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La adicción a los videojuegos y otros comportamientos compulsivos del siglo XXI
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La adicción a los videojuegos y otros comportamientos compulsivos del siglo XXI

La OMS ha acualizado la Clasificación Internacional de las Enfermedades (ICD-11) y reconoce los trastornos y problemas de salud asociados al uso de videojuegos

Foto:  Unos jóvenes participan en el certamen de videojuegos Fun & Serious de Bilbao | EFE Luis Tejido
Unos jóvenes participan en el certamen de videojuegos Fun & Serious de Bilbao | EFE Luis Tejido

La adicción a los videojuegos ya está considerada oficialmente como un trastorno de salud mental. La OMS lo ha anunciado este lunes tras incluirla en la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD), que ya incluye más de 55.000 lesiones, enfermedades y causas de muerte y que califica esta 'nueva adicción' como "un patrón de comportamiento de juego persistente o recurrente" que llega a ser tan extenso que "tiene prioridad sobre otros niveles de la vida".

Esta adicción, recién estrenada en la categoría de trastorno de salud mental, no es la única que ha afectado a la sociedad durante los últimos años. Las adicciones ligadas a la tecnología son cada vez más recurrentes y prueba de ello es este primer reconocimiento de la OMS a un problema de salud mental de este tipo. El abuso y dependencia de las redes sociales o el hábito de uso abusivo del teléfono móvil ya se tratan en algunos centros psicológicos especializados pese a no estar todavía incluídas en esta clasificación.

Uso abusivo del móvil

Un 5% de la población española ya es adicta al movil y un 15,4% corre el peligro de acabar siéndolo. Así se desprende de un estudio publicado por la Universidad Complutense de Madrid en colaboración con el Hospital 12 de Octubre (Madrid), el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y la Universidad San Ignacio de Loyola (Perú), que establece que como en otras adicciones, el uso problemático del teléfono móvil mantiene un patrón de relaciones dosde la ansiedad, la impulsividad y el consumo de alcohol son capaces de predecir el desarrollo de esta dependencia.

Además, el estudio publicado en 2017 indica que esta adicción no es solo cosa de los más jóvenes, ya que a pesar de que sí afecta más a jóvenes desde 16 años (en 2017 un 45,3% de los jóvenes españones de entre 18 y 24 años se declaraba adicto al 'smartphone' según un estudio realizado por Rastreator.com), también alcanza a adultos de hasta 45 años.

Los expertos indican que el abuso del teléfono móvil se convierte en perjudicial cuando es excesivo en horas, cuando interfiere en actividades cotidianas, laborales, familiares o sociales e incluso puede perjudicar a la salud físca si lo utiliza sin capacidad de control.

Obsesión con las redes sociales

placeholder Imagen de recurso de notificaciones en redes sociales | Pixabay
Imagen de recurso de notificaciones en redes sociales | Pixabay

Lo que nos mantiene adictos al móvil suelen ser las aplicaciones de interacción social. Un estudio realizado por el departamento de psiquiatría de la Universidad McGill de Montreal (Canadá) defiende que los teléfonos móviles inteligentes no son en sí mismos objetos de adicción, sino que lo es la expectativa de social y las recompensas de conectarse con otras personas y aprender de ellas las que provocan que se mantenga una relacción de adicción con el terminal e indica que la radicción a los teléfonos inteligentes es "hipersocial y no antisocial".

Sin embargo, estudios recientes de distintos organismos apuntan que el uso de teléfonos inteligentes está ligado a la depresión, al materialismo y a la ansiedad social y que la utilización de las redes sociales supone algunos riesgos para la salud mental como la adicción a las mismas, que puede provocar síntomas de ansiedad o estrés a los adictos en el momento en el que se ven obligados a prescindir de ellas, el aislamiento o el compoartamiento antisocial.

Los científicos canadienses relacionan esta adicción con las notificaciones provenientes de las aplicaciones, ya que según indican estas, generalmente, generan un valor social que activa el circutio de recompensa al usuario, lo que provoca que este las busque de manera contínua provocando así la adiccion y una fuerte frustración si no se recibe el retorno esperado.

De hecho, la espera ansiosa de estas notificaciones o recompensas sociales puede provocar el efecto del 'teléfono fantasma', una alucinación que provoca que el usuario escuche el zumbido de la vibración o la alerta de su 'smartphone' sin que se haya producido y que refuerza el comportamiento de comprobación de recepción de mensajes o notificaciones de aplicaciones. Esta comprobación repetitiva o compulsiva puede ser la puerta de entrada a la adicción.

La adicción a los videojuegos ya está considerada oficialmente como un trastorno de salud mental. La OMS lo ha anunciado este lunes tras incluirla en la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD), que ya incluye más de 55.000 lesiones, enfermedades y causas de muerte y que califica esta 'nueva adicción' como "un patrón de comportamiento de juego persistente o recurrente" que llega a ser tan extenso que "tiene prioridad sobre otros niveles de la vida".

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