Es noticia
Mamá, regálame dos tetas
  1. Sociedad

Mamá, regálame dos tetas

Las clínicas estéticas han hecho el agosto estas Navidades. Los Reyes Magos vinieron con los sacos llenos de bisturís y botox porque los regalos habituales han

Foto: Mamá, regálame dos tetas
Mamá, regálame dos tetas

Las clínicas estéticas han hecho el agosto estas Navidades. Los Reyes Magos vinieron con los sacos llenos de bisturís y botox porque los regalos habituales han cambiado. Ahora lo que se lleva es regalar -y pedir- liposucciones y aumentos de pecho, operaciones que entrañan riesgos que parecen obviarse a la hora de embarcarse por voluntad propia en una intervención de este tipo. La accesibilidad a una nariz nueva, o a la eliminación de las arrugas, viene dada por el perfeccionamiento y aparición de nuevas técnicas de cirugía y la reducción de sus costes, que permiten a las clínicas lanzar ofertas promocionales de tratamientos de belleza, sobre todo en fechas como Navidad y otros periodos vacacionales.

Corporación Dermoestética, una de las clínicas medico-estéticas españolas más influyentes y conocidas, es uno de los centros que aprovecharon las navidades para recordar al público la gran oportunidad de lucir un ‘rejuvenecimiento express’ durante las fiestas, aunque fuentes de esta compañía no pudieron concretar el número de solicitudes estéticas en este periodo. A los precios más asequibles se unen las facilidades de pago a plazos y los créditos para financiar la cirugía y otros tratamientos.

Pero para ofertas, las del otro lado del Atlántico. Tanto es así que en países como Perú o Bolivia ofrecen paquetes turísticos que incluyen el viaje y la operación estética a un precio más bajo que en España. No hay que indagar demasiado para programar un viaje estético. Basta con navegar por internet, donde es fácil encontrar páginas como la de Makeover Travel S.R.L., que asegura un servicio integral al paciente: análisis médicos, consulta de preoperatorio con un cirujano y otros especialistas, alojamiento en hotel, traslados, etc. La reserva se puede hacer on-line después de que el grupo de supuestos profesionales establezcan “un diagnóstico médico apropiado” –dicen-, y estimen un coste aproximado a partir de unas fotos y una solicitud que el paciente debe enviar previamente. Tan sencillo como eso.

El regalo de los 15

Y es que en países como Colombia, las operaciones estéticas están a la orden del día. ‘La fiesta de los 15’, en la que se celebra el paso de niña a mujer, es una ceremonia casi sagrada. Las familias, sean de la clase que sean, organizan una fiesta por todo lo alto hasta el punto de empeñarse si es necesario. El regalo estrella al cumplir los quince no es otro que una operación estética, algo inviable en el caso de las mamas puesto que el crecimiento del pecho de una mujer se prolonga hasta los 17 o 18 años -de hecho en España no se permite realizar este tipo de intervenciones a menores de edad-. El boom comenzó en la década de los 90, muy asociado al mundo del narcotráfico, cuando las compañeras de los narcos se hicieron asiduas a este tipo de operaciones gracias al ‘dinero extra’. En este sentido no es de extrañar, lamentablemente, que la serie “Sin tetas no hay paraíso” triunfe en la televisión colombiana.

En Colombia, donde prácticamente hay un centro estético en cada esquina, aumentar la talla de pecho puede resultar hasta tres veces más barato que en nuestro país. Mientras que en España el precio de una mamoplastia oscila entre los 4.000 y los 7.000 euros, en el país andino se puede llegar a rebajar hasta los 600. Pero aunque es uno de los países más reputados en materia de cirugía plástica, no todos los que se presentan como cirujanos estéticos están avalados por la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica (SCCP), al igual que ocurre en España con la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE). Por muy descabellado que parezca, existen veterinarios, peluqueras o médicos poco especializados que realizan liposucciones o dermolipectomías (eliminación de la flacidez cutánea), eso sí, más baratas.

Monstruosidades estéticas

Las clínicas estéticas han hecho el agosto estas Navidades. Los Reyes Magos vinieron con los sacos llenos de bisturís y botox porque los regalos habituales han cambiado. Ahora lo que se lleva es regalar -y pedir- liposucciones y aumentos de pecho, operaciones que entrañan riesgos que parecen obviarse a la hora de embarcarse por voluntad propia en una intervención de este tipo. La accesibilidad a una nariz nueva, o a la eliminación de las arrugas, viene dada por el perfeccionamiento y aparición de nuevas técnicas de cirugía y la reducción de sus costes, que permiten a las clínicas lanzar ofertas promocionales de tratamientos de belleza, sobre todo en fechas como Navidad y otros periodos vacacionales.