Todo lo que debes tener en cuenta antes de comprar un móvil chino

Juegan con los precios, reducen los márgenes de beneficios, orquestan campañas de marketing tan llamativas como eficaces, sin especular, apostando por un claro ni trampa ni cartón... Son muchos y variados los motivos por los que los móviles chinos han pegado un buen mordisco al mercado en estos tiempos.

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Firmas cada vez más conocidas como Meizu, Huawei, Xiaomi, Oppo o One Plus han sabido jugar muy bien sus cartas para convencer a usuarios que antes apostaban por gigantes de la tecnología como Sony, Samsung o incluso Apple. Además, a este lado del mundo también podemos tener acceso a los dispositivos de otras marcas, mucho menos famosas, que siguen fabricando tecnología única y exclusivamente para el mercado asiático a unos precios mucho más asequibles que el resto.

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A la hora de comprar tecnología procedente de China tenemos que andar con mucho ojo. Pese a la globalización que ha derribado casi todas las fronteras, son varias las características de aquellos terminales que pueden no adecuarse a la realidad tecnológica de nuestro país. Por aquello de que más vale prevenir que curar, resumimos los aspectos a los que tendrías que prestar atención para que no llegue a tu casa un dispositivo que solo sirva de pisapapeles.

1. Las bandas de frecuencia

Ten en cuenta que las frecuencias de las redes 3G y 4G LTE no son las mismas en China que en el Viejo Continente. Por ello, es importante cerciorarse de que el dispositivo que vamos a comprar opera sin problemas en el rango del espacio radioeléctrico reservado a esas señales en nuestro país. Mientras que en Europa las operadoras se mueven en el rango de los 800, 1800 y 2600 Mhz (aunque en España el despliegue del 4G en la primera de estas frecuencias está sufriendo retrasos), en Asia y la zona de Pacífico lo hacen en los 450, 700, 850 y 900 Mhz.

Aunque los smartphones equipados con Android suelen emplear las bandas más habituales, conviene prestar mucha atención a este detalle para evitar llevarnos una ingrata sorpresa cuando el dispositivo llegue a casa.

2. Las versiones del sistema operativo

La mayoría de los teléfonos inteligentes de firmas como One Plus, Oppo o Meizu no incorporan Android en sus terminales como la mayoría de los usuarios están acostumbrados. Salvo Huawei, que instala una capa propia sobre el sistema operativo de Google igual que Samsung o Sony, el resto de estos fabricantes optan por crear sus propias versiones del mismo para así adaptarlo de forma más precisa a sus terminales.

Son muchas las firmas que se limitan a copiar los diseños de otras compañías como Samsung o Apple sin ofrecer las mismas prestaciones

En el caso de Oppo nos encontraremos con Color OS, si nos decantamos por un One Plus usaremos Oxygen OS, si decidimos hacernos con un Meizu llevará instalado Flyme OS y el sistema operativo será MIUI si se trata de un terminal de Xiaomi.

Las marcas chinas más desconocidas hablan solamente de Android para referirse a su sistema operativo. Eso sí, rara vez vendrá sin modificación alguna. Por esto mismo, tenemos que tener claro que, salvo contadas excepciones, no utilizaremos el software de Google en su versión más pura si importamos un dispositivo desde China.

3. Las clavijas de los cargadores

Como ocurre con los que se utilizan por ejemplo en Reino Unido o Norteamérica, las clavijas de los cargadores de algunos de los dispositivos de las compañías de China puede que no se adecuen a los enchufes que tenemos en casa. Para solventar este problema no es necesario tirar de ingenio: basta con hacerse con un adaptador. Fácil y sencillo. Eso sí, para evitar un sobresalto al abrir la caja, es conveniente que sepamos qué tipo de cargador trae el terminal.

4. La cámara

Si perteneces al grupo de los apasionados de la fotografía que no dejan pasar la oportunidad de compartir los episodios de su vida en Instagram, las cámaras de los teléfonos de marcas chinas pueden no ser suficientes para ti. Lo mejor para conocer las prestaciones de una cámara es leer las reseñas y comentarios de páginas especializadas. A menudo, echar un vistazo a las características de las lentes o a los megapíxeles no es suficiente.

