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Las ofertas vacacionales llegan a menos de uno de cada 1.000 clientes
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VERANO DE CRISIS Y SIN GANGAS

Las ofertas vacacionales llegan a menos de uno de cada 1.000 clientes

A pesar de la crisis, los españoles no piensan renunciar a las vacaciones. Según las encuestas, el 80% de los españoles no está dispuesto a quedarse

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Las ofertas vacacionales llegan a menos de uno de cada 1.000 clientes

A pesar de la crisis, los españoles no piensan renunciar a las vacaciones. Según las encuestas, el 80% de los españoles no está dispuesto a quedarse en casa, aunque sí deberá abrocharse el cinturón para llevar a cabo una tarea en la que las agencias de viaje no se lo pondrán nada fácil con la presencia de ofertas donde las apariencias, engañan.

 

Según estimaciones de expertos en marketing, estas ofertas son aplicadas solamente a uno de cada mil clientes. Esas grandes ofertas, marcadas por grandes círculos de color naranja, rojo o amarillo se desmoronan al entrar en las agencias, donde las conocidas coletillas “Hasta un 45% de descuento si contrata sus vacaciones antes de 31 de mayo” o “niños gratis” raras veces llegan a cumplirse.

De esta manera, la búsqueda standard de vacaciones para dos adultos y dos niños, siempre presente en los folletos de vacaciones, pasa de ser un camino de rosas a un calvario. Al intentar contratarla antes del 31 de mayo, el 45% de descuento inicialmente previsto desaparece siempre que la salida no sea antes del 30 de junio. El segundo descuento ofertado en la misma oferta es de un 35% en el hotel, ya que dependiendo del mes, éste oscila entre un 10 y un 20%. En último lugar, el conocido “niños gratis” tampoco resulta como es.

Las ofertas a niños desaparecen o bien se reducen a un solo niño. De todas las ofertas estudiadas, solamente una permite la presencia de más de un niño durante el mes de julio. Por descontado, el pasaje de avión y de hotel del segundo niño, en la mayoría de los casos no va incluido en el precio final.

El precio final es otro motivo de disputa con las agencias de viajes. Una oferta tasada en 1.584 euros, después de haberle aplicado todos los descuentos, queda transformada en 1.725 una vez introducida en los datos de la sucursal. “Es que a usted con la calculadora le saldrá eso, pero a mí la máquina me dice esto otro”. La reclamación por el precio original resulta vana, extensa y costosa. Interminables momentos de espera en líneas 902 no dan ningún fruto, ya que ninguna de las explicaciones demandadas.

Ofertas ‘supermedidas’ y tasadas

Carlos Lachiondo, presidente de Follow Up, experto en marketing, estrategias de reposicionamiento y percepción de marcas y productos, cree que “todo está medido al milímetro. Son ofertas muy tasadas”. Se hacen estudios pormenorizados y previos y “es muy difícil que acaben aplicándose a muchas personas. Son en realidad muy exclusivas, ofertas para casi nadie”.

Las agencias además juegan con el margen de descuentos que les marcan hoteles y compañías aéreas. Al final, la oferta que se lanza “está muy estudiada. La empresa no va a perder ni un euro. Luego habrá hoteles que preferirán tener 122 plazas llenas todo el mes cobrando a 60 euros por persona y noche, que tener el hotel semivacío cobrando a 120”.

El portavoz de la CECU, Antonio López, explica que “este tipo de ofertas no son consideradas publicidad engañosa porque juegan con fórmulas del tipo hasta un 35% de descuento, claro al decir hasta un, no nos están mintiendo. Son puro truco publicitario. Para poder viajar debes hacerlo el martes, del mes de junio, entre las cinco y las seis de la tarde, ser mayor  de 45 años y, además estar embarazada o recién casado para que te las apliquen. Las ofertas nunca suelen ser tales”.

Desde la CECU se recomienda siempre estudiar el folleto, leer la letra pequeña, todas las excepciones y solicitar la mayor cantidad de información posible. Este año, las asociaciones de consumidores tienen la sensación de que los efectos de la crisis provocarán más ofertas de última hora que en años anteriores. “Muchos no llenarán el hotel y acabarán rebajando los precios, pero esperar tiene sus riesgos porque también uno puede quedarse sin plaza de avión o de hotel”. Lo mejor es “valorar si la agencia es solvente y si uno tiene claro donde va a ir de vacaciones contratarlas”.

Este verano a la hora de contratar la gran novedad será el IVA. Antonio López cree que no deberíamos guiarnos sólo por el miedo a que los precios suban porque está convencido de que “las agencias ya han hecho sus cálculos y algunas hasta lo utilizarán como reclamo el no aplicamos el IVA”. Depende de muchos factores, pero la realidad es sólo una: “Las ofertas están supermedidas”.

A pesar de la crisis, los españoles no piensan renunciar a las vacaciones. Según las encuestas, el 80% de los españoles no está dispuesto a quedarse en casa, aunque sí deberá abrocharse el cinturón para llevar a cabo una tarea en la que las agencias de viaje no se lo pondrán nada fácil con la presencia de ofertas donde las apariencias, engañan.

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