El TJUE ordena suspender el régimen disciplinar contra jueces polacos

Polonia es uno de los países europeos que acumula un mayor deterioro democrático en los últimos años. Y se nota, especialmente, en los intentos del gobernarte Partido Ley y Justicia (PiS) de desmantelar el sistema judicial polaco a través de una serie de reformas por las que Varsovia ha chocado con la Comisión Europea, tanto bajo el mandato del anterior presidente, Jean-Claude Juncker, como de la actual líder, Ursula von der Leyen. En un nuevo capítulo, la justicia europea ha dado la razón a Bruselas y ha pedido la suspensión del sistema disciplinario para los magistrados polacos.

El Gobierno del PiS estableció una cámara disciplinar en el seno del Tribunal Supremo que responde directamente al Ejecutivo, lo que provocó que se convirtiera en un nuevo elemento en el pulso entre Varsovia y Bruselas. En enero, Vera Jourová, comisaria de Justicia y encargada de la supervisión del Estado de derecho, anunciaba que pedía al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) la suspensión de los poderes de la cámara disciplinar.

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La idea de Bruselas era que, mientras se esperaba una sentencia final sobre esta cámara disciplinaria, el régimen no continuara funcionando, al menos hasta que no se aclare si está en línea o no con las normas europeas. "A pesar de las sentencias, la Cámara Disciplinaria continúa operando, creando un riesgo de daños irreparables para los jueces polacos y aumentando el efecto escalofriante en el poder judicial polaco", explicó entonces la Comisión Europea, que llevó el sistema ante el TJUE en octubre de 2019.

"Suspensión inmediata" del sistema displicinar

La decisión del Ejecutivo comunitario, anunciada poco después de que se celebrara una masiva manifestación de jueces en Varsovia, llegaba meses después de que el alto tribunal europeo considerara que otro de los elementos fundamentales de la reforma judicial polaca, la reducción de la edad de jubilación de los miembros del Tribunal Supremo que dejaba en manos del Gobierno la sustitución de muchos de los magistrados, no estaba en línea con las normas europeos. "La independencia requiere que el tribunal en cuestión ejerza sus funciones de manera totalmente autónoma e imparcial", dictaba la sentencia.

Ahora el TJUE admite la petición de la Comisión Europea y exige al Ejecutivo polaco la “suspensión inmediata” del sistema disciplinar. Polonia se defendió, señalando que la organización de su sistema judicial era competencia suya. “Aunque la organización de la justicia en los Estados miembros es competencia de dichos Estados miembros, el hecho es que, al ejercer esa competencia, deben cumplir con sus obligaciones derivadas de la legislación de la UE”, ha contestado el TJUE.

El alto tribunal europeo señala que es el papel de las capitales “garantizar que el régimen disciplinario aplicable a los jueces (…) cumpla con el principio de independencia del poder judicial”. Además, el TJUE justifica su decisión señalando que la medida está “justificada de hecho y de derecho” y que las “medidas son urgentes, ya que deben ser necesarias para evitar daños graves e irreparables a los intereses de la UE”.

El Tribunal señala que esta medida no representa la disolución de la cámara disciplinaria: es una suspensión temporal hasta que se finalice el juicio que está en marcha, ya que la “falta de independencia e imparcialidad” del sistema “no puede descartarse”.