Detienen en Alicante a un criminal implicado en el caso de la periodista asesinada por narcos en Dublín

La Policía Nacional ha logrado dar con un peligroso criminal irlandés muy conocido en su país. Con esta detención, que se ha hecho efectiva en Alicante, han puesto punto y final a un grupo dedicado al envío postal de marihuana y medicamentos hipnóticos a Reino Unido e Irlanda. Sin embargo, la clave más llamativa de esta captura, además de haber dado con un popular traficante de drogas, es que entre sus pertenencias han hallado una prueba que incrimina a este líder narco con el asesinato de una periodista cometido en Dublín en 1996.

El objetivo de las autoridades españolas y de los agentes colaboradores desde Irlanda, que trabajaron con la National Crime Agency – NCA –, era desarticular una organización de narcotraficantes en Alicante. Durante la redada, los agentes lograron interceptar cuatro envíos postales cargados con cuatro kilos de marihuana y 15.000 pastillas –medicamentos hipnóticos– y llevarse detenidos a uno de los líderes de la violenta red de traficantes de drogas y armas especializados en el envío, a través de paquetería, de mercancía ilegal desde España a Reino Unido e Irlanda. Además, en los registros de sus domicilios han encontrado cuatro kilos más de cogollos de marihuana, ya envasados, y 11.000 pastillas más.

Según informan en un comunicado de la Policía Nacional, al frente de la organización se encontraba un conocido criminal irlandés que fue condenado en el año 2001 a 28 años de prisión – de los que cumplió 17 tras recurrir la sentencia – por importar grandes cantidades de hachís a Irlanda. Años más tarde recibió cuatro disparos cuando se encontraba en casa de su hermano, si bien logró recuperarse.

La periodista que tuvo al clan Gallilgan en vilo

A pesar del triunfo que supone haber desmantelado a una banda de narcotraficantes, el hallazgo más destacado enterrado en el jardín de uno de los cabecillas del grupo ha sido un revólver de la misma marca (Colt Python) que el que fue utilizado para matar a la periodista Verónica Guerin a las afueras de Dublín el 26 de junio de 1996; por lo que ahora las autoridades investigan su posible relación con el crimen. La víctima fue abordada por dos personas que habían estado siguiéndola desde una moto.

Un par de años antes de su asesinato, Guerin había comenzado a escribir sobre el crimen organizado en Dublín para el Sunday Independent. Aunque utilizaba un seudónimo para evitar ser reconocida, aquellos a quienes señalaba de forma acusatoria en sus artículos dieron con ella. A partir de entonces, comenzaron las amenazas de muerte que no solo se quedaban en palabras: disparos a la fachada de su casa, amenazas de secuestrar y violar a su hijo y palizas casi mortales.

Con todo, Guerin siempre se mantuvo firme y declinó la oferta de la policía irlandesa de ponerle escoltas durante 24 horas al día. Pero aquel día, la periodista no podía imaginar que ese semáforo en rojo ante el que tuvo que detener su coche sería su fin. Fue en las proximidades de Newlands Cross donde dos miembros de la banda de los Gilligan se bajaron de una moto para disparar seis veces contra Guerin.