Los hermanos de Antonio Anglés, el acusado del crimen de Alcàsser, a juicio por extorsión, armas y una jeringuilla "con sida"

Los tres hermanos de Antonio Anglés, uno de los dos acusados por el crimen de Alcàsser y que actualmente continúa fugado en paradero desconocido, se han sentado este martes al banquillo de la Audiencia Provincial de Valencia como acusados de delitos de extorsión en concurso con delito leve de lesiones, tenencia ilícita de armas y delitos contra la salud pública, por los que la Fiscalía solicita inicialmente para ellos penas de entre cinco y doce años de prisión, recoge la agencia Efe.

Roberto Martins, uno de los hermanos de Anglés, ha acudido a la Ciudad de la Justicia de València para ser juzgado junto a dos de sus hermanos entre los aplausos de un grupo de gente que se ha reunido a la entrada. "Familia Anglés", han citado los guardias que vigilan la entrada de los juzgados cuando han atravesado la puerta los acusados.

Los cuatro acusados se enfrentan a una petición de la Fiscalía de entre cinco y 12 años de cárcel. Los hechos por los que están siendo juzgados, según relata la acusación pública en su calificación jurídica, ocurrieron el 21 de diciembre de 2017 en la casa de uno de los acusados, en el municipio valenciano de Massanassa, donde abordaron a un hombre al que habían citado previamente para recriminarle que hubiera robado 500.000 euros guardados en un vehículo.

Cuando la víctima negó su acusación, uno de los encausados le apuntó con una pistola y le amenazó con clavarle una jeringuilla infectada, según le dijo, con sida — tal y como recoge el escrito de la Fiscalía —. Después, los cuatro acusados le propinaron patadas y puñetazos, logrando así doblegar su voluntad para obligarle a acompañarles a una notaría, donde firmó la cesión del 40% de acciones que poseía en una gasolinera de Yecla (Murcia) a favor de uno de ellos, que era copropietario de la empresa.

Sin embargo, dichas acusaciones proceden de la denuncia interpuesta por un hombre que actualmente se encuentra en busca y captura y que retiró hace tiempo la denuncia. Los Anglés, por su parte, han declarado que ellos trabajaban junto al denunciante en la gasolinera y que, al ver que no se hacía cargo de ella, le propusieron que les cediese sus acciones. Después, de mutuo acuerdo, acudieron a la notaría para firmar. Sin embargo, han confesado que unos días después, tuvieron una discusión fuerte en la que llegaron a las manos; lo que daría respuesta ante la acusación por el delito de lesiones, recoge Efe.