Alemania dejará de pagar las bajas a los no vacunados que tengan que hacer cuarentena

A partir del mes de noviembre, los alemanes que no se hayan vacunado todavía no recibirán ningún tipo de subsidio si tienen que hacer cuarentena. La medida ha sido anunciada por el ministro alemán de Sanidad, Jens Spahn, y entrará en vigor el 1 de noviembre, después de más de año y medio en el que la situación era muy distinta.

Hasta ahora, el Gobierno pagaba el salario a los trabajadores que tenían que guardar una cuarentena durante al menos cinco días. Lo hacían tanto a aquellos que habían estado en contacto con una persona infectada como para quienes regresaban del extranjero, después de haber visitado lo que se denominó como zonas de "alto riesgo".

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Sin embargo, los 16 estados que forman Alemania se han mostrado a favor de cambiar esta dinámica. Lo hacen para animar a los ciudadanos a vacunarse ya que, aunque sigue siendo una "decisión personal", Jens Spahn reconoce que, a partir de ahora, "también será el momento de la responsabilidad y de asumir las consecuencias financieras".

El problema de la vacunación

En declaraciones que recoge NDTV, el ministro tiene claro que "algunas personas dirán que esto significa presión para los no vacunados. Pero creo que tenemos que mirarlo al revés, también es una cuestión de justicia". Las nuevas medidas tomadas en Alemania estipulan que las personas que ya tienen su pauta completa no están obligadas a guardar cuarentena.

Los alemanes no vacunados no recibirán subsidios si tienen que hacer cuarentena

Los datos oficiales actuales revelan que solo el 63,4 por ciento de los alemanes han recibido la pauta completa de la vacuna. El Instituto Robert Koch ha situado en el 85% la cifra necesaria para llegar a la inmunidad de grupo, pero aún se está lejos. Y lo peor es que las campañas de vacunación van perdiendo fuerza y son pocas las personas que se animan a inocularse.

Para animar a los ciudadanos a vacunarse, muchos estados han legislado con nuevas normas que restringen el acceso al ocio y la restauración a las personas no vacunadas o que no hayan pasado la enfermedad.

Además, a partir de octubre, cualquier persona que quiera hacerse un test rápido en lugar de presentar el certificado de vacunación tendrá que pagarlo de su propio bolsillo. Hasta ahora, el Gobierno alemán se había encargado de que esas pruebas fueran gratuitas.