Es noticia
Las celebraciones de Banderas y el rompeolas de champán
  1. Sociedad

Las celebraciones de Banderas y el rompeolas de champán

Marbella, con su belleza indefinida y turbadora, sigue llenando cada noche los restaurantes de lujo con una clientela selecta que más tarde se desparrama en los rompeolas

Foto: Las celebraciones de Banderas y el rompeolas de champán
Las celebraciones de Banderas y el rompeolas de champán

Marbella, con su belleza indefinida y turbadora, sigue llenando cada noche los restaurantes de lujo con una clientela selecta que más tarde se desparrama en los rompeolas de las fiestas privadas. La familia Banderas lleva toda la semana de celebraciones. Antonio y Melanie han cumplido años y la ciudad se ha convertido en un plató de sus celebraciones. Eso sí, este año todo muy familiar y discreto. Si otras veces los saraos del actor eran sonados en la costa, este 2010, en el que alcanza la cincuenta, se ha relajado.

 

Esta discreción tal vez venga dada por el ajetreo que le espera a partir de la próxima semana, cuando caerá de nuevo en manos de su Pigmalión, Pedro Almodóvar, para protagonizar un thriller que promete. Mientras tanto, Antonio, Melanie y Estela del Carmen se lo pasan bomba en Marbella. Tras la cena en el Calima, degustando platos del chef Dani García, el sábado noche eligieron un parque de atracciones al borde del mar para su tiempo de ocio. En el karting, Antonio hizo las piruetas que más le gustan en la pista, mientras Melanie le miraba encantada desde las gradas.

Unos descarrilan y otros danzan. Un montaje fresco de danza española ha sido el revulsivo más espectacular de Marbella en estas noches de calima africana. Aída Gómez fue su artífice y, aunque ella siempre suele decir que la rama pobre en la cultura es la danza, hizo ‘ricos’ a los culturetas que se acercaron a ver Carmen.

La que fue la directora más joven del Ballet Nacional hizo mella en la ciudad del canto sin dueño. Entre inauguraciones, batallas de champán y cumpleaños de celebrities, frágil y altiva como un sueño de mar se erigió Aída con su recién estrenada obra de Bizet. Lleno total. Unos fueron a verla porque ha sido la “espada de Damocles de Belén Esteban” en un concurso televisivo, otros porque Aída es pura magia. El caso es que el coso ardía mientras bailaba.

Plaga de cucarachas

Dice el concejal socialista Diego Lara que Marbella está infectada de cucarachas, invadiendo calles, viviendas y establecimientos públicos. La presencia de estos insectos se puede apreciar al caer la tarde. El político dice que salen en avalancha de las alcantarillas y arquetas. Esto no estaba previsto tras el jolgorio post-Obama y, para acallar las críticas, los más cool del Nikki Beach iniciaron ayer domingo las famosas batallas de champán. Primero fue en  Miami, luego en St. Tropez, y ahora en Marbella.

Una guerra de espuma en el club de la exclusiva playa de Don Carlos que ya tiene preparadas las botellas para rociar los cuerpos más generosos del verano. Todos con el torso al aire menos los “boquerones”, que están de feria. Y es que los malagueños, que siempre presumen de alejarse de la frivolidad marbellera, este año no han querido ser menos y empiezan a “coquetear con las aficiones marbellíes”.

En concreto, los malagueños han prohibido a la gente asistir a la Feria con chanclas o ir descamisados. Los hosteleros no quieren clientes con alpargatas que den una imagen equivocada de Málaga. Lo mejor de la feria, el pregón del líder de Danza Invisible, Javier Ojeda, "un tipo poco folclórico", como él mismo se definió, que dio la bienvenida a la Feria de Málaga, ciudad a la que dijo amar con "sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas", y a la que calificó de "extravagante, loca y distinta".

 

De actores, tenistas y toreros

Con cucarachas o sin ellas, lo cierto es que Marbella está de moda y este año se han dado cita personajes poco habituales que no frecuentaban la ciudad. Véase el caso de Imanol Arias y su novia Irene Meritxell que se tomaron unas copitas muy animados en la Suite del Mar de Puente Romano. Tal vez la jovencísima novia del actor le ha contagiado su pasión por Marbella. Antes de conocerle, Irene vivió en esta ciudad y solía perderse por las playas del Rosario, donde vivía con su entonces marido, un conocido constructor cordobés.

Otro en aparcar la raqueta y pasearse por la ciudad ha sido Boris Becker; Maribel Verdú y su marido Pedro también vinieron a descansar y degustar los platos del Trocadero; Inés Sastre abandonó Sotogrande y se prodiga por las playas de Marbella; Joaquín Cortés, en vez de bailar, pasea novias por los tablaos de los amigos, y Jorge Juste ha vuelto de nuevo a la vida empresarial y se lanza a la hostelería en el recinto portuario más in de Europa: Puerto Banús.

Otro que se encuentra en Marbella, aunque por motivos muy distintos, es Julio Aparicio, que está ingresado en una clínica al sufrir una fuerte deshidratación tras reaparecer en la corrida de los Candiles con su amigo Cayetano Rivera.

Marbella, con su belleza indefinida y turbadora, sigue llenando cada noche los restaurantes de lujo con una clientela selecta que más tarde se desparrama en los rompeolas de las fiestas privadas. La familia Banderas lleva toda la semana de celebraciones. Antonio y Melanie han cumplido años y la ciudad se ha convertido en un plató de sus celebraciones. Eso sí, este año todo muy familiar y discreto. Si otras veces los saraos del actor eran sonados en la costa, este 2010, en el que alcanza la cincuenta, se ha relajado.

Antonio Banderas