Sony Xperia Z5 Compact: aún quedan móviles para manejar con una sola mano

La gama Xperia Z se ha convertido en el salvavidas de Sony: mientras las pérdidas de la compañía no dejan de aumentar, sólo los smartphones de gama alta parecen hacer frente a la crisis. En este contexto, la trinidad formada por los nuevos Xperia Z5 Compact, Z5 y Z5 Premium puede suponer la salvación de la empresa japonesa. Veamos si lo logran.

Hemos probado el modelo más básico de Xperia Z5, que quiere ser premium y sólo lo consigue en parte. Su característica más destacada es el tamaño: sus 4,6 pulgadas y 127 mm de largo lo convierten, parafraseando la película de Daniel Day-Lewis, en El último smartphone de bolsillo. Cómodo y manejable son las dos palabras que vienen a la mente al coger este smartphone, fácilmente manejable con una sola mano (un lujo en estos días). Los botones localizados en la parte inferior del lateral reafirman esta idea.

Tras esta primera toma de contacto, el Compact da la impresión ser un móvil extraño y pequeño, pero gordito. El diseño es muy personal y único, con bordes que asoman y una parte trasera de cristal esmerilado que enamora al tacto y a la vista. Se agradece que por fin los botones del mini USB y los altavoces estén a la vista, a pesar de que sigue siendo resistente al agua. En cuanto a las ranuras para la SIM y la tarjeta de memoria, su acceso es demasiado incómodo, aunque por suerte no es algo que se abra cada día.

Llama la atención que un móvil tan pequeño sea, sin embargo, tan ancho y pesado. El Xperia Z5 Compact es bastante más reducido que el iPhone 6 (un smartphone que tampoco se encuentra entre los de mayor tamaño para los cánones actuales), pero su grosor de 8,9 mm y peso de 138 g supera los 6,9 mm y 129 g del dispositivo de Apple.

El responsable de este sobrepeso es sin duda la batería de 2.700 mAh que garantiza un día y medio de uso intensivo que puede alargarse hasta dos si no somos adictos al móvil. Este peso extra, aunque llamativo, no resulta en ningún momento molesto. Y si es a cambio de una mayor autonomía sólo puede agradecerse.

Es la única opción para aquellos que quieran un móvil 'premium' lo más pequeño posible, aunque el procesador y la pantalla son mejorables

Las tripas del Xperia Z5 Compact las componen un Snapdragon 810 de Qualcomm con 2 GB de memoria RAM y una memoria interna de 32 GB (que pueden ampliarse con microSD). El procesador, que tantos problemas de calentamiento dio en el pasado, ha sido actualizado con éxito: no hemos notado ningún efecto estufa. El móvil se calienta con las tareas más exigentes, sí, pero no es en absoluto alarmante.

Mención aparte merecen esos 2 GB de memoria RAM (que ascienden a 3 GB en los otros dos modelos), que podrían considerarse insuficientes en un smartphone de 600 euros que quiere ser premium. Esta carencia se nota en cuanto a rendimiento, con alguna ralentización muy puntual durante el uso diario que tampoco ha dado motivos de preocupación. Curiosamente no hemos notado estos problemas con aplicaciones tan duras como el FIFA 16, por lo que es difícil saber hasta qué punto es un problema de hardware.

La pantalla nos provoca sentimientos encontrados: los 720p (con 325 ppp) otorgan muy buena nitidez pero, como sucede con la memoria RAM, se echan de menos los 1080p en un móvil de este precio. Se trata del principal escollo del Compact, junto a la escasez de RAM. Al margen de la definición el resultado es excelente, incluso en exteriores, con una de las pantallas más brillantes que hemos visto.

Respecto al software, tenemos un Android 5.1.1 personalizado por Sony. Y si se compara con el Bq Aquaris A4.5 que analizamos recientemente, cuyo Android es puro, la interfaz sale perdiendo. Los miles de extras innecesarios de Sony no hacen sino ensuciar un sistema operativo que, cuanto más limpio, más brilla.

La cámara: mejor pero mejorable

Dejamos para el final la joya de la corona en cualquier Sony que se precie: la cámara de 23 MP. Sobre el papel, esto representa una resolución mayor a los 12 MP del iPhone 6S y los 16 MP del Samsung Galaxy S6, los dos móviles con mejor cámara del mercado. Pero como siempre decimos (y no está de más repetirlo) los megapíxeles no lo son todo. Veamos los resultados.

“Resulta sorprendente que en la cuarta generación de la serie Z, en la que uno de sus puntos fuertes es la cámara, Sony no haya enmendado el problema del agresivo procesado que aplica a las imágenes”, explicaba nuestro colaborador experto en fotografía Ramón Peco sobre el Z3. ¿Han mejorado las cosas en el Z5? (redobles, por favor). Todo apunta a que sí.

La calidad de la imagen por fin hace honor a los 23 MP y da como resultado imágenes sorprendentes dignas de una cámara compacta. No ayuda, eso sí, que no se puedan guardar las fotos en formato RAW, algo que los móviles llamados a liderar el mundo fotográfico comienzan a incorporar.

A pesar de todo, es posible tomar fotos de enorme calidad sobre todo en condiciones de buena luz, ya que por la noche será más complicado obtener buenas instantáneas. Mención aparte merece el enfoque, rápido, preciso y satisfactorio. Todo lo contrario que la toma de fotografías, quizá demasiado lenta (especialmente en su almacenamiento).

Sony ha mejorado el procesado de las imágenes, que por fin hacen honor a la cámara de 23 MP

En cuanto a la interfaz de la cámara, aquí Sony vuelve a patinar estrepitosamente por su excesiva complejidad: en los dos días durante los que hemos probado este smartphone no hemos llegado a acostumbrarnos a ella. Confusa es la primera palabra que viene a la mente, quizá por el gran abanico de opciones.

No sería justo finalizar el artículo sin aplaudir la obra de ingeniería que es el lector de huellas digitales, incorporado sobre el botón de encendido para que el móvil no pierda en comodidad. Bravo por esta idea, que hace que sea realmente sencillo desbloquear el terminal con una sola mano, y que resumen a la perfección la condición de práctico de la que hace gala este Xperia Z5 Compact.

Los smartphones pequeños pero potentes están en peligro de extinción. El Xperia Z5 Compact es, probablemente, la única opción para aquellos usuarios que quieran un móvil premium pero lo más pequeño posible. A pesar de que algunas especificaciones, como el procesador, coquetean peligrosamente con la gama media, el diseño y la cámara lo convierten en una opción muy a tener en cuenta. El móvil de Sony está solo en este rango de tamaño y especificaciones, aunque el problema de un dispositivo de 600 euros es que siempre queda la duda de si invertir un poco más y llevarse una bestia de Samsung o Apple.