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España e Irlanda confían en la 'gota china' para mover a la UE en Palestina
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Varios países a punto de caramelo

España e Irlanda confían en la 'gota china' para mover a la UE en Palestina

Desde hace meses, Madrid y Dublín han lanzado una ofensiva diplomática que busca mover el espacio de consenso en la Unión Europea sobre el conflicto en Oriente Próximo

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (Europa Press/Eduardo Parra)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (Europa Press/Eduardo Parra)
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El conflicto entre Israel y Palestina es el asunto de política exterior que más divide a la Unión Europea, un actor que podría tener más influencia en Oriente Medio de lograr una postura unificada, pero cuya fragmentación reduce su margen de maniobra. Desde el inicio de la ofensiva israelí en Gaza, iniciada en respuesta a los ataques terroristas de Hamás del 7 de octubre, España ha defendido junto a un grupo de Estados miembros, entre los que habitualmente se encuentran Irlanda, Bélgica y Luxemburgo, la necesidad de forzar a Tel Aviv a abrirse a una solución política que pasa, necesariamente, por la solución de los dos Estados.

El anuncio por parte de España e Irlanda del reconocimiento del Estado palestino el próximo 28 de mayo es solamente una gota más en la larga estrategia diplomática de "gota china" que están siguiendo Madrid y Dublín. Saben que hay una enorme división y que es muy difícil lograr que la Unión Europea se mueva en esta cuestión, pero intentan, gota a gota, ir haciendo que cale un mensaje: la Unión debe volver a tener un papel que jugar a la hora de lograr una solución política, y para eso hace falta dar pasos concretos.

Los Veintisiete están, en principio, de acuerdo con la idea de la solución de los dos Estados. Es el estrecho espacio de consenso que existe en la Unión. Por eso, España e Irlanda consideran que el reconocimiento del Estado palestino es, de alguna manera, una forma de volver a poner sobre la mesa el requisito necesario para hacer realidad la única cosa en la que la UE está de acuerdo respecto al conflicto: para que haya una solución de dos Estados debe haber dos Estados.

En marzo, además de España e Irlanda, otros dos Estados miembros señalaron que reconocerían al Estado palestino cuando fuera "positivo". Malta y Eslovenia, dos países que son tradicionalmente muy propalestinos. Se espera que, tarde o temprano, La Veleta y Liubliana den ese paso, y también hay muchos movimientos dentro del Gobierno de Bélgica, que hasta ahora estaba manteniendo un perfil bajo debido a que ostentan la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea. Sin embargo, en el gabinete del primer ministro Alexander de Croo empieza a haber cierta impaciencia y algunos de los partidos que forman parte del Gobierno quieren que haya movimientos ya.

Foto: El presidente de España, Pedro Sánchez, junto a su homólogo irlandés Simon Harris (DPA)

España, Irlanda y el resto de países más propalestinos se han encontrado solos en muchos momentos desde el inicio de la guerra en Gaza. Se vio en el primer Consejo Europeo, el foro de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, en el que se abordó el asunto. La división era tal que los líderes europeos solamente pudieron acordar hacer un llamamiento a que hubiera "pausas humanitarias" para permitir la entrada de material humanitario en Gaza, hablando en plural para que no se confundiera con un llamamiento a un alto el fuego.

En marzo, el Consejo Europeo acabó dando el paso de pedir un "alto el fuego humanitario" en Gaza, un llamamiento que para los más críticos llegó tarde, pero que para fuentes diplomáticas españolas fue una demostración de que poco a poco el resto de líderes iban moviéndose hacia las posturas españolas que originalmente habían sido totalmente minoritarias. Horas antes de aquel Consejo Europeo una alta fuente europea hablaba de un "apoyo abrumador" a la fórmula del alto el fuego, algo impensable meses atrás.

Los países más preocupados con la situación en Gaza ya habían intentado incluir un llamamiento al alto el fuego en febrero a nivel de ministros de Asuntos Exteriores, fracasando en el intento. Conseguirlo en el Consejo Europeo de marzo fue una demostración de que la ofensiva israelí en Gaza, y especialmente la amenaza de una posible operación en Rafah, estaban haciendo que todos los Estados miembros se movieran. España e Irlanda siempre han considerado que están jugando el papel de "liebres", marcando el camino que tarde o temprano, con mucha insistencia, siguen el resto de los socios europeos.

Foto: La embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, en una imagen de archivo. (Europa Press/A. Pérez Meca)

Bulgaria, Chipre, República Checa, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia reconocieron a Palestina en 1988, todavía como parte del bloque soviético, mientras que Suecia lo hizo en 2014. Noruega, que lo ha hecho junto con España e Irlanda este miércoles, no forma parte de la Unión Europea. Los Gobiernos español e irlandés confían en que pronto se sumen más Estados miembros y que empiecen a sumar una masa crítica importante dentro de la Unión Europea, aunque algunos de los países que en su momento reconocieron a Palestina, como República Checa o Hungría, hoy cierran filas sin fisuras con el Gobierno de Benjamin Netanyahu.

El conflicto entre Israel y Palestina es el asunto de política exterior que más divide a la Unión Europea, un actor que podría tener más influencia en Oriente Medio de lograr una postura unificada, pero cuya fragmentación reduce su margen de maniobra. Desde el inicio de la ofensiva israelí en Gaza, iniciada en respuesta a los ataques terroristas de Hamás del 7 de octubre, España ha defendido junto a un grupo de Estados miembros, entre los que habitualmente se encuentran Irlanda, Bélgica y Luxemburgo, la necesidad de forzar a Tel Aviv a abrirse a una solución política que pasa, necesariamente, por la solución de los dos Estados.

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