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Paro juvenil: pocos planes concretos, muchas cortinas de humo
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Paro juvenil: pocos planes concretos, muchas cortinas de humo

En estos momentos hay 16.000 millones de euros procedentes del capítulo “fondos estructurales comunitarios” que todavía no han sido utilizados. A ellos se podrían

En estos momentos hay 16.000 millones de euros procedentes del capítulo “fondos estructurales comunitarios” que todavía no han sido utilizados. A ellos se podrían unir los 6.000 millones de euros que la Comisión Europea ha reservado para el periodo 2014-2020 para luchar contra el desempleo juvenil, que afecta al 23,5% de este sector de población en la Unión Europea. Igualmente, se podrían considerar los aproximadamente 10.000 millones de euros que el banco estatal alemán Kreditanstalt für Wiederaufbau (KfW) -un banco creado en 1949 para facilitar créditos con bajo interés y financiar proyectos de desarrollo en el Tercer Mundo- podría tener reservados para inversiones en los países del sur de Europa.

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32.000 millones de euros disponibles sobre el papel para atajar uno de los problemas más graves y lacerantes en Europa y para el que, desgraciadamente, no existe un plan de acción concreto. Nadie lo tiene. Ni la Comisión Europea, ninguneada por Berlín y a la vez acusada por Alemania de bloquear cualquier iniciativa con su lentísima y complicada burocracia, ni ninguno de los estados miembros. Tampoco Alemania. En su campaña de limpieza de su imagen exterior, especialmente entre los países que más están sufriendo la crisis, y procurando no gastar un euro de más, Merkel está vendiendo una vez más humo, filtrando informaciones que hablan de reuniones y contactos entre los ministerios de Finanzas y Trabajo con sus colegas de España, Portugal o Italia para diseñar un plan de choque contra ese paro dramático que afecta a uno de cada dos jóvenes en España o Grecia. Plan que tendría que ser estudiado en la Comisión correspondiente del Bundestag. Se habla de que el KfW podría abrir una línea de créditos para pymes, a precios muy razonables, y que esto tal vez podría atraer nuevas inversiones a nuestro país. Se ha mencionado también la incorporación a estos proyectos del Banco Europeo de Inversiones, presidido por un alemán, Werner Hoyer, exsecretario de Estado para temas europeos, pero, como recuerda la revista Der Spiegel, el BEI no está por la labor de poner en peligro su triple A concediendo créditos a fondo casi perdido a países todavía muy frágiles desde el punto de vista económico.

Todo hace indicar que nada se va a mover de verdad hasta bien entrado el otoño, cuando Alemania tenga un nuevo gobierno y se haya constituido un nuevo Parlamento en BerlínNo hay un plan de acción ni un plan de choque. Y si se produjera un milagro en la reunión que Merkel ha convocado para el 3 de julio en Berlín con los ministros de Trabajo y Hacienda de los 27, los responsables de las Oficinas de Empleo de toda Europa y la Comisión Europea (Durao Barroso también ha sido invitado) y se acordara un plan concreto con su correspondiente financiación específica, habría un nuevo problema añadido: el Parlamento alemán no lo podría aprobar en esta fase final de su actual legislatura. La última semana de trabajo real de los parlamentarios alemanes antes de las vacaciones de verano será entre los días 24 y 28 de junio. En septiembre hay dos sesiones previstas, para el 2 y el 3, pero estarán dedicadas a cuestiones pendientes y de trámite, habida cuenta de que los comicios generales tendrán lugar pocos días después, el 22.

Todo hace indicar que nada se va a mover de verdad hasta bien entrado el otoño, cuando Alemania tenga un nuevo Gobierno y se haya constituido un nuevo Parlamento en Berlín. Esperemos que para entonces el plan haya sido ya pespunteado y no sólo cogido con alfileres y que los créditos para las pymes tengan destinos concretos. Y que el Kreditanstalt für Wiederaufbau actúe con eficacia y no con la mala fortuna de hace cinco años. En el 2008 el Bild Zeitung lo calificó como “el banco más tonto del país”. Había transferido 350 millones de euros a Lehmann Brothers el 15 de septiembre, horas antes de que esta entidad se declarara en bancarrota.

En estos momentos hay 16.000 millones de euros procedentes del capítulo “fondos estructurales comunitarios” que todavía no han sido utilizados. A ellos se podrían unir los 6.000 millones de euros que la Comisión Europea ha reservado para el periodo 2014-2020 para luchar contra el desempleo juvenil, que afecta al 23,5% de este sector de población en la Unión Europea. Igualmente, se podrían considerar los aproximadamente 10.000 millones de euros que el banco estatal alemán Kreditanstalt für Wiederaufbau (KfW) -un banco creado en 1949 para facilitar créditos con bajo interés y financiar proyectos de desarrollo en el Tercer Mundo- podría tener reservados para inversiones en los países del sur de Europa.