El Instituto de Astrofísica de Canarias rastrea la nebulosa de Orión en busca de objetos de masa planetaria

Un equipo internacional de astrónomos liderado por investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha descubierto una abundante población de objetos subestelares, entre ellos más de una decena de objetos de masa planetaria y enanas marrones, en el cinturón de Orión. El hallazgo se publicará en la revista Astronomy and Astrophysics y se ha producido en el cúmulo alrededor de 'Sigma Orionis', la cuarta estrella más brillante del Cinturón de Orión "que ilumina las crines de la nebulosa del caballo y es un auténtico criadero estelar", asegura el IAC en un comunicado.

Para José Antonio Caballero, investigador del IAC y colaborador del Max-Planck-Institut für Astronomie, el estudio de este joven y cercano cúmulo, con sólo unos 3 millones de años de edad y a 1.000 años luz de distancia, ha permitido determinar que posiblemente "las enanas marrones y los objetos de masa planetaria de entre 13 y 6 masas de Júpiter se formen de manera similar a las estrellas más pequeñas". Ello quiere decir que se forman a partir de la contracción de un trozo de nube molecular que se colapsa sobre sí mismo y da lugar a la formación de un disco protoplanetario en torno al objeto central, explica.

Aunque algunas teorías proponen que hay una masa límite por debajo de la cual no podrían formarse estos objetos libremente, esta investigación muestra que en realidad son muy numerosos, tan frecuentes como las estrellas parecidas a nuestro Sol. "El estudio en el cúmulo de Sigma Orionis ha permitido comprobar que los objetos de unas pocas masas de Júpiter aislados de estrellas son un fenómeno frecuente y esto es en la actualidad un desafío para los modelos de formación estelar", aclara el investigador del IAC Víctor Sánchez.

Además de detectar varias enanas marrones y objetos de masa planetaria que se desconocían, los investigadores también han descubierto que aproximadamente la mitad de las enanas marrones de Sigma Orionis tienen discos protoplanetarios, es decir, discos de material en los que probablemente se están produciendo los procesos físicos que llevan a la formación de planetas.

"Detectamos un exceso de radiación infrarroja en muchas de estas enanas marrones que indica la presencia de discos de material alrededor de ellas", explica Rafael Rebolo, investigador del IAC y profesor del Centro Superior de Investigaciones Científicas. Rebolo señala que se necesitarán telescopios de mucho mayor diámetro para investigar la formación de sistemas planetarios en esta zona celeste. El IAC señala que una enana marrón es el eslabón entre las estrellas más frías y menos masivas y los planetas como Júpiter.

Objetos livianos

La estrella más cercana al Sol, Próxima Centauri, es el mejor ejemplo de estrella fría y liviana, con una masa de sólo una décima parte de la masa del Sol, o sea, unas 100 veces la masa de Júpiter. Una enana marrón típica es aún más liviana, con una masa inferior a unas 75 masas de Júpiter, y al contrario que las estrellas no tiene reacciones nucleares de fusión de hidrógeno ligero en su interior. Un objeto de masa planetaria es todavía más liviano que una enana marrón, con una masa por debajo de unas 13 masas de Júpiter, y no tiene reacciones de fusión de deuterio, que es un isótopo pesado del hidrógeno.

También, al contrario que los planetas del Sistema Solar o los exoplanetas detectados en órbita alrededor de otras estrellas, un objeto de masa planetaria flota libremente en el espacio interestelar y no está ligado a ninguna estrella o enana marrón.