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Probamos el Surface Pro 3: un portátil rotundo con cintura de tableta
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el dispositivo de microsoft tiene 12 pulgadas

Probamos el Surface Pro 3: un portátil rotundo con cintura de tableta

Microsoft se ha empeñado en que sus usuarios puedan trabajar con una tableta. El Surface Pro 3 dispone de 12 pulgadas y Windows 8.1 como sistema operativo

Hace tiempo, trabajar con una tableta era una tarea casi imposible para los usuarios. Y es que eran muchos los inconvenientes: un ecosistema insuficiente, una memoria interna o procesador demasiado pobres o un teclado táctil lento e ineficaz. Sin embargo, cada vez más fabricantes están apostando por enfocar estos dispositivos hacia el mundo laboral. Un ejemplo de esto lo tenemos en los Galaxy Pro de Samsung o el iPad de Apple. Pero si hay una compañía que ha puesto toda la carne en el asador en este segmento, esa es sin lugar a dudas Microsoft.

La nueva tableta de los de Redmond que hemos probado en Teknautas, llamada Surface Pro 3, tiene como carta de presentación el tamaño de su pantalla y el ecosistema que incluye, tanto a nivel de aplicaciones orientadas al trabajo como los distintos accesorios que incorpora, como por ejemplo su teclado.

En lo que se refiere a la pantalla estamos hablando de 12 pulgadas en formato 3:2, con una resolución Full HD de 2.160 x 1.440 píxeles. El panel es muy grande si lo comparamos con la mayoría de tabletas. Por ejemplo, para que se hagan una idea el iPad cuenta con 9,7 pulgadas. La diferencia se nota y mucho nada más sujetarlo con ambas manos. Esta característica lo hace ideal para realizar determinadas tareas complejas como las relacionadas con el trabajo, y no tanto para otras típicas como simplemente consultar nuestro correo electrónico o leer el periódico.

La compañía lleva varios intentos para dar con el Surface adecuado (esta es la tercera generación en poco más de año y medio), y con este modelo por fin parece haber hecho un mejor trabajo a nivel de hardware. A pesar de haber incrementado la pantalla ha disminuido su grosor y peso. Con 0,91 cm de grosor y 798 gramos de peso es un 32% más delgada que su anterior versión, el Surface Pro 2. Si lo comparamos con otras tabletas obviamente sale perdiendo debido a sus dimensiones, pero Microsoft se empeña en hacerlo con los portátiles y asegura ser un 30% más delagada que un MacBook Air de 11 pulgadas.

La pregunta que inevitablemente nos tenemos que hacer ahora es: ¿es posible comparar el Surface Pro 3 con un portátil? En muchos aspectos sí.

Un teclado y soporte que lo iguala a los portátiles

Surface Pro 3 se vende desde 799 euros (la versión con 64 GB, Intel i3 y 4 GB de RAM), hasta 1.549 euros (con 256 GB, Intel i7 y 8 GB de RAM). Es decir, que por precio y prestaciones Microsoft se ha querido colocar en este segmento. Hay que tener en cuenta que todos los modelos cuentan con procesadores Intel Core de cuarta generación, así como diferentes capacidades de almacenamiento y memoria RAM para adecuarse a las necesidades de cada persona.

Para incluir un microprocesador de la familia Intel Core en Microsoft se han visto obligados a introducir un ventilador. Algo que resulta sorprendente para una tableta. Mi compañero Ramón Peco se preguntaba hasta qué punto este elemento es silencioso en la práctica. Pues lo cierto es que no suena. Y tarda en encenderse lo que prácticamente todas las tabletas. Es decir, muy poco.

Pero no es lo único que le hace parecerse a un portátil. La tableta dispone en su parte posterior de un soporte kickstand que permite mantenerla de pie. Si además se le incorpora la funda/teclado magnética (que cuesta la nada despreciable cantidad de 129,99 euros), el resultado es, en cuanto a manejo y experiencia de uso, prácticamente el mismo.

En la práctica y con el teclado incorporado (que se sujeta sorprendentemente bien a la pantalla), el Surface Pro 3 se asemeja más a un portátil que a una tableta. Sin el teclado la experiencia no es la misma. No es que el táctil que incorpora se comporte mal. Pero, al igual que el resto de tabletas, no lo hace de forma tan eficaz como el tradicional físico.

Windows 8.1 y un ecosistema pensado para el trabajo

En cuanto a la interfaz de usuario hay que destacar que Surface Pro 3 utiliza Windows 8.1, que es compatible con todo el software de escritorio tradicional existente, como por ejemplo Microsoft Office.

Además de este último programa el dispositivo cuenta con OneNote, que permite tomar notas enriquecidas con cualquier tipo de contenido. En él se puede escribir con el teclado o un lápiz táctil directamente. En Teknautas hemos probado el que se vende con la tableta y funciona correctamente. Su respuesta es bastante rápida y permite incluso apoyar la mano para escribir. Como detalle, con este lápiz también se puede encender y apagar el dispositivo a distancia.

Otra característica que vuelve a colocar el Surface Pro 3 como un serio competidor en el segmento de los dispositivos orientados al trabajo es su multitarea que le permite dividir la pantalla en dos (algo que presumiblemente quiere incorporar Apple en su nueva tableta). Esta utilidad sirve por ejemplo para llevar a cabo distintas tareas al mismo tiempo.

A pesar de que el teclado incluye un trackpad por si se prefiere navegar con el puntero en lugar de tocar la pantalla táctil con el dedo, Microsoft ha incorporado también un puerto USB que permite conectar desde un disco duro externo hasta un ratón. Desde el punto de vista de las tabletas un puerto USB es una gran ventaja. Pero desde el de los portátiles probablemente a más de uno le parezca poco. Según recuerda mi compañero Ramón Peco, con una única entrada USB si por ejemplo queremos hacer algo tan común como conectar la tarjeta de memoria de una cámara -el aparato sólo cuenta con un lector de tarjetas Micro SD- y descargar las fotos a un disco duro externo, tendremos que usar un adaptador. Eso o recurrir otra vez (ya lo hicimos con el teclado y el lápiz), al docking que Microsoft vende por 200 dólares para usarlo como ordenador que cuenta con cinco puertos USB.

Microsoft apostó por un Surface tan adaptado al mundo laboral por una razón: la inmensa mayoría de los usuarios de tabletas tienen también un portátil, ya que acaban empleando cada dispositivo para tareas diferentes. La idea de los de Redmond es que dejen de hacerlo y apuesten por un dispositivo que agrupe los dos mundos.

¿Algo descabellado? El tiempo y sobre todo las cifras de ventas dictarán sentencia. Pero cada vez más fabricantes están apostando por esta misma estrategia. Se prevé que Apple sin ir más lejos presente un nuevo iPad más grande el próximo mes de octubre. Y el tamaño que más suena es de 12,9 pulgadas...

Hace tiempo, trabajar con una tableta era una tarea casi imposible para los usuarios. Y es que eran muchos los inconvenientes: un ecosistema insuficiente, una memoria interna o procesador demasiado pobres o un teclado táctil lento e ineficaz. Sin embargo, cada vez más fabricantes están apostando por enfocar estos dispositivos hacia el mundo laboral. Un ejemplo de esto lo tenemos en los Galaxy Pro de Samsung o el iPad de Apple. Pero si hay una compañía que ha puesto toda la carne en el asador en este segmento, esa es sin lugar a dudas Microsoft.

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