La Universidad de Barcelona se prepara para una escalada de violencia de los estudiantes antiBolonia
Miércoles 18 de marzo. No es mayo del 68 pero el germen se le parece. Barcelona vivió una jornada histórica, aunque, según fuentes de la Universidad
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Miércoles 18 de marzo. No es mayo del 68 pero el germen se le parece. Barcelona vivió una jornada histórica, aunque, según fuentes de la Universidad de Barcelona (UB), los incidentes que colapsaron la capital catalana “tan sólo son el pistoletazo de salida de muchos más que están por venir”. Así de contundentes se muestran las fuentes consultadas por El Confidencial, después de que fuesen detenidos tres jóvenes, denunciados por desobediencia, y heridos cinco policías, uno de ellos grave, como resultado del desalojo de los estudiantes encerrados en el rectorado de la UB. Todo como consecuencia de las protestas contra el Plan Bolonia, como ya informó este diario en nteriores ediciones.
Las mismas fuentes señalaron a El Confidencial que están especialmente preocupadas de lo que pueda suceder en la jornada de hoy, 19 de marzo y laborable en Cataluña, en la que los sindicatos de estudiantes y de profesores van a salir a manifestarse desde la céntrica plaza Universidad, lugar en donde se encuentra al rectorado de la más importante institución universitaria catalana.
Están convencidos de que algunos estudiantes van a aprovechar el tumulto para intentar tomar y ocupar la Universidad una vez más. Para evitar que esto suceda, los responsables de la UB han pedido a los mossos que refuercen la seguridad. Una de las medidas que han tomado es sitiar el edificio, que a lo largo de la tarde de ayer estaba cerrado a cal y canto y rodeado por la policía autonómica.
Temor a un nuevo mayo del 68
Desde la UB se quiere remarcar que “esta situación es debida a un descontento social generalizado y va más allá del Plan de Bolonia”. De hecho, señalan que da la sensación de que “algunos colectivos quieren hacer de esto un nuevo mayo del 68”. Los estudiantes se han tomado tan en serio su protesta que en las pancartas que colgaban en la Facultad de Filosofía de la UB se podía leer que quieren volver a ocupar el recinto universitario. Los servicios de información del Estado han tomado muy en serio los datos que tienen y que apuntan a que hay organizaciones internacionales que funcionan desde hace años y que uno de los puntos claves de los grupos antisistema se encuentra en Barcelona. Por ello, han concentrado gran parte de sus esfuerzos en la vigilancia de las protestas estudiantiles y de algunos activistas que se relacionan con partidos o sindicatos de ámbito internacional.
El Sindicat d’Estudiants dels Paísos Catalans (SEPC) emitió ayer un comunicado, en relación a los incidentes del desalojo, en el que dice que “la estrategia de la fuerza y la coacción supone una ruptura de cualquier puente de diálogo y de entendimiento”. Este sindicato, mayoritario en los claustros de las universidades en Cataluña, ha pedido la dimisión del rector de la UB, Dídac Ramirez, y de todo su equipo por haber pedido el desalojo de los estudiantes del rectorado. Ramírez señaló en una entrevista concedida a una radio catalana que él ha cumplido su promesa de no desalojar las dependencias unversitarias si no había ningún tipo de violencia y que ha sido a partir de los incidentes del martes, en la facultad de Geografía, en los que una estudiante resultó herida, que se ha decidido desalojar la universidad para “evitar una escalada de violencia”.
El conflicto no se queda entre estudiantes y Universidad. La clase política también ha dicho la suya: los dos principales partidos de la oposición, CiU y PP, han pedido explicaciones tanto al Consejero de Interior, Joan Saura, como al Consejero de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet. El diputado de CiU Antoni Castellà valoró positivamente el desalojo, pero pidió a Saura que facilite “datos concretos de los hechos posteriores”. No tan conciliador fue el tono de la portavoz parlamentaria del PP, Dolors Montserrat, que consideró los hechos de este miércoles como “muy graves” y reclamó explicaciones al consejero de Interior.
Miércoles 18 de marzo. No es mayo del 68 pero el germen se le parece. Barcelona vivió una jornada histórica, aunque, según fuentes de la Universidad de Barcelona (UB), los incidentes que colapsaron la capital catalana “tan sólo son el pistoletazo de salida de muchos más que están por venir”. Así de contundentes se muestran las fuentes consultadas por El Confidencial, después de que fuesen detenidos tres jóvenes, denunciados por desobediencia, y heridos cinco policías, uno de ellos grave, como resultado del desalojo de los estudiantes encerrados en el rectorado de la UB. Todo como consecuencia de las protestas contra el Plan Bolonia, como ya informó este diario en nteriores ediciones.