think-tank’ Demos (Wikimedia Commons)

Otro cimiento amenazado es la existencia de “ciudadanos activos” capaces de hacer sus propios juicios morales. El hecho de que los gigantes recaben nuestros datos y se pueda llegar a predecir quiénes somos en base a ellos, como Kosinski le mostró, tiene mucho que ver con esa amenaza. “El Santo Grial para los gigantes de las redes sociales, tal y como ha sido para todos los publicistas, es entenderte mejor de lo que te entiendes a ti mismo para predecir lo que harás, dirás e incluso pensarás”.

En el libro, se pregunta si la recolección de datos de las plataformas nos permite madurar políticamente (“las redes sociales crean una extraña forma de política performativa, donde todos representamos ciertos papeles y respuestas públicas aceptables”) o expone el riesgo de que los algoritmos se usen para manipularnos.

También reflexiona sobre si delegaremos en las máquinas, que saben todo sobre nosotros, nuestro razonamiento moral y político. ¿Acabaremos preguntando a Siri a quién debemos votar? “Me parece perfectamente razonable que en una década una máquina sea capaz de trabajar de forma precisa con todos los diferentes aspectos de tu vida, las diferentes políticas de los partidos y las proyecciones de crecimiento económico, felicidad [...] o cualquier cosa que te preocupe y te den una sugerencia sobre a quién debes votar”, elucubra Bartlett para Teknautas.

placeholder Bartlett quiso averiguar el año pasado cómo Cambridge Analytica había influido en la victoria de Trump (Foto: Wikimedia Commons)
Bartlett quiso averiguar el año pasado cómo Cambridge Analytica había influido en la victoria de Trump (Foto: Wikimedia Commons)

En su opinión, a medida que las máquinas tomen “mejores y mejores decisiones”, corremos el riesgo de hacernos “más y más perezosos”. Así que, si no queremos que un ‘bot’ decida por nosotros (aunque lo haga mejor), él nos anima a hacer un esfuerzo para no depender de las máquinas cuando tomemos decisiones importantes.

Los gigantes que lo han dominado todo

En el documental ‘Secrets of Silicon Valley’, Jamie Bartlett también pretende mostrar al espectador qué hay de realidad detrás del sueño de la meca de la tecnología (“lo llaman disrupción”) cuestionando en todo momento a los gigantes.

Para ello, se marcha a las oficinas de Uber y entrevista al jefe de política global de la firma, Andrew Salzberg. Tras escuchar su reflexión sobre cómo Uber ayuda a combatir el exceso de vehículos propios o se preocupa por el impacto medioambiental, le pregunta con sorna “si es una compañía rentable o si tiene una misión social”.

Además, viaja hasta Hyderabad (en la India) para visitar a la viuda de un conductor de Uber que se suicidó hace unos años. La compañía atraía chóferes en el país ayudándoles a conseguir préstamos para comprar coches nuevos, pero, tras adquirirlos, algunos vieron cómo los incentivos bajaban drásticamente y no podían hacer frente a las deudas. Un antiguo ejecutivo de Uber le reconoció anónimamente que los conductores “habían sido engañados”.

Tras escuchar cómo Uber ayuda a combatir el exceso de vehículos, pregunta con sorna “¿es una compañía rentable o si tiene una misión social?”

Bartlett también busca las cosquillas a Airbnb. Atiende a uno de sus altos ejecutivos cuando le cuenta la atractiva historia de cómo a sus jóvenes cofundadores se les encendió la bombilla, y después se traslada a las protestas en Barcelona contra la plataforma a cuenta de la turistificación para contrastar. Unos ejemplos con los que trata de echar por tierra la idea que los emprendedores cambian el mundo sin consecuencias.

“Te sientes joven y ‘cool’ y diferente [al emprender] y creo que esa imagen ha sido útil para Silicon Valley durante mucho tiempo, porque hacía que mucha gente pensara que eran diferentes”, reflexiona el autor. “Creo que ahora les puede estar estallando en las manos porque mucha gente se está dando cuenta de que actúan como las demás empresas del mundo y la gente está muy enfadada con ellos porque sienten que son unos hipócritas”.

placeholder Bartlett arremete en su documental contra la visión utópica de Silicon Valley (Foto: Patrick Nouhailler | Flickr)
Bartlett arremete en su documental contra la visión utópica de Silicon Valley (Foto: Patrick Nouhailler | Flickr)

Más allá de los problemas derivados de las nuevas plataformas, a este escritor le preocupa especialmente que los gigantes tecnológicos se conviertan en monopolios que amenazan a la democracia por su concentración de “poder, datos y control del espacio público”. “Están manejando los lugares donde tienen lugar los debates sobre ellos”, nos comenta.