5. Su capacidad de almacenamiento

Por norma general, en los últimos terminales de las marcas más conocidas se imponen los smartphones de 16 y 32 gigas de memoria interna. En el caso de los móviles chinos no ocurre lo mismo. Salvo aquellas firmas con una fuerte presencia en Occidente, buena parte optan por terminales con una memoria interna de muy baja capacidad.

Al importar desde China, la garantía que nos dan las compañías suele ser de un año y la reparación puede llevar su tiempo

Siempre existe la opción de utilizar una tarjeta SD (si la admite) para aumentar el espacio de almacenamiento del dispositivo, pero hemos de tener en cuenta que las apps guardadas fuera del teléfono, en Android, no responden igual de bien que desde la memoria interna.

6. La pantalla

Con el propósito de reducir costes, muchos de los fabricantes chinos que no buscan competir con los grandes gigantes de la tecnología han descartado utilizar Gorilla Glass a la hora de proteger sus pantallas. Escatimar este recurso habitual en los móviles de gama alta es una de sus estrategias para ofrecer precios finales extremadamente competitivos.

Por eso no resulta extraño que los fabricantes chinos de segunda fila no hagan mención alguna al material o las protecciones que incorporan las pantallas de sus dispositivos. Si no prestamos atención a este detalle, puede que el más mínimo rasguño nos obligue a cambiar de terminal.

7. Servicio técnico

Porque nadie está a salvo de que en un traspiés el teléfono móvil se caiga al suelo y acabe dañado, hemos de tener siempre claro a dónde y a quién tenemos que recurrir para arreglar los posibles desperfectos. Conviene saber que, al importar desde China, la garantía que nos dan las compañías suele ser de un año.

Salvo aquellas firmas con una fuerte presencia en Occidente, buena parte opta por terminales con una memoria interna de muy baja capacidad

Para cubrirnos las espaldas, es conveniente no dejarse llevar por el bajo precio de distintos productos y consultar las opiniones de otro usuarios. Si todo marcha bien, no debería haber ningún problema y las marcas deberían responder a la hora de reparar los dispositivos. Eso sí, a tenor de las experiencias de algunos clientes, el proceso puede ser largo.

Algunas firmas ofrecen un eficaz servicio técnico. Eso sí, tendrás que ser tú quien se encargue del envío del teléfono o la tableta a China, cuyos cargos correrán por tu cuenta. Entre idas y vueltas, eso sí, pueden pasar unos dos meses hasta que tengas el dispositivo nuevamente en tus manos.

8. Puede que tengas que instalar Google Play

Al consultar las características en las distintas tiendas online, veremos que en los teléfonos y tabletas de las firmas chinas más remotas suele aparecer especificado si entre las aplicaciones preinstaladas se encuentra o no Google Play. No debemos confiarnos. Al contrario de lo que suele ocurrir en los terminales de las marcas más conocidas (incluso si tienen su propia versión de Android como One Plus o Meizu), puede que nos hagamos con un smartphone barato que no incluya la tienda de apps por defecto y tengamos que descargarla después.

9. No te dejes engañar por las apariencias

No nos dejemos engañar. Son muchas las firmas que se limitan a copiar, sin reparo alguno, los diseños de otras compañías como Samsung o Apple, por supuesto sin ofrecer las prestaciones de los dispositivos que fabrican estas marcas. Por eso tendremos que andarnos con cuidado para no acabar comprando la copia barata de aquel dispositivo que de veras nos gustaría tener.

10. Comprarlos en una web de confianza

Para evitar caer en la trampa que planteábamos en el punto anterior, si tenemos en mente comprar un teléfono móvil económico de algún fabricante chino de segunda fila lo mejor es recurrir a tiendas online de confianza. Algunas de las más recomendadas por quienes ya han tenido la experiencia de comprar un móvil chino son Banggood, Comebuy, Aliexpress y Alibaba.