'Science' y los científicos advierten del grave deterioro de Doñana
La revista 'Science' advierte sobre la situación de parajes naturales considerados como Patrimonio Mundial y defienden la necesidad de una gestión local más fuerte, ante el riesgo de colapso
Es difícil imaginar sitios naturales tan carismáticos como Doñana, la Gran Barrera de Coral o la Selva Amazónica. Sin embargo, estos parajes considerados Patrimonio Mundial de la UNESCO corren el riesgo de colapsar, amenazados por el cambio climático en combinación con problemas locales que podrían evitarse con una mejor gestión regional.
Así lo alertan varios científicos de todo el mundo en un artículo publicado hoy en la revista Scienceen el que ha colaborado la Estación Biológica de Doñana. "Hay que actuar ya o se nos irá de las manos", asegura a Teknautasel investigador del centro y coautor del estudio, Andy Green. El biólogo explica que los problemas habituales de cualquier humedal se van a potenciar debido a los efectos del cambio climático, por lo que "hay que invertir ahora para reducir estos impactos".
La UNESCO acaba de catalogar este humedal Patrimonio Mundial bajo 'muy alta amenaza'
Y es que, según los autores del tirón de orejas de Science, es urgente que las administraciones y la sociedad de cada país reduzcan las amenazas locales que afectan a estos ecosistemas icónicos. "Estos tres ejemplos [Doñana, la selva amazónica y la Gran Barrera de Coral] juegan un papel crítico a la hora de mantener la biodiversidad global, y si colapsan podría significar la extinción de sus especies", asegura el investigador de la Universidad de Wageningen (Países Bajos) y autor principal del estudio, Marten Scheffer.
Cualquier ecosistema es importante a nivel local, pero los mencionados por este equipo de investigadores revisten, además, una gran importancia global. Así, la Selva Amazónica ayuda a regular el clima a escala mundial, mientras que Doñana es el lugar de invernada más importante de Europa para medio millón de aves.
Doñana es también el humedal más importante de Europa. A medio camino entre Europa y África, supone un lugar de paso para miles de especies de aves. También es el hábitat de numerosas especies de anfibios e invertebrados.Sus marismas y lagunas cubren más de 100.000 hectáreas, convirtiéndose así en la mayor reserva ecológica de Europa, y explicando así su consideración como Patrimonio de la Humanidad desde 1994.
Dos son los principales problemas a los que se enfrenta todo humedal, tal y como explica Green: la extracción de agua y la introducción de contaminantes. "Son problemas comunes en este tipo de ecosistemas, pero queremos evitar una degradación aguda como la que ya ha ocurrido en las Tablas de Daimiel, que están todavía más afectadas". De hecho, el investigador asegura que existen mil pozos ilegales en la cuenca de Doñana, sobre los que habría que actuar inmediatamente.
Green considera que todo el terreno de donde procede el agua del humedal (llamado cuenca vertiente) debería ser protegido, en lugar de sólo la cubeta central. Así se evitaría la contaminación por abonos y aguas residuales y los pozos ilegales. "Es díficil saber cuándo los cambios serán irreversibles porque todo depende de cómo y cuándo se actue", añade. En caso contrario, la calidad del agua empeorará y se extenderán las especies tóxicas, como un helecho que ya pone en peligro a otras plantas y animales endémicos.
Green asegura que existen mil pozos ilegales en la cuenca de Doñana, sobre los que habría que actuar inmediatamente
¿Qué medidas habría que tomar? Según Green lo primero es frenar la extracción de agua y la contaminación. "Si los pozos son ilegales entiendo que no tendrían que estar ahí", se lamenta, y añade que varios pueblos necesitan cambiar sus estaciones de depuración e invertir en agricultura para reducir los abonos.
Esta falta de actuación ha llevado a los investigadores a concluir en Science que"se ha hecho muy poco para controlar estos problemas, dejando Doñana innecesariamente vulnerable al cambio climático". No en vano, la UNESCO acaba de catalogar este humedal Patrimonio Mundial bajo "muy alta amenaza".
Doñana no es el único ecosistema de importancia mundial cuya situación comienza a ser insostenible. La selva amazónica se enfrenta a la tala masiva lo que, junto al aumento de las temperaturas y la sequía podría volver la zona mucho más pobre en especies y propensa a los incendios. Las medidas inmediatas pasan por, lógicamente, impedir la tala y promover la regeneración de árboles.
En cuanto a la Gran Barrera de Coral, su principal amenaza es la acidificación del océano y el blanqueo de los corales provocados por un aumento en las emisiones del CO2. Ambos problemas, sumados a cuestiones locales como la sobrepesca, multiplican la debilidad de los arrecifes.
Es difícil imaginar sitios naturales tan carismáticos como Doñana, la Gran Barrera de Coral o la Selva Amazónica. Sin embargo, estos parajes considerados Patrimonio Mundial de la UNESCO corren el riesgo de colapsar, amenazados por el cambio climático en combinación con problemas locales que podrían evitarse con una mejor gestión regional.