El Mobile regresa a Barcelona en 2019 pero desciende el número de visitantes este año

"¡Nos vemos el año que viene del 25 al 28 de febrero!" El mensaje se podía leer esta mañana en las pantallas electrónicas del Mobile World Congress y servía de despedida a los asistentes a la feria, que cierra hoy sus puertas. A lo largo de la semana se ha ido conociendo que muchos de los grandes expositores ya habían firmado sus contratos de alquiler de espacio para el año que viene, y esta tarde la organizadora del evento, la GSMA, lo ha confirmado oficialmente: el Mobile regresa a Barcelona el año que viene del 25 al 28 de febrero, aunque este año no ha logrado aumentar el número de visitantes, que cae un 1%.

La GSMA acaba de hacer públicar las cifras de asistencia a la feria este año, y son datos potentes, aunque en algunos frentes inferiores a las del año pasado. La cifra total de asistentes se ha quedado en 107.000 frente a los 108.000 de 2017. Sí han aumentado el número de empresas exhibidoras, de 2.300 el año pasado a 2.400 este año, y también la extensión del evento: un total de 120.000 metros cuadrados, frente a los 115.000 de 2017.

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En total, el Mobile ha registrado visitantes provenientes de 205 países, de los cuales el 55% eran altos directivos, incluyendo 7.700 consejeros delegados (CEOs), más que los 6.100 del año pasado. El 24% de los asistentes totales fueron mujeres, un incremento del 23% respecto el 2017, según cifras de la organización.

La organizadora del evento ha anunciando estos datos igual que todos los años, sin hacer mayor énfasis en el hecho de que sigue en Barcelona, algo que ya se daba por hecho, celebrándose el año que viene entre el 25 y el 28 de febrero. El contrato firmado por el Ayuntamiento, la Generalitat y el Gobierno español, a través de la Mobile World Capital, establece que la feria se celebrará en la ciudad condal hasta 2023, aunque está por ver si los plazos se cumplen hasta el final.

Pese al arranque polémico el pasado domingo, con el plante al Rey de la alcaldesa de Barcelona y autoridades clave de la Generalitat, y la amenaza de nieve durante la jornada de ayer, que finalmente no se materializó, el Mobile ha funcionado casi a la perfección. Lejos queda el caos de tráfico sufrido hace dos años, cuando una huelga de metro hizo casi imposible el acceso a la feria de forma ordenada.

Este año, cero problemas organizativos. Solo queda ver cómo afectarán las trifulcas políticas a la organización en próximas ediciones.