El laborismo británico gana una elección parcial en la que Starmer se jugaba la cabeza
La batalla por el escaño de Batley and Spen, un bastión del muro rojo británico, era considerada como una prueba de fuego para el líder de la formación, Keir Starmer
El laborismo puede respirar, por ahora. El mayor partido opositor británico ha retenido, por poco margen, el escaño de Batley and Spen, en el norte de Inglaterra, tras la elección parcial celebrada el jueves. Estos comicios, convocados por la dimisión de la laborista Tracy Brabin, eran considerados como una prueba de fuego para el líder de la formación, Keir Starmer, tras una larga serie de derrotas electorales. Analistas apuntaban que un nuevo fracaso en este distrito hubiera sido la gota que colmaba el vaso, convertido a Starmer en un cadáver político.
Según los resultados divulgados hoy, la laborista Kim Leadbeater obtuvo 13.296 votos, 323 más que su rival, el conservador Ryan Stephenson, quien recibió 12.973 apoyos, mientras que en tercer lugar quedó George Galloway del Partido de los Trabajadores, con 8.264 papeletas. Leadbeater es la hermana de Jo Cox, quien fue asesinada a puñaladas y disparos en junio de 2016, poco antes del referéndum de la Unión Europea (UE), por el británico Thomas Mair, vinculado al grupo neonazi Alianza Nacional. Tras su victoria, la candidata dijo que los votantes han "rechazado la división" y han "votado por la esperanza".
Batley and Spen es uno de los grandes feudos del llamado Muro Rojo, localidades que tradicionalmente han votado por la izquierda británica. Sin embargo, existía la duda sobre si la candidatura de Galloway, ex diputado laborista expulsado en 2003 del partido tras incitar a las tropas a desafiar las órdenes de Tony Blair durante la guerra de Irak, robaría los suficientes votos a su antigua formación como para provocar su derrota.
También se especulaba sobre si el laborismo caería por su propio peso. El pasado mayo, los conservadores de Boris Johnson ganaron la circunscripción de Hartlepool, en el noreste de Inglaterra, hasta entonces tradicional escaño laborista, mientras que la formación de Starmer también sufrió derrotas en las elecciones locales en Inglaterra, celebradas en mayo. La victoria de esta semana le da al líder laborista cierto espacio para seguir maniobrando, aunque el partido continúa en unas de sus horas más bajas.
El laborismo puede respirar, por ahora. El mayor partido opositor británico ha retenido, por poco margen, el escaño de Batley and Spen, en el norte de Inglaterra, tras la elección parcial celebrada el jueves. Estos comicios, convocados por la dimisión de la laborista Tracy Brabin, eran considerados como una prueba de fuego para el líder de la formación, Keir Starmer, tras una larga serie de derrotas electorales. Analistas apuntaban que un nuevo fracaso en este distrito hubiera sido la gota que colmaba el vaso, convertido a Starmer en un cadáver político.