También cree que los monopolios aumentarán su poder en los próximos años: si los gigantes controlan los datos y la inteligencia artificial, y esos serán los pilares de la economía del futuro, lo conquistarán todo. Ahora bien, ¿qué solución propone para frenar ese problema que plantea como una amenaza a la democracia? “En algún momento del futuro, los Gobiernos podrían decidir que empresas como Google se han hecho demasiado grandes y poderosas, y entonces van a quebrarlas”, aventura.

¿A quién beneficia la renta básica universal?

Otro de los pilares de la democracia que para Bartlett está en peligro es la existencia de una amplia clase media. ¿El motivo? Que mientras la inteligencia artificial elimina ciertas profesiones, los que posean la tecnología se harán “cada vez más ricos” y se incrementará la desigualdad.

En su documental para BBC Two, Bartlett charla con un experto bastante más apocalíptico: Antonio García Martínez. Exdirectivo de publicidad en Facebook (en Teknautas te hablamos de un libro en el que desvelaba la cara B de Silicon Valley) se muestra temeroso sobre el futuro que nos depara la tecnología, ya que incluso cree que puede llevar a una “revuelta violenta” cuando nos quedemos sin trabajo.

“Estamos en una carrera entre la tecnología y la política y los tecnólogos están ganando, están muy por delante”, afirma en el documental García Martínez. Ahora, en lugar de vivir en Silicon Valley, lo hace en una pequeña isla alejado de la civilización.

Bartlett cree que los magnates de Silicon Valley tienen sus propios intereses para defender la renta básica universal

Una versión que contrasta con la de otro de los entrevistados de Bartlett en sus aventuras por el valle: el joven multimillonario Sam Altman, presidente de la famosa aceleradora de ‘startups’ Y Combinator y acérrimo defensor de la renta básica universal. De hecho, el año pasado comenzó un experimento concediendo un sueldo a 3.000 personas por el mero hecho de existir.

El reportero le afeó sus ideas al preguntarle si realmente pensaba que la gente estaría satisfecha buscando cosas que hacer con su tiempo mientras un pequeño grupo de personas eran ricas, una visión que para él resulta “aterradora”. “Creo que si continúas con este impulso de ‘¿no deberíamos detener el progreso?’ nadie te va a tomar en serio [...] Me preocupa que vayas en la dirección equivocada con esa perspectiva antiprogreso”, respondía Altman, visiblemente molesto.

Bartlett sigue defendiendo sus argumentos y cree que los magnates de Silicon Valley tienen sus propios intereses para defender la renta básica universal. “Es una forma de mantener el capitalismo funcionando y evitar que las personas se rebelen, protagonicen algún tipo de levantamiento contra las máquinas, porque necesitan que sus productos sigan siendo populares”.

placeholder El multimillonario Sam Altman dirige la aceleradora Y Combinator y defiende la renta básica universal (Foto: TechCrunch | Flickr)
El multimillonario Sam Altman dirige la aceleradora Y Combinator y defiende la renta básica universal (Foto: TechCrunch | Flickr)

Aunque no está de acuerdo con esa fórmula, Bartlett expone en su libro otra veintena de ideas que en su opinión pueden ayudar a que la democracia “sobreviva a la era digital”, desde crear una nueva ética a poner impuestos a los robots o que los ciudadanos seamos más responsables.

Pero, después de ver a Mark Zuckerberg pidiendo disculpas en la Eurocámara tras el escándalo por la filtración de datos de millones de usuarios, ¿acaso no ha cambiado algo? ¿No somos cada vez más conscientes de que los gigantes están interesados en nuestros datos pero seguimos usando sus plataformas de todos modos?

“Toda la historia de Cambridge Analytica y la forma en que la gente está preocupándose por esto, la forma en que los Gobiernos están respondiendo… Han sido unos meses increíbles. Creo que está habiendo más conciencia en los últimos meses que en cualquier otro momento que pueda recordar”, comenta esperanzado. “Creo que este es el comienzo de un contraataque real”.

Aunque en ‘The people vs Tech’ exponga algunas ideas sobre el lado oscuro de Silicon Valley de las que ya nos estábamos percatando, o se centre en mostrar esa parte negativa con un toque de pesimismo, sin duda Bartlett nos invita a pararnos a reflexionar sobre la sociedad en que vivimos y cómo podemos mejorarla.

Todavía quedan dudas que aclarar en el escándalo de Cambridge Analytica que ha puesto en jaque a Facebook. Aunque desde el gigante señalaron que los datos de 2,7 millones de ciudadanos europeos recabados de forma fraudulenta habrían caído en manos de la consultora, ahora acaban de decir que esa información podría no haber llegado a la empresa y que aún tienen que investigarlo. Por su parte, Alexander Nix, el que fuera CEO de Cambridge Analytica, ha asegurado en el Parlamento británico que los datos fueron eliminados porque no eran útiles y ha afirmado estar sometido a “acusaciones ridículas”.

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