El MIT muestra una nueva versión de su sorprendente mesa 3D

Tras dos años en desarrollo, la pregunta sobre posibles aplicaciones de esta idea sigue abierta. El abanico es muy amplio: desde la posibilidad de habilitar entornos colaborativos de trabajo, en el que alguien en remoto mueve objetos y el resto de personas ven lo que hace en 3D sobre la mesa, a la (futurista)opción de crear superficies inteligentes. Imagina mesas que sean capaces de ponerse solas por sí mismas, de mover alimentos o, incluso, de cambiar de forma y diseño por sí solas. O, aplicado a entornos industriales ylíneas de producción, superficies capaces de mover mercancías y apilarlas de forma completamente autónoma.

Son algunos de los posibles usos queHiroshi Ishii y su equipo plantean. Puede quedarse en nada o ser una pequeña gran idea. En unos años saldremos de dudas.